El 'limitarismo', el último recurso para salvar al planeta de la crisis ecológica

En los últimos meses, se han llevado a cabo numerosas manifestaciones y huelgas no sólo para generar una toma de conciencia sobre la crisis ecológica que enfrenta el mundo, sino también para hacer un llamado a políticos y personajes de gran influencia financiera para ejercer un cambio contundente. George Monbiot, columnista del famoso periódico The Guardian, tiene claro que las personas tienen el poder del cambio para mirar hacia aquellos que se encargan de proveer masivamente los productos.

De acuerdo con Monbiot, “la riqueza inmensa se traduce automáticamente en impactos ambientales inmensos, a pesar de las intenciones de quienes la poseen. La verdadera riqueza, casi desde su definición, está cometiendo un ecocidio”.
Un ejemplo es el turismo. Para los activistas ecológicos y sociales, el turismo exacerbado no sólo tiene un impacto significativo de 25 mil litros de gasolina por viaje en un avión –que es la cantidad de energía usada en un pequeño pueblo en África durante 1 año–, sino también en los locales que se ven en la necesidad de explotar a precios excesivamente bajos sus bienes patrimoniales (a expensas del bienestar del medioambiente y sus lugares de origen). 
Los ricos se transportan en jets privados y megayates, generando una huella ecológica significativa
En un congreso organizado por Google que tuvo lugar en el mes de septiembre en Verdura, Sicilia (Italia), se invitó a delegados de todo el mundo para hablar sobre la crisis del medioambiente. A la reunión, paradójicamente, 114 delegados llegaron en jets privados y otros tantos en megayates.
Este ejemplo, expresa Monbiot, es una representación de lo que los datos científicos han demostrado en los últimos años: mientras más sustancial es la entrada económica, más determinante es su impacto ecológico. De modo que independientemente de lo ecológico que sea, la entrada de dinero extra provoca gastar más y, por lo tanto, generar una huella ecológica más grande. En palabras del autor:
No importa cuán verde creas que eres; si tienes un extra de dinero, lo gastas. La única forma de consumo que es clara y positivamente correlacionada con las buenas intenciones ecológicas es la dieta: las personas que se ven a sí mismas como ecológicas tienden a comer menos carne y más vegetales orgánicos. Pero las actitudes tienen poco impacto en la cantidad de gasolina, energía del hogar y otros materiales que consumen. El dinero conquista todo.
El impacto psicológico de la riqueza: una desconexión con el medio que te rodea
Numerosos estudios en el campo de la psicología han demostrado que la riqueza económica tiene un impacto en la psique humana: mientras mayor cantidad de dinero se tiene, menor es la capacidad de conexión con las otras personas. Es como si la riqueza suprimiera la empatía hacia otros, incluyendo hacia el medioambiente.
Y, de acuerdo con Monbiot, la riqueza también limita las perspectivas de enfoque aun a pesar de las buenas intenciones. Por ejemplo, en una entrevista con el Financial Times, Bill Gates declaró que instaló paneles solares como medida para prevenir una crisis climática. Sin embargo, ¿qué impacto pueden tener unos paneles solares cuando el consumo de energías fósiles e incineradores para crear sus productos supera los índices de beneficios de sus alternativas ecológicas? Ello sin mencionar que han surgido numerosos casos de demandas por parte de Microsoft contra microempresas que se encargan de reutilizar partes de sus productos con el fin de prolongar su vida útil.
¿La solución? Un cambio estructural del sistema actual
Desde la utopía, Monbiot apoya la noción de activistas ambientales de los pueblos originarios y personajes como Greta Thunberg: la lucha ambiental requiere un cambio estructural del sistema. 
Es indispensable la intervención política y la innovación tecnológica para promover un cambio que nos salve de la crisis ecológica. Mientras tanto, la conciencia del consumo es un trabajo que implica a cada uno de los que, con dinero extra, compran sin información.

Por: pijamasurf  Fotografías: Metroecuador.com.ec - Ibero 90.9

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