¿Qué pasa con la contaminación del suelo?
Un nuevo informe de la FAO publicado el pasado 2 de mayo en el marco de un Simposio Mundial que tuvo lugar en la propia sede de la organización, alerta sobre la contaminación del suelo y el desafío que ello supone para la productividad agrícola, la seguridad alimentaria y la salud humana.
Las actividades industriales, la intensificación de la agricultura y los desechos urbanos, entre otras fuentes, han dado lugar a una grave contaminación del suelo en todo el planeta, hasta el punto de que en las urbes se ha convertido en un sumidero de desechos. Esta alarmante situación requiere de análisis más pormenorizados para conocer con mayor exactitud la naturaleza y el alcance del problema. Los estudios realizados se han limitado en gran medida a las economías desarrolladas, por lo que existen grandes lagunas de información al no haber realizado una evaluación sistemática de la situación a nivel mundial. No obstante, tal y como apunta la FAO, “lo poco que ya sabemos es motivo de preocupación”.
En el transcurso del Simposio, expertos y responsables de políticas sobre la materia debatieron acerca de los riesgos que entraña la contaminación del suelo, siendo su objetivo comenzar a diseñar una respuesta internacional más coherente.
El evento constituyó un primer paso para identificar y llenar esas lagunas informativas y, en consecuencia, establecer un plan de acción para promover la implementación de las Directrices voluntarias para la gestión sostenible del suelo desarrolladas por la FAO y sus socios en 2016, así como los recientes compromisos internacionales para gestionar mejor la contaminación del suelo; un fenómeno con graves consecuencias para la seguridad alimentaria, ya que, al dificultar el metabolismo de las plantas y al reducir los rendimientos agrícolas, los cultivos resultan nocivos para el consumo, con la particularidad de que los elementos peligrosos contenidos en el mismo suponen un gran riesgo para la salud.
Las actividades industriales, la intensificación de la agricultura y los desechos urbanos, entre otras fuentes, han dado lugar a una grave contaminación del suelo en todo el planeta, hasta el punto de que en las urbes se ha convertido en un sumidero de desechos.
Las actividades industriales, los desechos, los plaguicidas, herbicidas y fertilizantes utilizados en la agricultura, los productos derivados del petróleo, así como los gases generados por el transporte constituyen factores que alimentan un problema ya engrosado por los llamados “contaminantes emergentes” (productos farmacéuticos, disruptores endocrinos, hormonas, la basura electrónica y los plásticos).
Entre los datos que proporciona la FAO a través de investigaciones realizadas en torno a la contaminación del suelo, cabría destacar, por ejemplo, que, si bien la producción mundial de desechos urbanos era de cerca de 1.300 millones de toneladas anuales en 2012, se espera que esta cifra aumente a 2.200 millones en 2025. Algunos países de bajos y medianos ingresos han aumentado notablemente su uso de plaguicidas en la última década. Es el caso de Bangladesh, que los multiplicó por cuatro; Rwanda y Etiopía, por más de seis; o Sudán, que los multiplicó por diez.
La producción mundial de estiércol aumentó un 66% entre 1961 y 2016 (de 73 a 124 millones de toneladas). El volumen de estiércoles aplicado a los suelos aumentó de 18 a 28 MT y la cantidad de estiércol dejada en los pastizales aumentó de 48 a 86 Mt. El estiércol puede contener altas cantidades de metales pesados, organismos patógenos y antibióticos.
Fuente original:http://www.sogama.gal/gl - Publicado en: https://www.ecoticias.com/residuos-reciclaje/184705/Que-pasa-con-la-contaminacion-del-suelo