Patagonia como patrimonio de la humanidad
Por Manuel Martínez Opazo*
Codeff ha solicitado al Ministerio de Relaciones Exteriores que intervenga para que la Patagonia, si no en su totalidad al menos en parte, sea nombrada por Unesco como patrimonio de la humanidad.
La pasada semana subí a la base de las Torres del Paine, una postal viviente que se ha de conocer. Fui invitado por la gente del Barco por la Paz (Peace Boat), organización no gubernamental internacional, con sede en Japón, que trabaja para promover la paz, los derechos humanos, el desarrollo sustentable y el respeto por el medio ambiente.
Con su labor pretende crear conciencia y conseguir cambios sociales y políticos. Peace Boat organiza programas educativos globales, de turismo responsable, proyectos de cooperación y campañas de sensibilización.
Estando allá y preguntándome por qué somos tan elementales frente a la naturaleza, a la que vemos ajena a nuestro cotidiano quehacer, enfrento el tema sobre cómo cada cierto tiempo con más fuerza defendemos y nos hacemos más conscientes de nuestro entorno.
Hace dos años me decidí a trabajar en la defensa de nuestros entornos, donde junto a otras personas nos oponemos rotundamente a mancillar nuestro hábitat con proyectos cortoplacistas, como el levantamiento de centrales termoeléctricas a carbón.
Hemos levantado la voz y hecho manifestaciones contra el proyecto Los Robles, cuyo gestor es la transnacional AES-Gener. Gracias a la crisis -que si bien es negativa, en este término resultó ser nuestra aliada- se logró frenar en parte esta embestida transnacional.
Pero Patagonia es una zona despoblada, que puede caer en manos de inescrupulosos y mezquinos que sólo ven las riquezas naturales para sus fines lucrativos de corto plazo.
Pretenden instalar centrales hidroeléctricas, importándoles muy poco la preservación del medio ambiente y menos los habitantes. Importante resulta que los ciudadanos se organicen y por eso es para aplaudir lo sucedido el sábado 14 de marzo en la Región de Aysén, donde un grupo de pobladores de Coyhaique, Puerto Aysén, Bahía Murta y Cochrane, entre otras localidades, encabezados por el obispo Luis Infanti, se dieron cita en el valle del río Ibáñez y de la cuenca del Baker, con la finalidad de exigir la devolución de las aguas para la subsistencia de las comunidades ayseninas.
En los años 70 el cobre se nacionalizó, aunque sabemos que hoy es casi un mito. Ha pasado mucha agua bajo el puente y los tentáculos de grupos de poder han ido entregando terreno a este recurso escaso que nos pertenece a todos.
Las aguas corren un mismo destino, en manos de otros que no son chilenos y que sólo mantienen el deseo de que en el mundo se agudice el problema de escasez del recurso para sacar provecho a zonas provistas de aguas milenarias.
¿Hacemos algo para que esto no sea así? ¿Existe alguna ley que proteja estas zonas? Codeff ha solicitado al Ministerio de Relaciones Exteriores que intervenga para que la Patagonia, si no en su totalidad al menos en parte, sea nombrada por Unesco como patrimonio de la humanidad.
Esta propuesta fue ingresada hace varios años, pero la Dirección de Fronteras y Límites lo único que ha hecho es no dar respuestas y entorpecer tal posibilidad.
Si el Gobierno de la Presidenta Bachelet es capaz de dar un paso tan digno de aplauso, declarando nuestras costas como santuario ballenero, ¿por qué no se consagra con un logro tan grande como darle a Chile el honor y justo título de convertir la Patagonia en reserva ecológica de la humanidad?
En caso de que ella no lo haga, ¿en qué parada estarán los candidatos presidenciales y parlamentarios? Es la hora de que los ciudadanos se movilicen y logren que los candidatos asuman un verdadero compromiso con el medio ambiente y la ecología.
La preservación de los recursos naturales no es para que otros asuman en algún momento el punto. Es tema de hoy, vigente y urgente.
Subí las Torres del Paine, donde Marcelo Noria, guía turístico, nos instruyó con una serie de datos que complementan mi preocupación y la de muchos otros.
Los paisajes me hacen reflexionar y preguntarme: ¿tendrán posibilidades de hacer este ascenso mis sucesores y conocer estos parajes? Ojalá muchas generaciones lo logren sin tener que quedarnos con la foto del recuerdo de quien sí pudo estar.
Estamos comenzando un desequilibrio sistémico global, producto del calentamiento global; datos científicos dan cuenta de que los glaciares de los campos de hielo norte y sur en el período 1995-2000 se adelgazaron a una tasa dos veces mayor que en los 20 años previos.
Es hora de no seguir pensando en qué haremos, es hora de tomar las medidas urgentes y apropiadas. Llega la hora de que los ciudadanos sepan que sus autoridades están preparadas para luchar juntos a ellos y no a favor de los intereses mezquinos de las transnacionales.
*http://cianuronews.wordpress.com
La NaciónCl