Alarmas ante el modelo forestal celulósico -Uruguay
La forestación continúa avanzando en suelos productivos. Se calcula que Uruguay tiene más de un millón de hectáreas forestadas.
Casi medio millón de hectáreas de tierra se concentran en manos de dos poderosas empresas trasnacionales: 220.000 hectáreas UPM (Botnia) y 250.000 hectáreas Montes del Plata (Stora Enso + Arauco).
Hay alarma entre pequeños y medianos aserraderos uruguayos que enfrentan escasez y aumento del precio de la madera poniendo en riesgo alrededor de 2000 puestos de trabajo (1). Aserraderos locales de Paysandú tienen dificultades de abastecimiento de madera debido a que esta materia prima va hacia la planta de UPM-Botnia, situación que podría agravarse con la demanda adicional de la recientemente aprobada fábrica de celulosa que se instalará en Conchillas (2).
Estos son algunos de los impactos que deja la inversión extranjera en un modelo forestal/celulósico a gran escala, que extrae madera para exportarla como materia prima para la fabricación de celulosa.
Se encienden alarmas también en la coalición de gobierno, donde preocupa la “alta concentración” de tierras en pocas manos en los últimos diez años que dejan “marginados” a los pequeños productores rurales uruguayos (3).
Por su parte, el Presidente Mujica expresó no ser “afecto a un país productor especializado en la pulpa de papel. No es mi modelo de país”. Propuso ponerle “un tope” a la industria de la celulosa en Uruguay, y consideró que el país debe apostar “a la diversidad porque es lo que sirve cuando viene la crisis” (4).
Consideramos que es imperioso y URGENTE parar la expansión de los monocultivos forestales. Para ello es imperioso y URGENTE no permitir más fábricas de celulosa que implican destinar cada vez más tierra a la forestación.
Es bueno recordarlo, en momentos en que acaba de autorizarse la segunda fábrica de celulosa en el país.
Grupo Guayubira febrero de 2011
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