Una voz de alarma que debemos escuchar


El reactor 4 de Fukushima
 
Salvador López Arnal
Rebelion

Es un llamamiento de Harvey Wasserman [HW] que vale la pena recoger y tener muy en cuenta.  Todavía tenemos que conseguir, señala HW, una respuesta de la ONU a nuestras peticiones. ¿De qué peticiones habla? De la de la sustitución de la corporación privada TEPCO por un equipo global, con presencia y control públicos, en el traslado del combustible radiactivo de la unidad 4 y, en general, en el proceso global de desmantelamiento de los peligros y consecuencias de la catástrofe de Fukushima.
Hay que seguir recolectando firmas e iniciar y abonar acciones complementarias. Hasta que lo consigamos.
 
Por qué pregunta HW, de dónde las urgencias. Por las informaciones que tenemos de que la situación en Fukushima y en el Pacífico sigue empeorando. Podemos seguir la cobertura detallada en la página www.nukefree.org
Tepco ha trabajado hasta el momento con algunas barras de combustible no utilizadas de la unidad 4 de la central. Luego, el momento más delicado y peligroso, vendrán las barras radiactivas. Recordemos, por si faltara algún elemento trágico, que las operaciones técnicas en las unidades de los reactores 1, 2 y 3 pueden conllevar problemas mucho mayores, de mucha mayor complejidad y riesgo más elevado.
Como todo el mundo, y sobre todo los movimientos sociales más críticos, está tratando de saber lo que está sucediendo realmente, Tepco se ha quejado de que los medios de comunicación e información hagan su trabajo -su verdadera tarea- y estén observando y fotografiando las operaciones que se están realizando. Por lo demás, la corporación atómica nipona quiere abrir otros cuatro reactores más en Japón y pretende realizar inversiones en el extranjero, mientras que, señala sin exageración HW, sigue jugando con el futuro de la Tierra y la Humanidad en Fukushima.
Se ha confirmado recientemente que la radiación de Fukushima ha alcanzado las costas de Alaska, y que pronto llegará a las de California. Varios informes sobre la situación del Pacífico hablan de la desaparición de las sardinas y el salmón, de la muerte de crías de lobo marino de California, de una terrible plaga entre las estrellas de mar frente a la costa noroeste de los EE.UU, etc. Todo ello nos recuerda, señala alarmado y prudentemente HW, “lo poco que sabemos sobre los efectos del vertido cantidades gigantescas de la radiación en el océano”. De nuevo, la docta ignorancia, el ignoramos e ignoraremos que no paraliza sino que nos da consciencia de nuestros límites. La supervivencia de la vida humana en nuestro planeta nunca ha estado más amenazado en su opinión.
Por favor, comenta finalmente HW, sigamos juntos, unidos, con las mismas finalidades esenciales, mientras trabajamos para superar la catástrofe que nos amenaza. Hay esperanza, no estamos condenados.
La energía solar, por otra parte, el camino que representa para satisfacer nuestras necesidades de energía, está, debe estar muy presente entre nosotros. Hay que superar, hay que acabar con la locura nuclear y hay que dejar una huella ecológica más razonable, menos fáustica, menos depredadora.
¡No a las armas nucleares, finaliza Harvey W. Desde luego: no a las armas atómicas y un lema cada vez más razonable, básico y profundo: “¿Nucleares? No, gracias.”

Imagenes: Foto Asahi Shimbun - Ilustración MsurvivalBlog terremotos registrados en la zona de Fukushima desde el 1º de Enero de 2011

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