Detectan un virus de la gripe aviar en pingüinos de la Antártida
Un equipo internacional de investigadores ha identificado, por primera vez, un virus de gripe aviar en un grupo de pingüinos adelaida de la Antártida. El virus, que se describe en un estudio publicado esta semana en la revista «mBio», resultó ser diferente a cualquier otra gripe aviar circulante.
Mientras que otros grupos de investigación han tomado muestras de sangre de los pingüinos antes y detectado anticuerpos de la gripe, nadie había detectado hasta ahora el virus de la gripe en vivo en los pingüinos y otras aves en la Antártida, según el autor del estudio y profesor asociado Aeron Hurt, científico del Centro de Referencia e Investigación sobre la Gripe en Melbourne, Australia.
Para el estudio, Hurt y sus colegas recolectaron muestras de las tráqueas y las aberturas posteriores de 301 pingüinos adelaida y de sangre de 270 de esos pingüinos en dos lugares de la Península Antártica: la Bahía del Almirantazgo y Rada Covadonga. Las muestras fueron tomadas durante enero y febrero de 2013. Usando una técnica de laboratorio llamada PCR en tiempo real con transcripción inversa, los autores encontraron el virus de la gripe aviar en el material genético de ocho muestras (2,7 por ciento), seis de pingüinos adultos y dos de polluelos. Siete de las muestras eran de Rada Covadonga.
Los investigadores fueron capaces de cultivar cuatro de estos virus, demostrando que el virus infeccioso vivo estaba presente. En un análisis posterior de las muestras, los científicos encontraron que todos los virus de la gripe aviar H11N2 eran muy similares entre sí. Pero cuando compararon las secuencias del genoma completo de cuatro de los virus recolectados con todas las secuencias de virus de la gripe humana y de origen animal disponibles en bases de datos públicas, vieron que este virus era diferente a todos los detectados en el mundo.
«Cuando elaboramos los árboles filogenéticos para mostrar las relaciones evolutivas de los virus, todos los genes eran muy distintos de los de la gripe aviar contemporáneos que circulan en otros continentes en el hemisferio norte o sur», afirma Hurt.
Cuatro de los segmentos de genes estaban más estrechamente relacionados con el linaje de los virus de las aves de América del Norte entre la década de 1960 y 1980. Dos genes mostraron una relación distante con un gran número de virus de la gripe aviar sudamericana de Chile, Argentina y Brasil.
No causa enfermedad en los pingüinos
Mediante el uso de un reloj molecular para ver la tasa de evolución de cada segmento del gen de la gripe aviar, los investigadores calcularon que el virus ha ido evolucionando durante los últimos entre 49 y 80 años sin que nadie lo sepa y sin saber si esta evolución se ha producido exclusivamente en la Antártida.
Experimentos adicionales encontraron que el 16 por ciento de los pingüinos (43) de 270 tenían anticuerpos de la gripe A en la sangre y que es probable que el virus recientemente identificado sea exclusivo de las aves, ya que no infecta fácilmente a un grupo de hurones utilizado para probar si el virus podría infectar a los mamíferos.
Aunque el virus no causa enfermedad en los pingüinos, el estudio muestra que «los virus de la gripe aviar pueden llegar a la Antártida y mantenerse en las poblaciones de pingüinos», destaca Hurt.«Plantea muchas preguntas sin respuesta, incluyendo con qué frecuencia se están introduciendo los virus de la gripe A en la Antártida, si es posible que virus de la gripe aviar altamente patógenos se trasladen allí, que los animales o los ecosistemas lo mantengan y si los virus se están crioconservando durante los inviernos», señala.
Mientras que otros grupos de investigación han tomado muestras de sangre de los pingüinos antes y detectado anticuerpos de la gripe, nadie había detectado hasta ahora el virus de la gripe en vivo en los pingüinos y otras aves en la Antártida, según el autor del estudio y profesor asociado Aeron Hurt, científico del Centro de Referencia e Investigación sobre la Gripe en Melbourne, Australia.
Para el estudio, Hurt y sus colegas recolectaron muestras de las tráqueas y las aberturas posteriores de 301 pingüinos adelaida y de sangre de 270 de esos pingüinos en dos lugares de la Península Antártica: la Bahía del Almirantazgo y Rada Covadonga. Las muestras fueron tomadas durante enero y febrero de 2013. Usando una técnica de laboratorio llamada PCR en tiempo real con transcripción inversa, los autores encontraron el virus de la gripe aviar en el material genético de ocho muestras (2,7 por ciento), seis de pingüinos adultos y dos de polluelos. Siete de las muestras eran de Rada Covadonga.
Los investigadores fueron capaces de cultivar cuatro de estos virus, demostrando que el virus infeccioso vivo estaba presente. En un análisis posterior de las muestras, los científicos encontraron que todos los virus de la gripe aviar H11N2 eran muy similares entre sí. Pero cuando compararon las secuencias del genoma completo de cuatro de los virus recolectados con todas las secuencias de virus de la gripe humana y de origen animal disponibles en bases de datos públicas, vieron que este virus era diferente a todos los detectados en el mundo.
«Cuando elaboramos los árboles filogenéticos para mostrar las relaciones evolutivas de los virus, todos los genes eran muy distintos de los de la gripe aviar contemporáneos que circulan en otros continentes en el hemisferio norte o sur», afirma Hurt.
Cuatro de los segmentos de genes estaban más estrechamente relacionados con el linaje de los virus de las aves de América del Norte entre la década de 1960 y 1980. Dos genes mostraron una relación distante con un gran número de virus de la gripe aviar sudamericana de Chile, Argentina y Brasil.
No causa enfermedad en los pingüinos
Mediante el uso de un reloj molecular para ver la tasa de evolución de cada segmento del gen de la gripe aviar, los investigadores calcularon que el virus ha ido evolucionando durante los últimos entre 49 y 80 años sin que nadie lo sepa y sin saber si esta evolución se ha producido exclusivamente en la Antártida.
Experimentos adicionales encontraron que el 16 por ciento de los pingüinos (43) de 270 tenían anticuerpos de la gripe A en la sangre y que es probable que el virus recientemente identificado sea exclusivo de las aves, ya que no infecta fácilmente a un grupo de hurones utilizado para probar si el virus podría infectar a los mamíferos.
Aunque el virus no causa enfermedad en los pingüinos, el estudio muestra que «los virus de la gripe aviar pueden llegar a la Antártida y mantenerse en las poblaciones de pingüinos», destaca Hurt.«Plantea muchas preguntas sin respuesta, incluyendo con qué frecuencia se están introduciendo los virus de la gripe A en la Antártida, si es posible que virus de la gripe aviar altamente patógenos se trasladen allí, que los animales o los ecosistemas lo mantengan y si los virus se están crioconservando durante los inviernos», señala.
FUENTE: http://www.abc.es/salud/noticias/20140506/abci-gripe-aviar-pinguinos-antartida-201405051739.html - Imagen: AFP