Turbinas eólicas bajo el mar
Las turbinas marinas de Toshiba trabajan por parejas, van ancladas al fondo en zonas donde las mareas y el oleaje es intenso. Ese movimiento de las gigantescas hélices, así como los cambios de temperatura del agua, serán los encargados de producir energía eléctrica más limpia en Japón.
Oír hablar de turbinas submarinas no es nuevo, pero el plan iniciado por Toshiba en Japón es uno de los más serios que se han puesto en marcha hasta la fecha de forma comercial. Tras aprovechar la energía de las mareas o las olas con sistemas de compuertas, toca pasar a la acción con turbinas eólicas bajo el mar. No es que funcionen con el viento como las de superficie, pero la forma y funcionamiento es similar.
Toshiba y IHI Corporation, tras años de pruebas (desde 2011), han sido finalmente las elegidas por la New Energy and Industrial Technology Development Organization (NEDO) de Japón para iniciar una instalación comercial real que se pondrá en funcionamiento ya, y quedará completada en 2017. Si la misma tiene éxito, Japón podría considerar una implantación a mayor escala que le permita derivar la generación de energía a este tipo de instalaciones más seguras que las actuales y también con menos impacto de CO2 en la atmósfera.
Las turbinas marinas de Toshiba trabajan por parejas, van ancladas al fondo en zonas donde las mareas y el oleaje es intenso. Ese movimiento de las gigantescas hélices, así como los cambios de temperatura del agua, serán los encargados de producir energía eléctrica más limpia en Japón.
En Irlanda hay otra instalación similar, de Siemens.
Toshiba y IHI Corporation, tras años de pruebas (desde 2011), han sido finalmente las elegidas por la New Energy and Industrial Technology Development Organization (NEDO) de Japón para iniciar una instalación comercial real que se pondrá en funcionamiento ya, y quedará completada en 2017. Si la misma tiene éxito, Japón podría considerar una implantación a mayor escala que le permita derivar la generación de energía a este tipo de instalaciones más seguras que las actuales y también con menos impacto de CO2 en la atmósfera.
Las turbinas marinas de Toshiba trabajan por parejas, van ancladas al fondo en zonas donde las mareas y el oleaje es intenso. Ese movimiento de las gigantescas hélices, así como los cambios de temperatura del agua, serán los encargados de producir energía eléctrica más limpia en Japón.
En Irlanda hay otra instalación similar, de Siemens.
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