Chile: Sequía golpea a forestales: árboles crecen menos y aumentan incendios


La rotación de especies como eucaliptos podría retrasarse dos a tres años 
por la escasez de agua.

La industria forestal, que en 2014 exportó cerca de US$ 6 mil millones, está acusando impactos por la prolongada sequía en el país, fenómeno que también ha afectado a sectores del agro y la disponibilidad de agua para consumo humano.

Según entidades y firmas del rubro, una sequía prolongada —en Chile suma casi cinco años— merma el crecimiento de los árboles, pues en bosques estresados por falta de lluvias las especies son más pequeñas tienen menor diámetro y están más expuestas a plagas.
A la vez, la rotación de los árboles —desde que empiezan a crecer y hasta que son cosechados— es más lenta, pudiendo retrasarse hasta dos o tres años. Esto, considerando que el recambio en el caso de los pinos es de 20 a 25 años y en los eucaliptos de 10 a 14 años, explicó el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) Fernando Raga. “Eso significa un impacto económico muy serio, además de no poder contar con la madera cuando se programaba”, sostuvo.
Raga añadió que una sequía prolongada también puede afectar en uno o dos puntos la rentabilidad de las plantaciones o bosques, que ronda 5% a 8%.
Fernando Rosselot, director ejecutivo del Instituto Forestal (Infor), vinculado al Ministerio de Agricultura, señaló que podría producirse una reducción de entre 6% y 8%, o mayores, en el crecimiento de los árboles sin temporadas de precipitaciones normales en los próximos años.
El secretario general de Empresas CMPC, Gonzalo García indicó que “bajo una condición de sequía en una plantación de edad adulta se puede afectar su crecimiento hasta en un 30% del volumen de madera anual. Por lo anterior, las pérdidas de tres años de sequía severa equivalen a lo que se produce en un año de crecimiento bajo condiciones normales”.
La escasez de lluvias también ayuda a la generación de incendios, pues a la intencionalidad humana se agrega la sequedad de los bosques. “Años secos como este, con altas temperaturas y vientos, favorecen la propagación de incendios”, comentó el gerente general de Empresas CMPC, Hernán Rodríguez.
Según datos de la Corma, la última temporada de incendios fue la peor de la historia para el sector forestal tras la quema de 20 mil hectáreas 37% más que igual lapso previo. En los últimos 15 años, el promedio anual de superficie afectada por siniestros llegaba a siete mil hectáreas con pérdidas económicas de US$ 50 millones por temporada, lo que se elevó a US$ 70 millones en el último período.
Para enfrentar la sequía, Rosselot comentó que dentro de las medidas que se están evaluando está el manejo de las microcuencas abastecedoras de agua.
Esto implica reducir la densidad de las plantaciones para lograr menor intercepción por parte de hojas y ramas, y para que las aguas lluvia lleguen directamente al suelo y así se infiltren hacia las napas subterráneas.

Fuente: El Mercurio

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