A contramano del sentido común: Italia decide utilizar la enegía nuclear como fuente energética



Han pasado 21 años desde el referéndum post-Chernóbil por el que el 80,6% de los italianos dijo "no" al uso de la energía nuclear. Ahora, su Gobierno ha decidido volver a utilizarla como fuente energética "limpia y económica".

El acuerdo lo firmaron Nicolas Sarkozy y Silvio Berlusconi en la reciente visita del presidente francés a Roma. La cooperación en materia de energía nuclear entre ambos países prevé la creación de una joint-venture entre las compañías Enel y Edf (Electricité de France), que se encargará de la construcción de cuatro centrales de tercera generación en territorio italiano. Producirán un total de 6.400 megavatios, que, según el Gobierno, cubrirán el 25% de la producción energética del país.
 
Piero Risoluti, experto de la IAEA (International Atomic Energy Agency) sostiene, sin embargo, que las cuatro centrales cubrirían "alrededor del 10%" de la producción energética. El Gobierno prevé comenzar las obras de la primera central en 2013 y que funcione en 2020.
 
Cuentas con el pasado
 
Las regiones y ayuntamientos italianos ya se han posicionado. De las 20 regiones, 11, con Piamonte a la cabeza (donde está el 80% de los residuos radioactivos de toda la península), han dicho ya un no rotundo a la nuclear. Fabio Callori, alcalde berlusconiano de Caorso enclave de la que fue la mayor central nuclear italiana se apresuró a afirmar, nada más conocer la decisión del Gobierno, que su Ayuntamiento "no está dispuesto a un futuro atómico hasta que no cierre cuentas con su pasado".
 
Las ONG también están, por supuesto, en contra. "La nuclear es una estafa", opina Felice Santarcangelo, del movimiento ambientalista NoscorieTrisaia. "Las centrales de tercera generación quizá den energía de aquí a diez años. Mientras, los ciudadanos tenemos que pagarla, sin ni siquiera saber si vamos a ver los frutos".
 
La población está, por su parte, dividida. Recientes sondeos del instituto independiente de investigación Demos señalan que el 47% de la población italiana sería favorable a la construcción de centrales nucleares y el 44% estaría en contra. De construirse las instalaciones en la propia provincia de residencia, el porcentaje de contrarios sube al 50%.
 
"El problema que hay que superar con respecto a la nuclear se resume con la expresión not in my backyard ("no en mi jardín")", afirma Roberto Mezzanotte, responsable nuclear de Ispra, la Entidad de Control Nuclear italiana. 
 
flickr - Nina Neri - www.publico.es
Fuente: Ecoticias.com  

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Chernobyl: "cada vez menos insectos"

Por: Victoria Gill


A dos décadas de la explosión en la planta nuclear de Chernobyl, la radiación todavía sigue ocasionando la reducción en el número de insectos y arañas.
Según investigadores que trabajan en la zona de exclusión que rodea a la instalación -ubicada en Ucrania- todavía hay una "fuerte presencia de degradación ambiental asociada con la contaminación".
El equipo encontró que abejorros, mariposas, saltamontes, libélulas y arañas fueron afectados.
Su hallazgo fue publicado por la revista especializada, Biology Letters.
Los profesores Timothy Mousseau de la Universidad de Carolina del Sur en EE.UU., y Anders Moller de la Universidad de Paris-Sud, trabajaron juntos en el proyecto.
Ambos investigadores habían descubierto anteriormente que la radiación -en bajos niveles- que se encuentra en el área, tenía un impacto negativo en la población de aves.
"Nosotros queríamos extender nuestra investigación para incluir a los insectos, mamíferos y plantas", dijo el profesor Mousseau.
"Este estudio es el siguiente de la serie", agregó el especialista.

Zona fantasma
El profesor Mousseau ha estado trabajando por cerca de una década en la zona de exclusión.
Es la parte contaminada con radiación que rodea las instalaciones que fueron evacuadas después de la explosión y que permanece efectivamente libre de habitantes humanos.

La vida silvestre realmente prospera en Chernobyl, debido a la poca influencia de los humanos en la zona
Sergio Gashchak, del Centro Chernobyl
Para este estudio usaron lo que Mousseau describe como un "estándar en técnicas ecológicas", un "transecto," que es trazar una línea física por un área determinada sobre la cual se cuenta el número de insectos y telarañas que son encontrados sobre la misma.
Al mismo tiempo, los investigadores portaban localizadores GPS y un dosímetro para medir los niveles de radiación, según explicó Mousseau.
"Tomamos transectos de zonas contaminadas en Chernobyl, Bielorrusia y en áreas libres de contaminación".
"Lo que encontramos fue el mismo patrón en esos lugares: el número de organismos decreció mientras que se encontraba más contaminación", explicó el investigador.
Prospera o muere
Sin embargo otros investigadores han cuestionado el estudio, argumentando que la carencia de actividad humana en la zona de exclusión ha sido beneficiosa para la vida salvaje.

El doctor Sergio Gashchak, del Centro Chernobyl, en Ucrania, descalificó los resultados.
El experto dice que llegó a "conclusiones que contradicen" los mismos datos que el equipo recolectó sobre las aves.
"La vida silvestre realmente prospera en Chernobyl, debido a la poca influencia de los humanos en la zona", dijo Gashchak a la BBC.
"Toda la vida apareció y se desarrolló bajo la influencia de la radiación, así es que los mecanismos de resistencia y recuperación evolucionaron para sobrevivir en esas condiciones", agregó el experto.
"Después del accidente, el impacto de la radiación superó la capacidad de los organismos, pero 10 años después del accidente, esos registros cayeron de 100 a 1.000 veces", concluyó Gashchak.
El profesor Mousseau respondió que su objetivo era el de descubrir los verdaderos daños ecológicos que acarrea la contaminación radioactiva.

Nota de BBCMundo.com:
http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/hi/spanish/science/newsid_7951000/7951040.stm

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