Argentina: Empresa chilena ratifica que no removerá el megabasurero minero en San Juan, sólo retira los neumáticos
La firma Antofagasta Minerals titular de Minera Los Pelambres, empezó a retirar los neumáticos que había colocado sin cumplir con su propio plan de protección ambiental. "Una vez que retiremos todos los neumáticos, sólo va a quedar roca inerte. Por lo tanto, esperamos que nadie hable de nuevo de basurero, porque la roca removida no es considerada basura en ninguna parte del mundo", desafió el gerente general de Minera Los Pelambres, Robert Mayne-Nicholls.
Tras la habilitación de un paso fronterizo ocasional, la minera chilena Los Pelambres, que montó un botadero ilegal del lado argentinos de la frontera, comenzó a retirar unos 500 neumáticos gigantes que apiló sin ningún tipo de protección ambiental, pero ratificó que no removerá la escombrera, que de acuerdo a dos reportes oficiales, ya contaminó la zona.
"Una vez que retiremos todos los neumáticos, sólo va a quedar roca inerte. Por lo tanto, esperamos que nadie hable de nuevo de basurero, porque la roca removida no es considerada basura en ninguna parte del mundo", desafió el gerente general de Minera Los Pelambres, Robert Mayne-Nicholls, imputado por la Justicia sanjuanina por los delitos de contaminación, usurpación de propiedad privada y usurpación de aguas.
"Con el retiro de los neumáticos, (la escombrera) Cerro Amarillo vuelve a ser sólo un depósito de rocas, como muchos otros que existen en Chile, en la Argentina y en todas partes del mundo", añadió el ejecutivo, que era titular en Chile de la minera Barrick Gold cuando la empresa contaminó glaciares en la zona del proyecto Pascua Lama, que terminó siendo frenado por la justicia trasandina por el impacto ambiental que provocó.
La afirmación de Mayne-Nicholls contradice dos análisis del gobierno argentino y un tercero de una consultora privada, que coinciden en que la escombrera contaminó el territorio sanjuanino y hasta provocó la extinción de lagunas y vegas.
En ese sentido, un análisis realizado por el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) en abril de 2014 detectó altos niveles de metales pesados en una laguna y un arroyo que tenían agua de buena calidad. Ambos están ubicados en el valle del río de la Carnicería, un afluente del río San Juan, el más importante de la provincia. Por eso, desde el sector ambientalista numerosas organizaciones exigieron la remoción del botadero, que costaría unos 200 millones de dólares, pero que es resistida por Los Pelambres.
"Desde el punto de vista técnico minero, que es nuestra competencia, para lograr el objetivo de proteger el medio ambiente y evitar cualquier riesgo futuro, lo que se debería hacer es un aislamiento o cierre de Cerro Amarillo. Eso es lo que realizan todas las empresas mineras serias del mundo cuando dejan de operar un botadero", advirtió Mayne-Nicholls desde Chile.
En esta primera semana de trabajo, la empresa retiró 140 neumáticos, que de acuerdo a su propio plan de acción aprobado por el gobierno chileno, deberían haber sido colocadas sobre material aislante, algo que la minera no cumplió y ninguna autoridad le exigió.
Tras la habilitación de un paso fronterizo ocasional, la minera chilena Los Pelambres, que montó un botadero ilegal del lado argentinos de la frontera, comenzó a retirar unos 500 neumáticos gigantes que apiló sin ningún tipo de protección ambiental, pero ratificó que no removerá la escombrera, que de acuerdo a dos reportes oficiales, ya contaminó la zona.
"Una vez que retiremos todos los neumáticos, sólo va a quedar roca inerte. Por lo tanto, esperamos que nadie hable de nuevo de basurero, porque la roca removida no es considerada basura en ninguna parte del mundo", desafió el gerente general de Minera Los Pelambres, Robert Mayne-Nicholls, imputado por la Justicia sanjuanina por los delitos de contaminación, usurpación de propiedad privada y usurpación de aguas.
"Con el retiro de los neumáticos, (la escombrera) Cerro Amarillo vuelve a ser sólo un depósito de rocas, como muchos otros que existen en Chile, en la Argentina y en todas partes del mundo", añadió el ejecutivo, que era titular en Chile de la minera Barrick Gold cuando la empresa contaminó glaciares en la zona del proyecto Pascua Lama, que terminó siendo frenado por la justicia trasandina por el impacto ambiental que provocó.
La afirmación de Mayne-Nicholls contradice dos análisis del gobierno argentino y un tercero de una consultora privada, que coinciden en que la escombrera contaminó el territorio sanjuanino y hasta provocó la extinción de lagunas y vegas.
En ese sentido, un análisis realizado por el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) en abril de 2014 detectó altos niveles de metales pesados en una laguna y un arroyo que tenían agua de buena calidad. Ambos están ubicados en el valle del río de la Carnicería, un afluente del río San Juan, el más importante de la provincia. Por eso, desde el sector ambientalista numerosas organizaciones exigieron la remoción del botadero, que costaría unos 200 millones de dólares, pero que es resistida por Los Pelambres.
"Desde el punto de vista técnico minero, que es nuestra competencia, para lograr el objetivo de proteger el medio ambiente y evitar cualquier riesgo futuro, lo que se debería hacer es un aislamiento o cierre de Cerro Amarillo. Eso es lo que realizan todas las empresas mineras serias del mundo cuando dejan de operar un botadero", advirtió Mayne-Nicholls desde Chile.
En esta primera semana de trabajo, la empresa retiró 140 neumáticos, que de acuerdo a su propio plan de acción aprobado por el gobierno chileno, deberían haber sido colocadas sobre material aislante, algo que la minera no cumplió y ninguna autoridad le exigió.
Fuente: Infobae- Publicado en: noalamina.org