Canadá emplea tácticas de república bananera para evitar el bochorno en el juicio de las focas




Escrito por Sea Shepherd Conservation Society   


El Capitán Alex Cornelissen de Holanda y el Primer Oficial Peter Hammarstedt de Suiza, querían tener oportunidad en un tribunal para sacar a la luz la ineficiencia al Departamento de Pesquerías y Océanos (DFO) pero ese día no pudieron acudir a su juicio en Canadá. La comparecencia de los acusados a la corte estaba programada para hoy en Sydney, Nueva Escocia, por los cargos de haber sido testigos y documentar la matanza de focas sin el permiso del gobierno de Canadá, infringiendo las Regulaciones de Protección de las Focas.
Los dos hombres no pudieron comparecer a juicio por la simple razón que en abril de 2008 el gobierno de Canadá ordenó la deportación de por vida y los declaró personas non grata. No tienen permitida legalmente la entrada a Canadá y por tanto esta orden de deportación les obliga a no estar presentes en el juicio.
Además de ordenar la deportacion de los dos hombres con una orden que prohibe su entrada en Canadá, el DFO confiscó, sin una orden de arresto, el barco de la Sea Shepherd Conservation Society, Farley Mowat . Luego se ordenó la confiscación del barco y salió a subasta sin una vista o ni tan siquiera una citación o petición de comparecencia de los propietarios. Se robó el barco sin el debido proceso de la ley y se incautó sin cargos antes de fijar la fecha para que los dos acusados pudieran comparecer a juicio.
El gobierno debería haber sabido que un veredicto de no culpabilidad requeriría una explicación de cómo es posible que el barco sea incautado, confiscado y vendido antes del juicio. La solución era simplemente impedir a través de una orden de deportación la comparecencia de los acusados a su propio juicio y rechazar la readmisión para acudir al mismo. A fin de mantener confidencial esta obstrucción de la justicia, el gobierno simplemente rechazó iniciar un permiso de reentrada.
Además, la propiedad perteneciente a todos los demás tripulantes, que nunca fueron acusados por delito, fue incautada y confiscada sin el debido proceso de la ley. Esta propiedad incluía cámaras, portátiles, ropa, equipo y otros pertenencias.
El gobierno ni siquiera esperó al juicio antes de deportar a Cornelissen y Hammarstedt, prohibiéndoles la entrada a Canadá. Tampoco esperó al juicio para confiscar y vender el Farley Mowat.
Se negó un juicio al Capitán de Sea Shepherd, Alex Cornelissen y al Primer Oficial Peter Hammarstedt y se aprobó la sentencia de deportación y la confiscación de la propiedad privada sin el debido proceso de la ley.
Ahora se espera que el tribunal dictamine la no comparecencia de Cornelissen y Hammarstedt. Puede ser incautada su fianza de 10.000 dólares y puede que se emita una orden de arresto. Cualquier orden de arresto que se pronuncie sería inaplicable dado que los dos acusados no pueden entrar en Canadá para cumplirla ni pueden cumplirla legítimamente fuera de Canadá. Esto hace desaparecer el vergonzoso tema para el DFO canadiense. Prohibiendo la comparecencia de los dos acusados a su propio juicio, el gobierno no necesitará tener que defender sus acciones de un asalto armado y la confiscación de un buque holandés fuera de las aguas territoriales de Canadá. La prueba de la posición del barco quedó registrada en el GPS del Farley Mowat que fue retenido por el gobierno. Un juicio obligaría al gobierno a presentar esta prueba. La no comparecencia permitirá el cierre del caso sin tener que revelar la evidencia que podría poner al gobierno en un aprieto.
El acercamiento del gobierno canadiense a los que se oponen a la matanza de focas ha sido hostil, discriminatoria y un acoso a los activistas, incluyendo acusaciones difamatorias, desinformación y aplicación de mano dura.
Las 'Regulaciones de Protección de las Focas', que hace ilegal ser testigo o documentar la matanza de una foca sin el permiso del gobierno, son claramente Orwellianas en el contexto y una situación embarazosa para todos los canadienses.
Cuando se trata de la defensa de la matanza de focas, Canadá se comporta como una república bananera, despectiva con los derechos humanos y esquiva del debido proceso de la ley.
Por tanto, ¿cómo pueden acudir los acusados a un juicio cuando se les ha sido negado el permiso para entrar en un país? ¿Parece esto justo?

Fuente: Sea Shepherd Conservation Society 
(Trabajo de Traducción: Ocean Sentry - www.oceansentry.org)    

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