España: Fin a los biocombustibles elaborados con aceite de palma a partir de 2025

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha publicado este martes una orden ministerial para impedir, a partir de 2025, que los biocombustibles elaborados a base de materias primas asociadas a la deforestación puedan catalogarse como “renovables”. Por el momento, solo afecta a la palma y no a la soja.

En 2019, la Comisión Europea ya catalogó el aceite de palma como un elemento de alto riesgo de cambio de uso de la tierra y aprobó su eliminación gradual como combustible renovable a 2025 tras la publicación de informe que demostró que los biocarburantes producidos con esta materia prima y con soja generan tres y dos veces más emisiones que el diésel fósil, respectivamente. Lamentablemente la soja no se incluyó en la agenda, pero podría estarlo.

En España, la actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) que está en marcha sí tiene en cuenta la soja, como apunta Carlos Rico, de Transport & Enviroment. Por ello, según el especialista, sería cuestión de tiempo –si no cambia el borrador– que los biocombustibles fabricados a partir de esta materia prima también acaben desapareciendo como ya ocurre en países como Francia y Bélgica.
Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos, que aglutina a las petroleras que operan en España, consideran esta normativa “un instrumento necesario para dar certidumbre regulatoria a los operadores para las inversiones que tienen que acometer” y emplazan al Gobierno a adoptar la siguiente normativa europea, la RED III (Directiva sobre Energías Renovables).

En cuanto al fin del uso de materias primas que implican deforestación (como la soja y la palma), el lobby petrolero recuerda que era algo ya previsto por la legislación europea y que el sector está centrado en el uso de residuos (forestales, agrícolas, urbanos ) para la fabricación de combustibles renovables.
Prioridad al biogás y el hidrógeno
Y esta no es la única medida que ha tomado el Ministerio para la Transición Ecológica para alcanzar el objetivo de renovables para 2030. Según se ha publicado en el Boletín Oficial de Estado (BOE), también se incluyen la aviación y la navegación en el cálculo de los objetivos de descarbonización del transporte, junto con el transporte por carretera. Con ello, el Gobierno busca potenciar la producción de combustible de aviación (SAF), donde se prevé una capacidad de 1,6 millones de toneladas para 2030, o de e-metanol para buques.
Por otro lado, a partir de 2025, el biogás, el hidrógeno y los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO, por sus siglas en inglés) podrán computar para el cálculo de cumplimiento de los objetivos en materia de transporte, junto a biodiésel y bioetanol
“La regulación europea establece que la energía renovable debe representar al menos un 29% de la demanda para transporte al final de la década. El ordenamiento jurídico español establece una senda creciente de penetración para cumplir ese objetivo, centrada hasta ahora en biodiésel y bioetanol; por ejemplo, deben alcanzar un 12% en 2026″, explica el ministerio en un comunicado.
Los principales operadores de estos productos petrolíferos –liderados por Repsol, pero también por Cepsa, BP y Shell entre otros– deben incorporar estos biocarburantes en el mercado de un modo proporcional a sus ventas. De lo contrario, si no alcanzan los objetivos marcados, deberán abonar una compensación económica.
“La orden publicada hoy no modifica esa senda de penetración, pero potencia las energías renovables en el transporte, en detrimento de los combustibles fósiles, introduciendo varias mejoras, entre ellas la trasposición de varias disposiciones europeas con anticipación a los horizontes de aplicación previstos en ellas”, asegura la nota de prensa.
Actualmente, Repsol es la empresa fósil que más está apostando en España por los combustibles renovables, concretamente por los biocombustibles avanzados, un tipo de combustible renovable fabricado a partir de residuos como el aceite de cocina usado. Si bien se considera cero emisiones netas, sigue generando ciertas emisiones de gases de efecto invernadero y no soluciona el problema de contaminación del aire.
El objetivo de la empresa presidida por Antonio Brufau y dirigida por Josu Jon Imaz es tener más de 600 estaciones de este combustible para finales de año, el doble de las que tienen a día de hoy. Para 2025, la intención es llegar a las 1.500 gasolineras con diésel y gasolinas renovables.
Cambios en los certificados de biocarburantes
También ha habido cambios en el Sistema de Certificación de Biocarburantes y la Plataforma SICBIOS, empleada para supervisar el cumplimiento del objetivo de combustibles renovables en transporte. A partir de ahora, habrá seis categorías de certificados en función del origen, y se introducen certificaciones provisionales trimestrales y pagos de compensación anticipados, que aumentan en función del grado de incumplimiento de objetivos.
“Con un déficit de certificados superior al 75% de la obligación, el pago compensatorio es el vigente, de 1.623 euros por certificado deficitario; con un déficit del 60% al 75%, el pago se incrementa un 10%; y si no se alcanza el 60%, el pago aumenta un 25% y además se podrá inhabilitar al incumplidor”, detalla el ministerio.
Por último, la orden modifica el sistema de Garantías de Origen de los gases renovables, de modo que podrán incorporar criterios de sostenibilidad y reducción de emisiones de CO2, así como los requisitos para contabilizar como renovable la electricidad empleada para obtener combustibles renovables de origen no biológico.

Fuente: https://climatica.coop/biocombustibles-palma-no-combustibles-sostenibles/

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