Francia mantiene helicópteros militares para neutralizar los drones que sobrevuelan sus centrales nucleares



Eran las 9:00 horas de este lunes, cuando un helicóptero militar francés inició la persecución de un drone en los alrededores de la central de Golfech Neupic 03 de diciembre de 2014 

El nerviosismo por el prolongado misterio de los vuelos de drones sobre centrales nucleares francesas se prolonga. Los episodios –generalmente nocturnos y en varias centrales a la vez- comenzaron a registrarse en octubre del año pasado y representan un peligro para la seguridad de Francia. Si hace algunas semanas, tras una reunión de urgencia, Interior decidía permitir a los visitantes de las centrales que disparasen contra los drones, ahora el Gobierno ha dado luz verde a su fuerza aérea militar para que se encargue del asunto. 
El 5º Regimiento de Helicópteros de Combate de Pau está formado por 52 Gazelle y numeroso Puma. Con más de 90, es la cuarta mayor base de helicópteros de Europa. Sus efectivos están preparados para el combate aéreo y han estado presentes en casi todos los grandes conflictos militares en lo que se ha involucrado Francia: desde la guerra del Golfo hasta Somalia, Afganistán, o Libia. Dentro de sus fronteras, hasta el momento, esta fuerza aérea se ha centrado sobre todo en misiones especiales relacionadas con desastres naturales y luchar contra los incendios forestales. Estos helicópteros pueden además hacer uso de ametralladoras y lanzar misiles aire-tierra. 
Seis drones simultáneos 
Los servicios de inteligencia barajan todas las hipótesis, aunque cada vez es menos probable que se trate de un “juego de niños” como sugirió inicialmente el Gobierno, o que sean reivindicaciones de Greenpeace, grupo ecologista que ya se ha desvinculado públicamente de estos incidentes, y que acostumbra a reivindicar sus propias acciones. Además, los extraños vuelos de drones sobre centrales nucleares francesas se producen de una manera coordinada: a finales de octubre, en una misma madrugada, seis drones sobrevolaron seis centrales nucleares francesas simultáneamente. 
Radares militares 
Además del dispositivo aéreo encargado a la fuerza militar –hasta ahora otro de los problemas era el vacío de competencias entre la seguridad de las centrales y la seguridad del espacio áreo de las mismas-, se han instalado radares militares en diferentes centrales, como La Hague y Flamanville. La propia organización Greenpeace envió la pasada semana un nuevo informe al gobierno francés sobre las carencias de seguridad de sus centrales y el peligro de que los vuelos de los drones sean el reconocimiento previo a un ataque terrorista. Los detalles del informe permanecen bajo secreto por razones de seguridad, aunque sí ha trascendido que pone de manifiesto la vulnerabilidad de los centros nucleares franceses. Por su parte el presidente de la ASN, máxima autoridad en seguridad nuclear, asegura que detrás de los vuelos de drones sobre centrales puede haber también un plan para “desestabilizar el sistema de producción de energía” o incluso planear “el robo de materiales nucleares”. 
La “pesadilla” de la ciudad de la luz 
Con la prolongación del misterio se han multiplicado las hipótesis. Una creciente fiebre por la seguridad energética se extiende por el país. En París, se teme que la “ciudad de la luz” pueda terminar bajo tinieblas como consecuencia de un plan de sabotaje preestablecido, que se estaría preparando a conciencia con estos vuelos sobre las centrales, y que las autoridades no están siendo capaces de cortar por el momento. 
Aumentan cada año las preocupaciones en los responsables energéticos franceses que, admiten hoy que dañando levemente alguna central en momento punta de consumo, podría desencadenarse toda una “pesadilla energética” ya que EDF y ERDF no podrían garantizar el suministro de energía a toda Francia.


Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué