El alimento para el ganado como parte de la crisis global en las pesquerías
Según varios investigadores de la Universidad de la Columbia Británica, hallar una fuente alternativa de alimentación para pollos, cerdos y otros animales de granja reduciría notablemente la presión en las mermadas pesquerías de todo el mundo a la vez que contribuiría de manera positiva al cambio climático.
'Actualmente treinta millones de toneladas anuales, esto es, un 36 por ciento de las capturas mundiales de las pesquerías, son convertidas en harinas de pescado para alimentar a los peces de granja, pollos y cerdos,' señala el investigador de pesquerías de la Universidad de la Columbia Británica Daniel Pauly, coautor del artículo publicado esta semana, Oryx: The International Journal of Conservation.
'Mientras tanto, el 25 por ciento de lo niños en Perú, productor de la mitad de las harinas de anchoa mundiales, padecen malnutrición,' señala Pauly.
El artículo Oryx informa que nueve de las principales pesquerías del mundo e investigadores por la conservación, incluyendo cuatro de la Universidad de la Columbia Británica, revisaron la eficacia de las ultimas campañas por la conservación y la propuesta de nuevas estrategias para llevar a cabo cambios a gran escala.
'Sólo los cerdos y pollos en todo el mundo consumen seis veces más la cantidad de pescado consumido por los consumidores europeos y dos veces la cantidad consumida por Japón. Estos animales de granja tienen más impacto en nuestro abastecimiento de pescado que aquellos programas de certificación de pescado de más éxito.'
'Deberíamos trabajar para eliminar el despilfarro que supone el empleo de pescado comestible para la producción de ganado. Además, no es el alimento natural de los cerdos y pollos. ¿Cuando fue la última vez que viste a un pollo pescando?'
Muchas campañas de pescado sostenible se centran en el consumidor ignorando los impactos del mercado a gran escala, tales como la demanda de la acuicultura para la fabricación de harinas de pescado.
Tras promover y distribuir más de un millón de tarjetas de bolsillo- guías de bolsillo que advierten al consumidor sobre qué pescado es sostenible- , el Acuario de la Bahía de Monterrey llevó a cabo un estudio en el que reveló que no se había producido ningún cambio en el mercado y que la presión pesquera sobre especies objetivo no había disminuido.
'Los programas de certificación de pescado sostenible tales como las tarjetas de bolsillo han aumentado la concienciación por parte del consumidor pero están lejos de alcanzar aquellas en las cadenas de supermercados tales como Walmart, Whole Foods y Loblaw a través de una combinación de campañas de publicidad positiva y negativa," señala Jacquet, añadiendo que más del 60 por ciento del pescado en Canadá y la mitad del pescado en Estados Unidos se vende en supermercados.
Los autores también sugieren el establecimiento de estándares internacionales de etiquetaje de pescado sostenible, eliminando los subsidios dañinos a las pesquerías e influenciar la conservación a través de las inquietudes globales que existen para el cambio climático.
'Las pesquerías mundiales consumen 13 billones de galones de combustible al año sólo para la captura y desembarco de pescado, más combustible que el consumido por 22 millones de coches. El consumo de energía aumenta si incluimos el empleado para el transporte de pescado para su procesamiento y mercado.'
'En conjunto, alentamos a la gente a comprometerse más como ciudadanos y menos como meros ciudadanos con el mismo grado de implicación que tienen ante el movimiento del cambio climático global,' dice Pauly. 'Grandes problemas como la sobrepesca requieren esfuerzos que dirijan a un gran cambio.'
Fuente: oceansentry.org