Maíz transgénico resistente a doce pesticidas: un cóctel venenoso
Un nuevo maíz genéticamente modificado de Bayer Crop Science ha sido lanzado al mercado. Es un tipo de maíz con genes 'apilados genéticamente' que le confiere resistencia a la fumigación de hasta doce pesticidas diferentes.
El maíz MON 87429 es resistente a los aerosoles tóxicos de: glifosato, dicamba, glufosinato, 2,4-D y ocho herbicidas del grupo ariloxifenoxipropionato ('FOP'). La semilla también está cubierta con el insecticida neonicotinoide sistémico que mata a las abejas [1].
MON 87429 es el único cultivo que hasta el momento haya desarrollado tolerancia tanto al dicamba como al 2,4-D. Como tal, es una clara demostración del fracaso de los sistemas de cultivo tolerantes a herbicidas, y los cultivos tolerantes al glifosato en particular.
Las semillas transgénicas resistentes a herbicidas (en particular el glifosato) son las más utilizados en el mundo. Fueron lanzadas con la promesa de que iba a disminuir el uso de herbicidas, y al contrario, han multiplicado su uso.
El uso continuo de un modelo agrícola basado en un solo herbicida como el único método de erradicar las malezas, ha impulsado el desarrollo generalizado de las “malas hierbas” resistentes al glifosato, lo que ha obligado a los productores a aumentar la cantidad y variedad de herbicidas necesarios para controlarlas.
Este aumento del uso de pesticidas en la producción de alimentos tiene graves consecuencias ambientales negativas. Estos mismos pesticidas también están implicados en problemas de salud graves, como cáncer, enfermedades crónicas y deterioro del desarrollo infantil.
Dado que el modelo tecnológico basado en semillas transgénicas resistentes a glifosato se está desmoronando, las corporaciones de la biotecnología creen que van a solucionar los problemas que éste ha generado en el agro, por medio de apilar más y más genes de resistencia a herbicidas cada vez más tóxicos… y es sólo cuestión de tiempo para que emerjan nuevas resistencias a esos nuevos herbicidas.
Este nuevo evento es una solución a muy corto plazo para los agricultores que han adoptado la agrobiotecnología como la matriz productiva.
Bayer (propietaria de Monsanto) ha solicitado la liberación del maíz MON 87429 al Food Standards Australia New Zealand (FSANZ) y a la Agencia para la aprobación de alimentos de Canadá y el EFSA en la Unión Europea.
La Red Nueva Zelanda Libre de Transgénicos (GE-Free NZ) está muy preocupada porque este nuevo evento transgénico puede exponer a los consumidores en Nueva Zelanda y de Australia a mayores niveles de químicos tóxicos [2]. Iguales preocupaciones tiene la Red de Acción de Biotecnología de Canadá [3]. Muchos de los químicos son probables cancerígenos, otros son disruptores endócrinos y producen diversos problemas de salud y daños a la biodiversidad.
La Red GE-Free NZ opina que las autoridades inevitablemente aprobarán el producto, a pesar de la ausencia de datos de seguridad sobre el impacto potencial del maíz transgénico que absorbe múltiples productos químicos, y sin investigar si hay mutaciones no intencionadas al combinar la edición de genes con la ingeniería transgénica [4].
Con eventos transgénicos más sencillos, las evaluaciones de la FSANZ se han basado en investigaciones insuficientes, datos inexactos y puramente teóricos. FSANZ ignora y pasa por alto selectivamente datos que revelan los problemas existentes con los eventos evaluados, dice la vocera de GE-Free NZ, Calire Bleakley [5].
“Permitir que un alimento sea rociado con un cóctel de herbicidas tóxicos que tienen un historial de efectos crónicos en la salud, es irresponsable y pone en peligro la salud pública”, “Cualquier pretensión de FSANZ y el foro ministerial de que la nueva variedad de maíz ha sido sometida a pruebas auténticas de seguridad es falsa e irresponsable en extremo”, añade Claire.
Los datos citados en la solicitud de Bayer provienen de Monsanto, quien luego de la información revelada en los últimos juicios en su contra, no se puede confiar.
Se sabe que los alimentos genéticamente modificados, altamente procesados y cultivados con pesticidas debilitan nuestro sistema inmunológico y nos hacen más vulnerables a las enfermedades, por eso debemos poner los esfuerzos en ese tipo de producción alimentaria.
Referencias:
[1] Application A1192 Food derived from herbicide-tolerant corn line MON87429 www.foodstandards.govt.nz/code/applications/Documents/A1192%20SD1.pdf
[2] Press Release: GE Free NZ. Tuesday, 14 April 2020, 4:36 pm
[3] Rethink Genetically Engineered Herbicide-Tolerant Crops. Red del Tercer Mundo. Third World Network Biosafety Information Service
https://biosafety-info.net/articles/traits-in-agriculture/call-to-rethink-genetically-engineered-herbicide-tolerant-crops/
[4] CRISPR-Cas12a has widespread off-target and dsDNA-nicking effects Murugan K, Seetharam A, Severin A. and Sashital D.
www.jbc.org/content/early/2020/03/11/jbc.RA120.012933
[5] Monsanto Papers/Secret documents www.baumhedlundlaw.com/toxic-tort-law/monsanto-roundup-lawsuit/monsanto-secret-documents/
Fuente: Red por una América Latina Libre de Transgénicos (RALLT) - RED POR UNA AMÉRICA LATINA LIBRE DE TRANSGÉNICOS
BOLETÍN 834
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Gobierno de Brasil autoriza nuevos agro plaguicidas
El 2019 fue el año de mayor número de plaguicidas registrados de toda la serie histórica del país suramericano. El Ministerio de Agricultura de Brasil autorizó, este lunes, el registro de un nuevo ingrediente activo y cinco genéricos que serán utilizados en la formulación de plaguicidas para los agricultores.
Con los datos más recientes, ya son 241 los registros publicados en el Boletín Oficial de Brasil en lo que va de año 2020. Estos últimos se suman a los 474 ya registrados en 2019, con el cual se marcó un récord en la serie histórica justo bajo el mandato de Jair Bolsonaro.
Se trata de seis plaguicidas más para uso industrial, es decir, productos que se utilizarán como materia prima en la preparación de agrotóxicos para los agricultores.
Del total aprobado, cinco ingredientes activos serían productos genéricos ya autorizados en Brasil en otras formulaciones. Sin embargo, la alarma se centra en el herbicida Piroxasulfone, una sustancia que tiene un registro autorizado en Estados Unidos, pero no en la Unión Europea.
También causa preocupación, entre las sustancias genéricas liberadas, el insecticida Dinotefuran, considerado "extremadamente tóxico" para uso industrial por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) del propio Ministerio de Agricultura.
Otro plaguicida autorizado es el insecticida Acefato, uno de los más vendidos en Brasil y prohibido en la Unión Europea por estar asociado con la pérdida de la fertilidad masculina. Sus desechos pueden causar la muerte de aves y especies marinas, como anfibios y peces.
Desde 2016, luego del Golpe parlamentario contra el Partido de los Trabajadores, se ha incrementado la curva de autorizaciones de agrotóxicos en la nación suramericana.
Fuente: TeleSUR
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