Más de cien ballenas mueren en las playas de Nueva Zelanda
Las costas de Nueva Zelanda pueden recibir visitas realmente angustiosas. Por desgracia, cada vez es más habitual que ballenas piloto queden varadas en sus playas y, como en este caso, no logren sobrevivir pese a la buena predisposición de los equipos de salvamento.
Concretamente, un total de 107 ballenas piloto murieron, la mitad asfixiadas y el resto sacrificadas, tras quedar varadas en una remota playa al sur de Nueva Zelanda, informan las autoridades. ¿Pero, realmente fue necesario cargárselas? De acuerdo con la versión oficial, el sacrificio fue la única opción tras constatar que no podrían sacarlas de allí antes de que se ahogaran.“La eutanasia es una decisión difícil, pero se hace exclusivamente para evitar un sufrimiento prolongado a los animales”, explicó Brent Beaven, director de la operación.
Así de triste se escribe la historia de estos cetáceos, descubiertos el domingo por unos excursionistas cerca de la bahía de Mason en la Isla Sur, y cuyo rescate lo malogró el mal tiempo y la oscuridad, haciendo demasiado peligrosa la operación para los equipos de salvamento.
En lo que va de año, otras 38 ballenas también murieron varadas en el litroral del sur australiano y neozelandés, si bien este tipo de sucesos suele implicar a muchos más animales, como ha ocurrido en este caso o como sucedió a finales del 2009.
Los expertos siguen sin saber cuál es la razón por la que algunas especies de cetáceos tienen este trágico final, aunque se sospecha que acaban en la orilla atraídas por los sónares de los buques o siguen a un líder enfermo o desorientado.
Vía | www.guardian.co.uk Fotografía | pawpaw67