Isla Mauricio y la ‘Ley de Murphy’
El desastre provocado por el derrame de petróleo en las costas de Mauricio tras el accidente del carguero japonés WV Wakashio se podría haber evitado, pero ahora tiene consecuencias inmediatas y a muy largo plazo en el frágil ecosistema del sureste de la isla, en las personas que viven en ella y en su forma de vida, que depende de sus bienes naturales marinos.
La marea negra amenaza el islote de Aigrettes, en la bahía de Mahebourg, una reserva natural de 27 hectáreas, y el Parque Marino Blue Bay, una importante zona declarada Ramsar en 2008 y conocida por su excepcional variedad y riqueza de corales. Esta área es un complejo ecosistema de arrecifes, manglares, lagunas, estuarios y playas en Pointe d’Esny.
En WWF nos solidarizamos con la población de Mauricio y con el ingente trabajo que están realizando con los medios a su disposición para contener la marea negra y evitar que acabe con su ecosistema y su forma de vida. Este accidente vuelve a poner de relieve la estrecha relación entre un ecosistema marino sano y el bienestar y la seguridad de las personas que viven de él. También recuerda la necesidad de alcanzar una estrategia regional para gestionar de forma responsable esta área y tener una respuesta rápida preparada en casos de accidentes futuros.
Otros accidentes en el sureste del Índico
No es la primera marea negra de esta zona, que constituye la ruta marítima más corta y habitual entre Sudáfrica y Asia. Recordamos un derrame de fosfatos en Madagascar en 2009 o la muerte masiva de delfines en 2008 tras unas prospecciones submarinas de Exxon Mobil en el noreste de Madagascar.
Nuestro informe de 2017 “Reviving the Western Indian Ocean Economy” (disponible solo en inglés), refleja que los servicios vinculados al mar de esta zona del Índico están valorados en 334 mil millones de dólares: se tuvieron en cuenta la pesquería, los manglares o los arrecifes de coral, pero también otros servicios como la absorción de carbono. Pero estos recursos naturales, al igual que el patrimonio cultural, están muy amenazados por las prospecciones de gas y petróleo.
El director de la oficina de WWF en Madagascar, Ratsifandrihamanana, recuerda:
“Este vertido es una amenaza muy dura para los recursos de la zona, para los arrecifes de coral,la pesca y otras formas de vida marina y costeras del sureste de Mauricio.
Este vertido impacta a 2 500 pescadores artesanales y daña profundamente la economía de la isla. WWF urge a trabajar de manera coordinada en la región para limpiar el derrame y recomienda al Gobierno de Mauricio que tome las medidas necesarias para buscar compensación y ayuda para restaurar los ecosistemas afectados en base a varios acuerdos internacionales, como el convenio de 1992 sobre el establecimiento de un fondo internacional para la indemnización por daños debidos a la contaminación por hidrocarburos (FUND92), el de preparación, respuesta y cooperación ante la contaminación por hidrocarburos (OPCR) de 1990 o el relativo a la responsabilidad civil de daños producidos por contaminación de buques de 2001”.
Fuente: WWF