Latinoamérica: Recursos naturales, conflictos derivados de su uso y explotación

Los conflictos ambientales derivan del uso, el acceso o la explotación de un recurso natural por parte de dos o más actores con diferentes visiones sobre la utilización y la apropiación de un determinado territorio, e involucran a diversas entidades que van desde pueblos originarios hasta la academia. Desde la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS)  se organiza el Primer Congreso Latinoamericano sobre Conflictos Ambientales, que se realizará a fines de octubre.
En la Argentina y en el resto de los países de América latina los conflictos ambientales se multiplican: problemas asociados a la minería, a la deforestación, a la extracción de combustibles fósiles, los impactos de la agricultura más industrializada y de la fumigación de cultivos, la falta de gestión del agua y de los residuos, el limitado acceso a la tierra y la contaminación con metales pesados, entre otros. Estos conflictos involucran a las comunidades afectadas, a pueblos originarios, a empresarios o responsables de proyectos y también a la gestión pública, la política y a la academia.
“El uso de los recursos naturales es el eje principal de los conflictos que terminan en una puja social por el acceso o hasta en una guerra, y en la apropiación de los recursos en disputa por el más poderoso frente al más débil”, explica a Argentina Investiga el ingeniero agrónomo Walter Pengue, coordinador de investigación del Área de Ecología del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) e integrante del Panel de los Recursos, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. 
“En los últimos años se ha dado una aceleración de la explotación de los recursos. Por un lado, en la década del noventa, en la Argentina y también en América latina, se ve una concentración de derechos para que pocos hiciesen un extractivismo y una explotación de recursos: como el código minero, la ley de Minería y también la autorización a la producción de transgénicos. A la vez, en 2000 ha sucedido un movimiento en contrario, que es una ampliación de derechos para proteger estos mismos recursos. Y en este margen viene la tensión y por eso en esta década se han extendido los conflictos ambientales”, sintetiza el antropólogo Francisco Suárez, del área de Ecología.
Para Pengue, los problemas ambientales más serios que hay en la actualidad en la Argentina se vinculan al acceso a la tierra, recurso necesario para vivir, producir y desarrollarse plenamente. En este sentido el avance de la frontera de soja transgénica se ve como un factor paradigmático.
“Esto es algo que la sociedad sólo detecta cuando aparece en los noticieros, pero en el interior hay pequeñas comunidades que están siendo desplazadas de su tierra o limitadas en el acceso a sus fuentes de agua, como en Chaco y Formosa. Creo que este es el problema más crucial que tenemos, sea en el campo, en los lugares donde viven los pueblos originarios o en la misma ciudad”, resalta Pengue y agrega: “Uno lo puede ver como un conflicto social o un conflicto ambiental, pero es un conflicto por recursos naturales y el recurso limitante es la tierra. Así que es una cuestión ecológica. Se llama justicia ambiental y la verdad es que los pobres siempre están marginados y viviendo en lugares hacinados, en los lugares más contaminados”.
Es difícil precisar la cantidad de conflictos ambientales existentes en este momento en nuestro país. Hay una diversidad de observatorios, a nivel latinoamericano y local dependientes de organizaciones sociales y de universidades, destinados a visibilizar, cuantificar y a analizar esta problemática de escala mundial. 
“Nosotros acompañamos de alguna manera las demandas sociales”, explica Pengue y cuenta que bajo este marco, se organiza desde la UNGS el Primer Congreso Latinoamericano sobre Conflictos Ambientales, que se realizará a fines de octubre. “Hay una demanda no satisfecha para ayudar a las comunidades y a la sociedad en general a entender y a resolver los grados de conflictividad creciente a nivel ambiental y eso es una cosa que no viene sólo a una escala local, eso se viene planteando a nivel regional y mundial”, resume.
¿Qué es necesario para la resolución de los conflictos ambientales? Pengue responde: “Una participación más importante del Estado y la sociedad en todos los niveles y darle instrumentos a los decisores de políticas públicas ambientales y sociales, para que puedan decidir en forma más ecuánime. A veces las decisiones políticas se hacen sobre la coyuntura y acá hay que saber mirar mucho más, la cuestión ambiental es de mirada de faros largos”.
Fuente: medioymedio.com.ar

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué