La Fidelidad, la historia que los diarios no cuentan






Hace unos días diarios chaqueños daban a conocer la muerte de Don Manuel Roseo y su cuñada, en circunstancias atroces que han generado las más diferentes versiones desde conexiones con la mafia, venganza de posibles compradores de sus tierras, o intereses ligados a la explotación ilegal de madera o de narcotráfico.
En realidad hay una parte que no se conoce públicamente pero que de haberse gestionado con la celeridad y continuidad deseada, tal vez no hubiera tenido este horripilante final para un hombre de trato difícil pero para quien poseer la propiedad más grande del Chaco argentino había comenzado a ser una carga.
Nos referimos a los valores naturales de La Fidelidad, uno de los sitios donde la vegetación chaqueña se conservaba en mejor estado por lo que se la menciona en el célebre trabajo de Morello y Adámoli sobre las grandes unidades de vegetación y ambiente del Chaco.
Recordamos que el Dr. Morello más de una vez nos señalaba que para ver como el vinal, un árbol espinudo que se convierte en invasor por mal manejo del ambiente y la ganadería, se comportaba de manera original o natural había que ir a La Fidelidad.
También el explorador chaqueño Ramón Otazo, más conocido como “el Moncho”, conocía bien el sitio y se había maravillado con su fauna y llegamos a conocer gracias a destacados conservacionistas chaqueños a muchos aventureros, excursionistas y cazadores que cada tanto ingresaban al sitio con o sin permiso del propietario para obtener presas de las más variadas.
Así pudimos comprobar que en el área existía una población del chancho quimilero pero también del yaguareté, el tapir o anta, el oso hormiguero grande y e tatú carreta por citar algunas especies que fueron reconocidas por la provincia de Chaco como Monumentos Naturales Provinciales.
El predio es un gran rectángulo de 250.000 ha aproximadamente, 100.000 en territorio formoseño y 150.000 en territorio chaqueño. En esta última provincia estaba perfectamente delimitado por el río Bermejito, un paleocauce del río Teuco o Bermejo que lo atraviesa en su totalidad.
Por eso desde las gestiones iniciadas desde Parques Nacionales a través de la Delegación Regional Nordeste y con la ayuda de los intendentes del Parque Nacional Chaco, comenzaron las primeras aproximaciones para tratar de llegar a un acuerdo que permitiera la conversión del área en el Parque Nacional Teuco, palabra wichi o mataca que significa río y que ellos aplicaban al único gran río que cruza el Chaco seco que es el que conocemos como Bermejo.
Todos los que alguna vez se tiraron en embarcaciones por ese río navegándolo hasta su desembocadura en el Paraguay, coincidían que era a la altura de La Fidelidad donde se veía la mayor densidad de fauna grande.
En los años 90, desde la Delegación NEA de la APN, se proponía la creación de un corredor biológico del Chaco Seco desde el Parque Nacional Copo para proteger en el extremo noroeste de Santiago del Estero, unas 170.000 ha de Chaco Seco sin agua superficial lo que se logró concretar con la activa participación de la Dirección Nacional de Conservación y la Delegación Regional NOA, pero desde el NEA se había propuesto la conversión de las tierras fiscales vecinas a Copo, conocidas como La Pirámide, en una extensión de hecho de ese Parque Nacional constituyendo un corredor hasta la Reserva Provincial Loro Hablador y a su vez entre esta y el Parque Provincial Fuerte Esperanza. Más tarde se insistió en la necesidad de contar con reservas de Chaco seco cercanas al río Bermejo dado que con la presencia de este ingresaban a modo de corredor muchas especies del Chaco oriental y algunas comunidades vegetales se volvían más abundantes, así surgió la idea de replantear la Reserva Natural Formosa de 9.000 ha junto a una Reserva Provincial vecina Teuquito, también en Formosa como el Parque Nacional Teuquito, totalizando algo más de 40.000 ha.
Pero el foco principal de atención fue puesto sobre La Fidelidad que incluía en un solo bloque 250.000 ha, superficie que de convertirse en Parque Nacional la volvía más que interesante y que en una estrategia de conservación de todo el Chaco argentino la convertía casi en la reserva “estrella” ya que prácticamente era imposible encontrar una superficie homóloga sin residentes permanentes y en buen estado de conservación.
Lo cierto es que por más que varias veces se insistió al propietario con este tema, existiendo variantes como la venta a la Nación de un sector y retener el otro bajo su dominio con alguna figura como la de reserva privada, el hombre no llegaba a entender el planteo conservacionista y estratégico y recibía a su vez tentadoras ofertas de los madereros que hacía ya hace años habían empezado a explotar los bosques vírgenes de La Fidelidad.
Si bien en diversas publicaciones y talleres se hablaba del predio como una prioridad de conservación no sabemos lo que se hizo en los últimos años al respecto y asistimos hoy con tristeza por un lado a una verdadera tragedia, y por el otro, a la zozobra sobre el futuro de esos terrenos.
En su momento, en el año 2003, durante la gestión como Presidente de la APN del Ing. Agr. Luis Rey, en un desayuno de trabajo con el entonces gobernador Rozas de la provincia del Chaco, se había acordado el traspaso inmediato a la APN del fisco de La Pirámide para sumarlo al Parque Nacional Copo.
El apoyo de la provincia a la sesión de las 5.000 ha de la laguna del Palmar a Parques Nacionales para en un primer paso convertirla por decreto en Reserva Natural Silvestre y en uno posterior, por ley declararla Parque Nacional y fundamentalmente, Rozas prestó su total conformidad a que a través de una ley provincial se declarara el sector chaqueño de la propiedad de Roseo, de interés provincial sujeto a la expropiación para facilitar la adquisición del predio con la ayuda de la Nación con destino a declarar Parque Nacional, al menos la mitad chaqueña.
En dicha reunión estuvieron presentes el Secretario de Recursos Naturales de la provincia Bruno Schwesig, el destacado conservacionista Carlos Leoni, y el naturalista Juan Carlos Chebez por entonces asesor de la presidencia de la APN.
Tristemente a pesar de la buena disposición de la máxima autoridad provincial, diversas cuestiones y entre ellas el cambio de autoridades a nivel nacional y provincial, no permitieron avances a este respecto y hoy nos encontramos con este cuadro para La Fidelidad nada alentador, la versión de que las tierras que el gobernador pretendía ceder a la APN en La Pirámide ya habían sido otorgadas a particulares y la decisión del ONABE de ceder el fisco de la laguna del Palmar a la provincia del Chaco que decidió repartirlo entre los municipios de La Leonesa y Las Palmas.
Digamos que en definitiva una excelente oportunidad parecería haberse perdido. El mensaje que nos debe quedar es que todavía siempre estamos a tiempo de reparar errores u omisiones y en carácter de urgente, intervenir para que ahora si el predio de La Fidelidad en ambas provincias tenga el destino de conservación que merece permitiendo su uso y disfrute a las generaciones actuales y futuras de chaqueños, formoseños y de todos los argentinos.
En ese caso, el esfuerzo de Don Manuel Roseo de no subdividirlo, tendría curiosamente un impensable resultado más que positivo y honraría a su memoria.
http://www.losquesevan.com/la-fidelidad-la-historia-que-los-diarios-no-cuentan.789c

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Laguna del Palmar: una decisión equivocada
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Lamentablemente a la par de la triste noticia sobre el final del propietario de La Fidelidad, asesinado brutalmente, nos llega la noticia que el ONABE habría cedido las casi 5.000 ha de la Laguna del Palmar en el extremo oriental de la provincia del Chaco, al gobierno provincial quien decidió dividir el predio entre los municipios vecinos de La Leonesa y Las Palmas.
Podría parecer una justa reivindicación federal donde un terreno que detentaba dominio nacional es restituido a una provincia, pero lo que se difunde es que el mismo predio desde la década del 90, había sido detectado y relevado por técnicos de la Administración de Parques Nacionales y por una gestión vehiculizada desde la Delegación Regional NEA y la Dirección Nacional de Conservación de la APN, reclamado desde la APN a la ONABE para que trasladara el dominio a la APN aprovechando que las tierras eran nacionales y con el visto bueno de las autoridades chaqueñas, incluso del propio gobernador Rozas.
Lamentablemente desconocemos las razones por las cuales no se siguió avanzando en ese objetivo o por lo menos, el estado del expediente que era categórico.
La Laguna del Palmar era un interesante cuerpo de agua llamado así por un denso palmeral de la palma caranday que crece en terrenos anegados e incluía sectores de selva en galería e incluso costas sobre el río Paraguay, portador de un cinturón de selvas en galería con especies más que llamativas como el árbol conocido como manduví-guaycurú y el mataojo chaqueño, por citar dos especies características.
Esas selvas cobijaban hasta no hace muchos años poblaciones del mirikiná o mono de noche y del muitú, una pava de monte muy amenazada de extinción, igual que el aguará-guazú y el ciervo de los pantanos que tenía allí una de sus últimas poblaciones chaqueñas.
Estas últimas especies están declaradas Monumentos Naturales Provinciales.
La propuesta primaria era que por un decreto presidencial se le diera la categoría de Reserva Natural Silvestre, lo que ya permitía que la APN tomara el control del sitio que podía manejarse en conjunto con la relativamente cercana pero muy pequeña, Reserva Natural Educativa Colonia Benítez.
Más tarde, conseguida la ley de cesión de jurisdicción de la provincia se podía encarar el anteproyecto de ley provincial declarando el área Parque Nacional. De esta manera, se pierde una fantástica oportunidad de tener representado en el Sistema Nacional el ecosistema de las selvas en galería del río Paraguay y un cuerpo de agua alimentado con sus crecientes periódicas y donde se reproducen infinidad de peces muy particulares.
Desde ya que el objetivo de recreación que le darán los municipios no se contraponía con una figura de Reserva Natural Silvestre o Parque Nacional y era perfectamente atendible con una adecuada zonificación y planificación.
De este modo, este terreno que era el último recuerdo que le quedaba a la Nación del famoso e histórico “Ingenio Las Palmas”, parece haberse perdido como oportunidad para la conservación.

http://www.losquesevan.com/laguna-del-palmar-una-decision-equivocada.790c

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