El biocida Round Up: fuente de negocios para Monsanto y epidemia de cáncer para la gente
Por: Lucas Chiappe
Con el glifosato ocurre lo mismo que antes ocurrió con el DDT, con el cigarrillo, con el endosulfán, y será lo que ocurrirá con otros agrotóxicos que vayan apareciendo en el mercado:
Las empresas productoras argumentan que no está demostrado que causan daño; los funcionarios niegan las evidencias e interfieren en las investigaciones; los agrónomos no se preocupan por investigar qué es lo que están aconsejando y cuando se determina oficialmente que eran peligrosos, simplemente los sustituyen por otros, asegurando, una vez más, que éstos sí que son buenos e inocuos. (RENACE)
Luego de la aprobación de la Ordenanza 1119/15 que prohibe el uso y venta del malfamado Glifosato en todo el territorio de Epuyen, hubo un sinnúmero de llamadas telefónicas por parte de los medios de todo el país para entrevistar a los Concejales de nuestra localidad, en medio de un agradecimiento generalizado por haberse animado a dar el primer paso en la dirección correcta, ya que es mundialmente reconocido que este biocida, usado profusamente en la agricultura, silvicultura y jardinería, es un veneno sumamente peligroso para el entorno y la salud humana.
Alcanzaría con analizar las pruebas documentales aportadas por Andrés Carrasco jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA e investigador principal del Conicet, a lo largo de la última década, o repasar el trabajo concienzudo de la Abogada Graciela Vizcay Gomez y la obra de la investigadora francesa Marie Robin, para aplaudir semejante iniciativa...
Sin embargo y por extraño que parezca, también hubo personas, que se pusieron muy nerviosas con esta acción e irrumpieron en el ámbito del HCD acusando a varios de sus miembros de haberse dejado manipular por quienes promovimos esta iniciativa… Galeano exclamaría "- Otro patético signo del mundo del revés en el que vivimos".
Insultar a quienes tratamos de defender la salud pública y la conservación del ambiente, por haber actuado con celeridad frente a una recategorización de este agro-tóxico por parte de la Organización Mundial de la Salud (una institución reconocida por su tibieza y lentitud en cada una de sus resoluciones), es una actitud como mínimo poco feliz, y sólo demuestra el nivel de ceguera que prima en una parte de nuestra sociedad (curiosamente, personas de clase media con acceso a información y con educación suficiente como para debatir con argumentos en cambio que descalificar y agredir por temor a perder algún negocio)...
Entiendo que alguien que haya utilizado este herbicida durante muchos años por ser de "venta libre" y por haber confiado en los dogmas que predican quienes manejan los resortes de la agroindustria, pueda sorprenderse ante la voluntad de un grupo de personas que deciden reflexionar en base a las evidencias y terminan aprobando "por unanimidad" una Ordenanza pionera en su género, que cuestiona este modelo de país sojizado, envenenado y anestesiado… Pero de ninguna manera puedo justificar que se ponga en duda los motivos de esta decisión o se termine imaginando una conspiración o un capricho ambientalista, cuando en realidad estamos hablando de proteger nuestro entorno y al conjunto de la población, incluyendo tanto a los usuarios conscientes (e inconscientes) como a las víctimas pasivas de las fumigaciones.
Para todos ellos aquí van algunos datos duros, que ojalá les ayuden a entender que el principio de precaución que se aplicó está firmemente respaldado por las evidencias y sigue marcando el rumbo que (casi) todos pretendemos en nuestra localidad… ya estamos firmemente convencidos que dentro de un tiempo breve, esta medida política-social y ambiental va a ser recordada por su sensatez y por la oportunidad que nos brindó de abrir un debate amplio que nos merecemos como ciudadanos de un país rehén de las corporaciones.
Por La inmediata prohibición del Glifosato para su uso agrícola y urbano en todo el territorio de la República Argentina
Según evidencia sacada a la luz de los archivos de la EPA (Agencia de Protección Ambiental) de Estados Unidos, se ha comprobado que desde 1981 Monsanto era completamente consciente del potencial cancerígeno del glifosato en mamíferos. Este hallazgo nunca se dio a conocer por el proceso regulador; por lo tanto, es posible esperar el incremento de malignidad en seres humanos en los registros de los próximos años. (Stanley Ewen-gmfreecymru.org)
Un tercio de la población Argentina está afectada directa o indirectamente por el glifosato. Son 13.400.000 personas que viven en los alrededores de la zona tratada con estos agroquímicos.
En 2012 se utilizaron 370 millones de litros de agroquímicos sobre 21 millones de hectáreas sembradas con semillas transgénicas, es decir, sobre el 60 % de la superficie cultivada del país.
En la última década se triplicaron los casos de cáncer infantil y las malformaciones congénitas se cuadruplicaron.
El primer registro del glifosato para uso en la agricultura lo hizo la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en 1974 y la primera categorización del glifosato por la OMS fue como "C" (posible carcinógeno humano) sobre la base de una alta incidencia de tumores renales en ratones. Sin embargo en 1991, la EPA modificó la clasificación y puso el glifosato en la Clase E basada en su “improbable carcinogenia para seres humanos”. Curiosamente, este cambio de categoría del glifosato se dio en coincidencia con el periodo en el que Monsanto estaba desarrollando el primer grupo de organismos [vegetales] genéticamente modificados resistentes al Roundup-Ready, cuyo principio activo es el glifosato.
No fue la primera vez que se permitió que los criterios comerciales se impusieran a las preocupaciones por la salud pública.
Las categorías establecidas por la EPA por su potencial cancerígeno son:
Grupo A: Carcinógeno para seres humanos
Grupo B: Probable carcinógeno para seres humanos
Grupo C: Podría indicar un potencial carcinógeno
Group D: Información inadecuada para establecer potencial cancerígeno
Group E: Es improbable que sea un carcinógeno para seres humanos
Memorandos internos de la EPA documentan numerosos fraudes en ese proceso.
Las compañías sostienen que el glifosato se degrada rápidamente en el suelo y no se acumula en los alimentos, agua o el propio suelo. Sin ambargo ha sido reportado como tóxico para organismos del suelo, sean controladores benéficos como arañas, ácaros, carábidos y coccinélidos o detritívoros como las lombrices y algunas especies de la microfauna, afectando también a seres acuáticos como los peces, mientras actúa como disruptor endocrinológico en anfibios.
El glifosato es un herbicida sistémico y es conducido a todas las partes de la planta, incluidas las cosechables.
Luego de tantos años de fiebre sojera, por primera vez una investigación científica de laboratorio confirmó que el glifosato es altamente tóxico y provoca efectos devastadores en embriones. Así lo determinó el Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet-UBA (Facultad de Medicina) que, con dosis hasta mil 500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones sojeras, comprobó trastornos intestinales y cardiacos, malformaciones y alteraciones neuronales.
“Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión, sugiriendo la posibilidad de que se estén interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario”, subraya el trabajo, que también hace hincapié en la urgente necesidad de suspender el uso del agrotóxico e investigar sus consecuencias en el largo plazo.
Cuando los embriones fueron inyectados con dosis de glifosato muy diluido (hasta 300 mil veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones), los resultados fueron igualmente devastadores. Malformaciones intestinales y malformaciones cardiacas. Alteraciones en la formación de los cartílagos y huesos de cráneo y cara, compatible con un incremento de la muerte celular programada.”
La revista estadounidense Chemical Research in Toxicology publicó la investigación del Dr Carrasco, donde se confirma que el glifosato produce múltiples malformaciones y, con análisis científicos como prueba, advierte: “Los resultados comprobados en laboratorio son compatibles con malformaciones observadas en humanos expuestos a glifosato durante el embarazo”.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) es un ámbito especializado de la Organizaciones Mundial de la Salud (OMS). Luego de un año de trabajo de 17 expertos de once países, el 20 de marzo de 2015 emitió un documento inédito: “Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”. Detalla que la evidencia en humanos corresponde a la exposición de agricultores de Estados Unidos, Canadá y Suecia, con publicaciones científicas desde 2001. Y destaca que el herbicida “también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas” (situación que tiene relación directa con el cáncer).
La primera recomendación es que la sociedad, la opinión pública, escuche y conozca lo que desde el ámbito académico y científico de la salud se afirma: Los plaguicidas son tóxicos, son venenos y nos están enfermando, las enfermedades que vemos y tenemos no son casuales, son generadas, principalmente, por la fumigación con estos agrotóxicos.
Nota
El cáncer es el nombre común que recibe un conjunto de enfermedades relacionadas en las que se observa un proceso descontrolado en la división de las células del cuerpo.
Definición de Epidemia: Una epidemia es una enfermedad que se propaga durante un cierto periodo de tiempo en una zona geográfica determinada y que afecta simultáneamente a muchas personas. Se trata de una noción utilizada por la salud comunitaria para hacer referencia al hecho de que la enfermedad llega a una cantidad de gente superior a la esperada. Es importante señalar que los gobiernos de los diferentes países temen dar la señal de alerta ante estas catástrofes por temor a alarmar a la población. Sin embargo, esta medida solamente colabora con que estas situaciones se vuelvan más riesgosas, puesto que la gente (por hallarse desinformada) no actúa en forma preventiva.
Bibliografía citada: Andrés Carrasco, Marie Monique Robin, Graciela Vizcay Gomez, Darío Aranda, Grain, GRR - Rapal
“Cuando la agricultura basada en la química rocía millones de hectáreas de maíz o soja genéticamente modificados con cientos de millones de litros de glifosato, no tiene nada de sorprendente que los bebés estén ahora consumiendo el producto químico líder de Monsanto en su leche maternizada y los preparados alimenticios infantiles”( Ken Cook, presidente y cofundador del Environmental Working Group)