Cómo las ballenas ajustan su oído para protegerse
Algunos estudios demostraron que ballenas y delfines están siendo dañados por ruidos producidos por la actividad humana, por ejemplo, a través de sonares utilizados en navegación o maniobras militares y pistolas de aire usadas en la exploración de gas y petróleo.
Victoria Gill
BBC, Ciencia
Para muchas ballenas y delfines, el mundo se define por sus sonidos.
Estas especies utilizan sistemas de ecolocalización para navegar y cazar, basándose en el rebote de las ondas que emiten para localizar objetos.
Navegar de esta forma requiere una capacidad auditiva altamente desarrollada. Científicos en Estados Unidos descubrieron ahora que este sentido puede ser ajustado y afinado.
Paul Nachtigall, del Departamento de Zoología de la Universidad de Hawaii, y Alexander Supin, de la Academia Rusa de Ciencias, midieron el registro auditivo de una ballena y encontraron que podía reducirlo cuando anticipaba ruidos fuertes.
Ondas cerebrales
Los investigadores venían monitoreando los sentidos de Kina, una falsa orca u orca negra (Pseudorca crassidens), mientras cazaba.
Estos animales, al igual que los delfines, las orcas y los cachalotes, emiten sonidos de alta frecuencia o clicks y luego decodifican el eco producido por objetos circundantes para localizar a sus presas.
La falsa orca es similar a primera vista con la orca (Orcinus orca) y también ataca a otros cetáceos.
Para estudiar la capacidad auditiva de Kina, los científicos necesitaban comprender que sucedía dentro de su cráneo.
"Toda su cabeza funciona como un gran mecanismo auditivo", dijo Nachtigall. "Hay muchas vías por las que el sonido llega hasta los oídos".
Los científicos colocaron sensores para medir la actividad eléctrica en el cerebro de Kina.
"Los sonidos más altos producen ondas cerebrales más grandesto Li y los sonidos menos intensos producen ondas menores", explicó Nachtigall.
Los investigadores hicieron que Kina escuchara un tono neutral y luego una secuencia de pulsos de sonido de cinco segundos a 170 decibeles, el equivalente a los producidos por un rifle disparado a un metro de distancia.
Luego de un tiempo Kina aprendió que el tono neutral precedía a la secuencia de sonidos intensos. Cada vez que escuchaba el sonido neutral, un beep, la ballena ajustaba su sensibilidad auditiva de forma que las ondas cerebrales producidas por los ruidos intensos se hacían menores.
Advertencia
Nachtigall cree que los mamíferos que utilizan ecolocalización pueden haber desarrollado esta capacidad de ajuste para protegerse de sus propios ruidos.
"La investigación nos hace más optimistas. Los delfines y ballenas pueden ajustar su sentido auditivo para protegerse si se les advierte adecuadamente"
Paul Nachtigall, Universidad de Hawaii
"Los sonidos que producen son muy altos, pueden superar los 230 decibeles", dijo el investigador a la BBC.
Los científicos esperan que su descubrimiento pueda ser utilizado en el futuro para proteger a los mamíferos marinos en su medio silvestre.
Algunos estudios demostraron que ballenas y delfines están siendo dañados por ruidos producidos por la actividad humana, por ejemplo, a través de sonares utilizados en navegación o maniobras militares y pistolas de aire usadas en la exploración de gas y petróleo.
"La investigación nos hace más optimistas. Los delfines y ballenas pueden ajustar su sentido auditivo para protegerse si se les advierte adecuadamente", dijo Nachtigall.
"Lo que queremos definir ahora es cómo darles esa advertencia en forma efectiva".
Los científicos presentaron su trabajo en Acoustics 2012, la reunión internacional sobre acústica que tiene lugar esta semana en Hong Kong.