COP21: Se cierra el telón de la mascarada
Soberanía Alimentaria
Luego de dos semanas durante las cuales los jefes de Estado tomaron el centro del escenario para tranquilizar sus conciencias, la COP21 ha presentado un acuerdo que muchos temían por adelantado no ofrecería nada bueno para los pueblos del mundo. Nada de su contenido es vinculante para los estados, las contribuciones nacionales nos llevan hacia un calentamiento global de más de 3 °C, y las multinacionales son los principales beneficiarios. Fue esencialmente un circo mediático. Sin embargo, a la hora de firmar acuerdos de libre comercio, ahí sí los Estados saben cómo hacer compromisos vinculantes. Esos acuerdos amenazan el funcionamiento democrático de los países con sólo servir a los intereses de las multinacionales. Una vez más, es evidente que el dinero dicta la ley, incluso con prioridad sobre el futuro de la humanidad.
"A pesar de los múltiples intentos de silenciarnos estas últimas semanas, los movimientos sociales hoy han hecho oír su voz", dijo Antolín Huáscar, dirigente campesino de Perú. "El futuro del planeta está en manos de los pueblos", agregó.
Los campesinos de todo el mundo, de las organizaciones miembros de Vía Campesina, se reunieron para advertir a los demás de que el sector agrícola está siendo severamente afectado. Mientras que ellos son los guardianes de un clima cambiante, ellos subrayan que la agricultura industrial los amenaza de desaparición. Al mismo tiempo, la COP21 está abriendo más la puerta a la especulación financiera sobre la naturaleza, la industrialización de la agricultura, y la aceleración del acaparamiento de recursos.
"Nosotros, los campesinos del mundo, ahora volveremos a nuestros territorios y fincas aún más decididos a seguir nuestra lucha por la soberanía alimentaria por todos los pueblos del mundo", concluyó Huáscar.
La mascarada puede haber terminado, pero la lucha campesina solo continuará ganando fuerza.