El iceberg B-15 cumple quince años a flote en la Antártida B-15 se desprendió de la plataforma de hielo Ross a finales de marzo de 2000.
Se trata de uno de los más grandes icebergs jamás observados, que mide unos 270 kilómetros de largo y 40 kilómetros de ancho, casi tan grande como el Estado de Connecticut o la provincia de Burgos.
En marzo se han cumplido quince años de que el iceberg gigante b-15 se mantiene a flote alrededor de la Antártida, al menos lo que queda del enorme pedazo de hielo. B-15 se desprendió de la plataforma de hielo Ross a finales de marzo de 2000. Se trata de uno de los más grandes icebergs jamás observados, que mide unos 270 kilómetros de largo y 40 kilómetros de ancho, casi tan grande como el Estado de Connecticut o la provincia de Burgos. Quince años después, el Centro Nacional del Hielo de Estados Unidos informa que ocho fragmentos subsisten del bloque original. Los icebergs o sus fragmentos deben medir por lo menos 19 kilómetros (12 de largo con el fin de ser nombrados y recibir seguimiento por parte del centro. De acuerdo con el informe semanal del NIC del 3 de abril de 2015, el fragmento más grande era B-15T, que mide 52 kilómetros de largo y 13 kilómetros de ancho. El Operative Land Imager (OLI) en el Landsat 8 tomó esta imagen de color natural de B-15T, el 14 de enero. El iceberg se encuentra en medio del hielo marino de la costa de Princesa Astrid, justo al este de su posición en la foto en una imagen adquirida el 5 de abril por el Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS) a bordo del satélite Terra de la NASA. Muchos icebergs quedan atrapados en las corrientes que circundan la Antártida y luego, eventualmente giran hacia el norte y se rompen. Sin embargo, los icebergs que se quedan atrapados en las aguas costeras frías pueden persistir durante décadas. ep
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Finlandia: Los largos y fríos invierno que ya nunca volverán
Así nos resume Tiina, presidenta del Parlamento Sami su experiencia sobre los impactos del cambio climático en la tierra Sami finlandesa. Nos ha recibido hoy, sábado por la mañana, con prisas porque había dejado a su marido cuidando de su hijo pequeño y se tenía que ir a dar de comer a sus renos.
“Soy joven y me han contando historias de largos y fríos inviernos, yo nunca los he vivido. Ahora los inviernos duran poco y los huevos de mariposa no se mueren y eso es malo, porque en verano los gusanos se comen las hojas de los árboles. El invierno protege nuestra naturaleza” Tiina Sanila – Aikio, Presidenta del Parlamento Sami Así nos resume Tiina, presidenta del Parlamento Sami su experiencia sobre los impactos del cambio climático en la tierra Sami finlandesa. Nos ha recibido hoy, sábado por la mañana, con prisas porque había dejado a su marido cuidando de su hijo pequeño y se tenía que ir a dar de comer a sus renos. Elena Anaya y Gemma Mengual junto a la presidenta del Parlamento Sami Otra vez, en nuestro tercer día de expedición, el Ártico nos recibe con una temperatura inusualmente cálida, sobre los -5ºC y un cielo despejado, un sol brillante que no nos deja quitarnos las gafas de sol ni un minuto. El Parlamento Sami es un edificio magnífico en el centro de Inari y con orgullo en el hall de entrada nos enseña Tiina los diferentes gorros tradicionales que llevan las mujeres Sami. Los gorros distinguen tu estado civil: soltera, casada, viuda...Nos cuenta Tiina que están trabajando para modificar esos gorros y que distingan también a la nueva mujer más allá de la soltera, la casada y la viuda. Ahora hay muchas mujeres divorciadas, subraya. Afortunadamente, la cultura Sami permite modificar su artesanía y cambiar sus trajes tradicionales. Esto es bueno, remata Tiina, significa que nuestra cultura está viva. Luego seguimos hablando de cómo ahora el calendario tradicional Sami no se ajusta a las estaciones reales y vuelve a destacar lo que nos contaban ayer los guías Sami: ahora los inviernos son más cortos. Nos dirigimos más al norte, a Utsjoki, en la frontera con Noruega, el paralelo 69ª del planeta. Continuamos con el día soleado y comentamos con Gemma Mengual y Elena Anaya lo que nos contaba la Presidenta de su problema para modificar los calendarios tradicionales de forma que se ajusten a los rápidos cambios que nuestro modo de vida está causando aquí en las estaciones del Ártico. Y mientras, en el otro lado del mundo, en el paralelo 36º, mucho más al sur, seis activistas están protestando subidos a un monstruo de hierro para impedir que la petrolera Shell alcance el Ártico. Shell sí que quiere modificar el calendario, Shell sí que quiere inviernos más cortos. Seguimos con nuestra expedición, cruzando bosques de abetos y abedules. Los seis activistas después de 100 horas siguen cruzando el Pacífico hacia el Ártico. Y todos soñamos con un invierno sin petroleras. Soñamos con un invierno que siga protegiendo la naturaleza.
Fuente original: http://www.greenpeace.org/