Amenazados por cinco omnicidios (Parte I y II)

La esperanza reside en las sociedades con prácticas democráticas deliberativas y tradiciones de compromiso cívico. Los países a caballo entre nuestro atormentado mundo están lamentablemente mal preparados para contrarrestar y prevenir cinco omnicidios ya en curso o que se ciernen amenazadores en el horizonte. Esto es cada vez más cierto con el paso anual de las oportunidades desatendidas. La brecha entre nuestros crecientes conocimientos y su aplicación a estas amenazas globales es cada vez mayor.

Ralph Nader

1. La crisis climática, mejor llamada violencia climática, que produce tormentas récord, incendios forestales, sequías, subidas del nivel del mar, inundaciones y olas de calor sin precedentes, es omnicida. El año 2023 fue el más caluroso de la historia. Ya se han perdido millones de vidas, y aún más personas sufren enfermedades y lesiones relacionadas con el clima. Además, la destrucción de propiedades es galopante. Las consecuencias de las catástrofes naturales son cada vez mayores en términos de daños a la agricultura, erosión del suelo, destrucción de hábitats (lo que lleva a la extinción de especies) y propagación regional de enfermedades transmitidas por insectos, como la malaria.
Las inversiones en mitigación y prevención prometidas en las convenciones internacionales sobre “cambio climático” no se han cumplido. La energía solar renovable está creciendo, sin duda. Sin embargo, el ritmo de las respuestas probadas que exige el acelerado calentamiento global está en niveles abismalmente bajos.

2. Las pandemias víricas y bacterianas son cada vez mayores. El transporte más rápido de portadores de infecciones que a menudo se transmiten zoonóticamente, las escasas colaboraciones, como entre China y Estados Unidos, y el aumento de las mutaciones provocadas por el hombre debido, por ejemplo, al uso excesivo e imprudente de antibióticos están agravando estos problemas. La proliferación de laboratorios con salvaguardas inadecuadas para su “ganancia de función” y los virus y bacterias que rompen la contención están suscitando escenarios alarmantes por parte de científicos de muchas disciplinas.
La pandemia Covid-19 se ha cobrado aproximadamente 15 millones de vidas entre 2020 y 2021, según la Organización Mundial de la Salud. Los especialistas afirman que no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo” se producirán futuras pandemias.

3. Los peligros omnicidas de las armas nucleares, químicas y biológicas no se están afrontando con los necesarios tratados internacionales de control de armamentos. De hecho, los tratados existentes entre Estados Unidos y Rusia están siendo rescindidos o suspendidos y los restantes corren el riesgo de no ser renovados ni actualizados. El uso de estas armas y su capacidad de lanzamiento se está descentralizando, con drones y bombas inteligentes de rápida innovación.
El Congreso de Estados Unidos no tiene fuerzas compensatorias en marcha, ni audiencias serias, ni defensores que afronten la necesidad de aplicar el conocimiento a la acción y obliguen a una Casa Blanca que construye imperios a trabajar para movilizar a aliados y no aliados por igual en todo el mundo para negociar tratados de paz que redunden en el interés propio percibido por todos. (Recuerden los tratados entre la antigua Unión Soviética y Estados Unidos).

Imagen de: EDUARDO LUZZATTI

4. La Inteligencia Artificial o IA es vista por los principales científicos y tecnólogos como la herramienta definitiva capaz de hacer avanzar un futuro catastrófico fuera de control. Las máquinas que se replican a sí mismas y se vuelven contra sus creadores ya no son ciencia ficción. Una advertencia coherente vino del experto informático Bill Joy en su artículo seminal publicado por la revista Wired el 1 de abril de 2000, titulado “Why the Future Doesn't Need Us“ (Por qué el futuro no nos necesita). En su tríada de horrores plausibles incluía la IA, la biotecnología y la nanotecnología y cómo se entrelazan entre sí.
Sin ningún tipo de regulación, estas tecnologías están siendo impulsadas por prioridades comerciales/corporativas de beneficios a corto plazo, con fuertes subvenciones y contratos gubernamentales. La opinión de los ciudadanos no forma parte de la ecuación.
En 2014, pesos pesados de la ciencia y la tecnología, encabezados por Stephen Hawking, publicaron una carta al mundo advirtiendo de los robots que podrían tomar el control de sus operaciones y replicar sus algoritmos dando lugar al control directo de los seres humanos, armas autónomas y otras confiscaciones de decisiones de la especie humana. Fue una noticia de uno o dos días en los medios de comunicación, seguida de un encogimiento de hombros mundial y vuelta a las andadas. El Congreso y los Parlamentos no están preparados y han hecho poco para desarrollar la legislación aplicable necesaria para frustrar este implacable impulso autoinfligido hacia el omnicidio.

5. Luego viene el omnicidio fundacional derivado de una oleada de dictadores electos habilitados por una sociedad civil excluida y en deterioro. El poder político y empresarial se concentra cada vez más en manos de unos pocos a expensas de la mayoría. En la mayoría de los países, la economía política ha convergido en un Estado Corporativo en constante maduración del que advirtió el Presidente Franklin D. Roosevelt en un mensaje al Congreso en 1938:
”La primera verdad es que la libertad de una democracia no está a salvo si el pueblo tolera el crecimiento del poder privado hasta un punto en que se hace más fuerte que su propio estado democrático. Eso, en su esencia, es el fascismo: la propiedad del gobierno por un individuo, por un grupo o por cualquier otro poder privado controlador.“
Los regímenes cleptocráticos se presentan en varios estilos, dependiendo de la etapa de desarrollo de la nación, y operan robando del futuro para enriquecerse y afianzarse en el presente. Tanto en los llamados países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo, están desplazando cualquier atisbo de democracias modestamente operativas capaces, con la primacía de los valores civiles y el Estado de Derecho, de prever y adelantarse a estos omnicidios que se avecinan. ¿Dónde está la esperanza?
Donde siempre ha estado, en las sociedades con prácticas democráticas deliberativas y tradiciones de compromiso cívico que se inclinan hacia gobiernos de, por y para el pueblo. Basta con que el uno por ciento de la población decida comprometerse y conectarse para empezar a invertir esta ominosa deriva hacia el precipicio.
Como dijo Thomas Jefferson: ”No conozco otro depositario seguro de los poderes últimos de la sociedad que el propio pueblo; y si pensamos que no está suficientemente ilustrado para ejercer su control con una sana discreción, el remedio no es quitárselo, sino informar su discreción mediante la educación...".

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International. Traducción de Raúl Sánchez Saura. Publicado en: Primera parte: Fuente: https://www.elsaltodiario.com/desconexion-nuclear/amenazados-cinco-omnicidios -  Segunda parte: Traducción de Raúl Sánchez Saura. - Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International. -  https://www.elsaltodiario.com/desconexion-nuclear/amenazados-cinco-omnicidios-ii - Imagen de portada: Democracia JAIME CINCA

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué