"El agronegocio controla a todos los gobiernos de la región"

El investigador Bernardo Mançano Fernandes describe cómo el sistema que predomina en los campos de Brasil intensifica la desigualdad y el despojo de comunidades campesinas e indígenas. Un modelo del que todos son cómplices.

Por Bernardo Mançano Fernandes *


La cuestión agraria es un problema estructural de capitalismo. Y en Brasil es producto de la apropiación capitalista de la renta campesina, que produce inequidad y expropiación. La coyuntura agraria cambia de acuerdo con las correlaciones de fuerzas entre los terratenientes, campesinos e indígenas.  
En las últimas décadas, las corporaciones del agronegocio hicieron una alianza con el latifundio y se apropiaron de las tierras por medio de inversiones para exploraciones de monocultivos a gran escala para exportaciones.
Esta es la cuestión agraria en el neoliberalismo: un proceso de intensificación de la expropiación de la tierra o desterritorialización de las poblaciones campesinas e indígenas. El modelo de desarrollo capitalista en el campo, desde la mitad del siglo XX, viene reuniendo un sistema complejo para la aceleración de la producción de monocultivos. El sistema agrícola-ganadero está asociado a los sistemas industriales, mercantiles, financieros y tecnológicos. Y, también, al ideológico. Con este poder, el agronegocio se tornó el modelo hegemónico y se presenta, para la sociedad en general, como el único modelo de desarrollo posible.
"Desde la mitad del siglo XX, el agronegocio se tornó el modelo hegemónico y se presenta, para la sociedad en general, como el único modelo de desarrollo posible"
Desde la primera década del siglo XXI, el capital financiero internacional y nacional encontró en el agronegocio una excelente condición de reproducción ampliada con la exploración de los recursos naturales: tierra, agua y aire, para la producción de commodities agrícolas, minerales y otras. Diferentes tipos de fondos financieros pasaron a hacer inversiones en estos recursos e hicieron crecer el número de conflictos en todo el mundo. Nunca, en nuestra historia, el capital arrancó un proceso de acaparamiento tan intenso. El rol del Estado en eso proceso es coadyuvante, porque el conjunto de sistemas del agronegocio controla todos los gobiernos. No hay gobierno, incluso de izquierda, que no tenga acuerdos con el agronegocio.
En Brasil, el gobierno de Dilma Rousseff llegó a crear una región para la territorialización del agronegocio: la región del MATOPIBA —acrónimo referente al área de intersección de los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía— con un área de 73.173.485 hectáreas, involucra a 337 municipios. Instituido por el decreto presidencial número 8.447, de 2015, el Plan de Desarrollo Agrícola de MATOPIBA sigue el modelo agroextractivista para exportación.
El MATOPIBA es un buen ejemplo de la cuestión agraria neoliberal. Pero no es el único. Hay ejemplos como éste en todo el mundo.

 * Geógrafo, profesor de la Universidade Estadual Paulista e investigador del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico.
Fuente: Revista Cítrica

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