ESPAÑA: Experto en física nuclear pide a la Junta de Extremadura que no conceda permisos de extracción de uranio
Francisco Castejón, físico nuclear, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) miembro y responsable del área nuclear de Ecologistas en Acción Estatal ha pedido a la Junta de Extremadura que "no conceda" los permisos de extracción de uranio, una medida que "ya ha adoptado la Junta de Castilla-La Mancha" en uno de los dos yacimientos de la comunidad en los que las multinacionales también se estudian las concentraciones de uranio.
Castejón hizo estas declaraciones con motivo de su visita el sábado a Don Benito (Badajoz), donde ofreció un conferencia titulada 'Minería de uranio en Extremadura' con motivo de la presentación del nuevo grupo de Ecologistas en Acción La Serena-Vegas Altas. Explicó que las empresas que investigan las reservas de uranio en Extremadura para solicitar, llegado el caso, permisos de extracción sólo pretenden "tomar posiciones" y especular. Castejón, dijo que las compañías como Berkeley Resources y Mawson, de Australia y Canadá, pretenden "un movimiento especulativo" que consiste en tomar "posiciones" en los yacimientos para abrirlos "tan sólo" si "el precio de este mineral se multiplica". Por tal motivo, explicó que las minas de uranio son una actividad Imprescindible" para el funcionamiento de las centrales nucleares, aunque a día de hoy el 100 por ciento de las instalaciones españolas importan este material. "Sólo sería rentable explotar las minas españolas", en caso de que el precio del uranio "se triplique", teniendo en cuenta la dispersión y la profundidad que presenta el uranio en la Península Ibérica. Al respecto, concretó que, en la actualidad, su precio se sitúa en unos 40 dólares el kilogramo, de modo que únicamente una "campaña masiva de instalación de nuevos reactores nucleares en el mundo" podría situarlo, por ejemplo, en los 130 dólares. Francisco Castejón dice que, hasta ahora, "no ha comenzado una campaña de instalación masiva de centrales" y que lo que hacen firmas como Berkeley Resources y Mawson es tomar "posiciones para el futuro". "Sólo abrirían las minas en caso de que su precio fuera altísimo". En estos momentos, apuntó, "el precio de las acciones de la empresa australiana se ha multiplicado por tres desde que se inició el proceso de estudio de las reservas de uranio españolas". DERECHOS DE EXTRACCIÓN Las dos empresas han solicitado permiso ante la Administración del Estado para comenzar un estudio de los recursos presentes en el subsuelo extremeño y determinar si es rentable una hipotética actividad minera. No obstante, "todo el proceso se podría paralizar si la Junta de Extremadura se reservara los derechos de explotación" Según el físico nuclear, tras el proceso de estudio, que también ha sido iniciado en las provincias de Salamanca y Guadalajara, las empresas podrían emprender trámites administrativos ante la Empresa Nacional de Uranio (Enusa), pero "el gobierno regional tiene la última decisión". Los estudios de viabilidad de explotación de uranio que realizan, tienen en cuenta la riqueza de la zona y la profundidad a la que se encuentran. Las concentraciones de uranio de la región extremeña "son abundantes", aunque "se encuentran muy dispersas" y se extienden, al menos, por los términos de las comarcas de Los Ibores, Tajo-Salor-Almonte y La Serena y Vegas Altas. SALUD Y MEDIO AMBIENTE El ecologista también hizo referencia a los supuestos "impactos" que la extracción del uranio generaría en la salud de las personas y el medio ambiente. Advirtió de que "los primeros afectados" serían los mineros, debido a que las explotaciones de uranio presentan "grandes concentraciones de radón 122". Se trata de un elemento "radioactivo y gaseoso" que se incorpora a los pulmones por inhalación y que puede afectar, dijo, al sistema renal y favorecer incluso la aparición de cáncer. La población cercana, en su opinión, "también se vería afectada", teniendo en cuenta que los trabajos de minería exigen "grandes movimientos de tierra" y que las partículas tóxicas "podrían viajar hasta los núcleos urbanos en forma de partículas de polvo". Además, los acuíferos cercanos a las minas "podrían verse contaminados ante las constantes explosiones necesarias para la extracción del material". Hizo referencia a dos estudios del Instituto de Salud Carlos III, del Ministerio de Ciencia e Innovación, publicados en dos revistas científicas de Estados Unidos en los que se afirma, según Castejón, que "la posibilidad de contraer cáncer de hasta un 60 por ciento más en poblaciones cercanas a lugares en los que hay minas de uranio". Por último, aseguró que el "impacto sobre el medio ambiente sería elevado", debido a que se trata de minas a cielo abierto que necesitan movimientos en el suelo de entre 200 y 500 toneladas de tierra.
Fuente: Ecologistas en Acción