Patagonia Argentina / Vaca muerta: Añelo, una desigualdad no convencional

Añelo es una ciudad de contrastes, algunos naturales y otros no tanto. El boom de Vaca Muerta revolucionó al pequeño pueblo de casas bajas y calles de tierra, que crece entre las aguas del río Neuquén y las bardas, esa especie de muro árido de rocas rojas. Debajo de ese valle brota el gas y el petróleo que abastece de energía al país. Sin embargo, las familias que habitan esas tierras no tienen acceso a servicios básicos como el gas natural y el agua potable.

Por Silvina Fernández

La “Capital del Shale”, como le dicen las petroleras, está a cien kilómetros al noroeste de la ciudad de Neuquén. Es una de las localidades que más creció demográficamente en el país. En la década del 70 era un paraje de 75 personas. Con la explotación del gas en Loma de la Lata florecieron los campamentos de obreros en el yacimiento y en el pueblo. En los 80 ya había superado los 1000 habitantes. Mucho para esa pequeña localidad pero nada comparado con el crecimiento que tuvo desde el inicio de la explotación no convencional en el año 2012. Pasó de 2500 habitantes a 8500 permanentes y otros 25000 que circulan, de lunes a viernes, al ritmo de la actividad petrolera. Pero la expansión demográfica, como explica Martín Alvarez Mullally del Observatorio Petrolero Sur, no se acompañó con obras y políticas públicas que garanticen condiciones de vida mínimas para la población.

Llegando a Añelo por la ruta 7 se ven llamaradas de fuego entre naranja, rojo y negro. Son los mecheros que queman el gas sobrante. Todo un símbolo de la realidad que viven cientos de familias en el corazón de Vaca Muerta. “Da bronca que salga un gasoducto de Añelo a Buenos Aires y la gente de acá no tenga nada. Que no tenga los servicios básicos, que no tenga gas natural, agua o cloacas”, lamenta Luis Castillo, uno de los vecinos autoconvocados. “Queremos que el Gobierno le devuelva al pueblo algo de lo que le está sacando. Queremos que nos den lo que nos corresponde: infraestructura, servicios de luz, agua, gas, cloacas, asfalto y embellecimiento para el pueblo. Es lo mínimo que tendría que tener Añelo con toda la explotación que hay”, reclama Castillo.

Los vecinos y vecinas autoconvocados de Añelo volvieron a cortar las rutas 7 y 17 por falta de agua en el barrio La Meseta. “Es un problema que arrastramos hace 12 años. Pero esta vez ni siquiera el camión municipal nos abastece para llenar los tanques como habían hecho hasta hace un año. Esto nos colmó la paciencia”, dijo Carolina, una de las vecinas. Después de cuatro días de protesta lograron el compromiso del Gobierno de la Provincia de proveer agua potable mediante camiones e iniciar obras a corto y mediano plazo para que las familias puedan acceder al agua.
“Las protestas de las vecinas y vecinos que vimos en la localidad de Añelo son parte de lo que llamamos como la desigualdad petrolera no convencional. Es decir, una economía de características de enclave en el que hay una minoría altamente beneficiada y una mayoría de la población que no tiene las condiciones mínimas e indispensables para la reproducción de su vida”, explica el especialista del OPSur Álvarez Mullally. La falta de agua potable contrasta con las grandes cantidades de agua que utilizan las petroleras de la zona para la extracción de shale y tight a través del método del fracking. “Son más de 90 millones de litros de agua que se usan por cada pozo y hoy en Vaca Muerta hay 3100”, aseguran desde el OPSur.
El megaproyecto de Vaca Muerta se inscribe en un sistema energético que es altamente desigual y concentrado en grandes corporaciones que proyectan facturar 3 billones de pesos en el año 2023. Mientras la formación geológica estrella de la provincia de Neuquén produjo en octubre la mayor cantidad de crudo de los últimos 23 años, un 37.8 % de la población es pobre en la provincia de Neuquén. Las cifras del INDEC confirman lo que perciben más de 300 mil neuquinos y neuquinas que viven por debajo de la línea de pobreza: si crecen la producción y las ganancias empresariales pero también crece la pobreza, no hay progreso, hay saqueo, hay desigualdad.

Fuente: La izquierda diario

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