El Mar Caribe, cada vez más parecido a un "desierto" marino
Los mares de hoy no tienen tantos tiburones ni ballenas azules como hace doscientos o trescientos años. Los caballitos de mar tampoco son abundantes. Pero el Mar Caribe –que siempre fue un símbolo de biodiversidad– es el que tiene peor pronóstico. Según el proyecto internacional Censo de la Vida Marina, presentado ayer en Vancouver, Canadá, esa zona paradisíaca va camino a convertirse en un verdadero "desierto" marino. No es la primera vez que los investigadores de los océanos se ocupan de las aguas caribeñas. Hace 10 años, Jeremy Jackson, uno de los más grandes ecólogos marinos, presentó un estudio que hacía foco sobre cómo esa región se había vuelto menos productiva como consecuencia de la sobrepesca de tortugas verdes. Los seres humanos comenzaron a capturar peces, mariscos y mamíferos marinos hace entre 30.000 y 300.000 años, es decir diez veces antes que lo que se creía hasta ahora, según indicaron ayer los investigadores que participan en este proyecto de largo plazo. En la pesca estaría una de las causas principales de la pérdida de diversidad que sufren hoy los mares. Los científicos señalaron que están recalibrando sus mediciones sobre la vida marina basándose en estudios históricos que se remontan a registros escritos y paleontológicos durante el pasado milenio. El informe fue presentado por expertos internacionales durante la Conferencia del Pasado de los Océanos en la Universidad de Columbia Británica, que se celebrará hasta mañana.Para elaborar este censo recurrieron a viejos diarios de navegación, textos literarios, informes de impuestos, registros de hielo y otros recursos. Con ellos intentan saber cómo cambió la diversidad en los océanos. El Censo de Vida Marina, que aún no está finalizado, es un primer intento de evaluar las aguas oceánicas del mundo y sus especies; su confección llevó a los científicos a regiones escasamente estudiadas o visitadas. Las cifras finales serán publicadas en 2010 en una enciclopedia online con una página para cada especie. Se estima que, para esa fecha, habrá aún más de un millón de especies desconocidas. Este histórico estudio pretende derribar ideas de tamaños, abundancias, hábitats y vulnerabilidad de la vida marina natural, indicó en un comunicado de prensa el equipo de investigadores que está a cargo de este proyecto internacional.
Fuente: clarin.com
------------------------------------------------------------------
¿Cuándo pescamos en agua salada?
Mark Kinver
BBC, Medio Ambiente
Los pescadores medievales se lanzaron a los mares abiertos por primera vez en el año 1.000 como consecuencia de una aguda merma en la cantidad de peces grandes en las aguas dulces, sugieren investigadores.
Los científicos explican que la disminución en el tamaño y la cantidad de los peces de agua dulce se debió, probablemente, al incremento en la población y a los niveles de contaminación.
El estudio forma parte de una serie de investigaciones que examinan el impacto de los seres humanos en la vida bajo el agua a lo largo de la historia.
"Las espinas de los peces se encuentran en sitios arqueológicos alrededor de toda la parte noroccidental de Europa", explicó a la BBC el coautor James Barrett, del Instituto McDonald para la Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge.
"Lo que hemos hecho es empezar a unir parte de la información que se ha recolectado".
Esto implica analizar las espinas de los peces para determinar de qué especie provienen y de qué período.
"No es ninguna ciencia, es sólo observar la proporción de las especies que son únicamente de agua dulce, como el lucio... y aquellas que son exclusivamente de agua marina, como el bacalao y el arenque, agregó Barrett.
Causas varias
"A fines del primer milenio se da un gran giro en la dependencia de los peces de agua dulce hacia las especies marinas. Cuando miras cuidadosamente las espinas de los peces de agua dulce en el sitio de York, donde se juntó una gran colección, puedes ver que la longitud de los peces va disminuyendo con el tiempo", informó el experto.
Pero en cuanto a las causas del cambio, Barrett advirtió que sería inapropiado identificar una sola razón.
"Ciertamente, una de las hipótesis más simples es que los peces de agua dulce ya no eran suficientes para satisfacer la demanda.
"Probablemente, esto se haya debido a dos razones: una porque hubo una reducción en la disponibilidad de los peces de agua dulce como resultado de la pesca excesiva, o por cosas tales como gente construyendo embalses para molinos de agua.
"La segunda razón podría ser que simplemente habría más personas".
Barrett agregó que en ese periodo se registró una rápida expansión de pueblos y ciudades en el noroeste de Europa.
"Esto significa que hubo una creciente presión sobre los peces de agua dulce y que se produjo un incremento en la demanda que probablemente no pudo ser satisfecha aunque los recursos se hubieran mantenido estables".
Cambios en el tiempo
La investigación del equipo de Barrett será uno de los estudios de una serie de proyectos que forman parte de la Historia de las Poblaciones de Animales Marinos (HMAP, por sus siglas en inglés) del Censo sobre la Vida Marina.
El proyecto tiene por objetivo resolver un número de interrogantes, incluyendo cómo la diversidad y distribución de animales marinos han cambiado en los últimos 2.000 años y qué factores forzaron o influyeron estos cambios.
El profesor Poul Holm, director global del proyecto HMAP, dijo que la historia de los animales marinos había sido uno de los grandes interrogantes de nuestra era, pero señaló que los últimos avances científicos les están permitiendo a los investigadores una mayor comprensión del tema.
"Sabemos que la distribución y abundancia de las poblaciones marinas cambiaron drásticamente en el tiempo. El clima y la humanidad fuerzan los cambios y, mientras pocas especies marinas se han extinguido, ecosistemas marinos enteros se han agotado sin posibilidad de ser recuperados", explicó Holm.
"Comprender los patrones históricos de la explotación de recursos, e identificar lo que en realidad se ha perdido en el hábitat, es esencial para el desarrollo e implementación de planes de recuperación de ecosistemas marinos agotados", concluyó.