Los científicos argentinos contra el desmantelamiento del Conicet

El directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet)  expresó el total rechazo a la decisión de limitar al 31 de marzo la renovación de contratos de personal administrativo y técnico de la institución, que alcanza a 1.600 empleados. Es la primera resistencia de las autoridades legítimas de una institución del Estado a la eliminación injustificada de personal esencial. El documento busca evitar el recorte anunciado por el gobierno del ultraderechista Javier Milei, que busca reducir entre un 20 y 30 por ciento del personal de la administración pública nacional, y advierte que el personal que se intenta eliminar resulta «esencial» para la formación de «el futuro de la ciencia nacional y del desarrollo federal del país».

Por Rubén Armendáriz

El directorio, integrado por ocho miembros, advirtió también a la Casa Rosada que el Conicer «cuenta con un Plan Estratégico 2022-2025 y debe regir su funcionamiento» bajo ese paragüas acordado en leyes votados por el Congreso. El documento fue suscito por los ocho miembros, incluyendo los representantes de las empresariales Unión Industrial Argentina y la Sociedad Rural
«La recepción en forma verbal de una orden de reducir la planta de personal basada en un porcentaje arbitrario de ésta es la antítesis de una decisión basada en evaluaciones de desempeño o en criterios de razonabilidad y pertinencia de las tareas que se realizan», descalificó el directorio del Conicet la medida del presidente Milei.
El documento advierte que el rol de los trabajadores que Milei busca dejar en la calle resulta «esencial» para la formación de «el futuro de la ciencia nacional y del desarrollo federal del país». El Conicet goza de amplio reconocimiento tanto a nivel regional como internacional.
Milei impuso como presidente del Conicet a Daniel Salamone –un veterinario y biotecnólogo, conocido por el mandatario por la clonación de sus perros–, pero la conducción del organismo es compartida con el directorio conformado por cuatro investigadores activos de las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades, cuatro por el Consejo de Universidades, organizaciones representativas de la industria y del agronegocio  y de los máximos organismos responsables de la ciencia y la tecnología de los gobiernos provinciales.

Esos integrantes del directorio denunciaron, tras una asamblea extraordinaria, que el plan de recorte que anuncia el Gobierno carece «de la mínima formalidad que requiere un organismo público para su gobernanza». «Dejar al Conicet sin el personal administrativo y técnico necesario implica paralizarlo y poner en riesgo el funcionamiento de un actor central del sistema de ciencia y tecnología nacional»,
Según detalla el documento, los 1.600 empleados administrativos y técnicos cuyos contratos podría no ser renovados en abril son «esenciales» para el funcionamiento de las carreras de investigador (de 12.150 miembros); del personal de apoyo (3.050 miembros) y de 10.900 becarios doctorales y posdoctorales, que se forman en tareas de investigación científica y tecnológica. Es la primera vez que las autoridades de un organismo nacional se oponen abiertamente al recorte en los puestos de trabajo que busca imponer la gestión libertaria de La Libertad Avanza.

«Este personal administrativo y técnico contratado, altamente especializado y capacitado, trabaja en CONICET desde hace años dando soporte a los procesos de planeamiento, seguimiento y evaluación de actividades de investigación, y permite el funcionamiento de los más de 300 institutos y Centros Científicos Tecnológicos que se encuentran en todo el territorio nacional», explicó el directorio.
La reducción de entre 20 y 30 por ciento de los puestos de trabajo en la administración pública comenzó a dos semanas de la asunción presidencial, cuando se anunció la no renovación desiete mil contratos suscriptos en 2023.
Los integrantes del directorio del Conicet también manifestaron «preocupación» por la falta de certeza en relación con la formalización de los ingresos a la Carrera del Investigador Científico (CIC) 2022 y la efectivización de las promociones de la CIC, como de los concursos de Personal de Apoyo, y sostuvieron que los cambios ejecutados en esas áreas «van a tener consecuencias muy negativas que se van a prolongar por años».
Por último, el directorio le recordó al presidente Javier Milei que el Conicet cuenta con un Plan Estratégico 2022-2025, aprobado por las leyes de Ciencia, Tecnología e Innovación, de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. y  Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, que posiblemente el presidente y sus asesores ignoran.

Rubén Armendáriz. Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) Fuentes: CLAE / Rebelión

 

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