Cuando la ética es lo primero
DIEZ FACULTADES DE UNIVERSIDADES NACIONALES RECHAZAN DINERO PROVENIENTE DE LA MINA LA ALUMBRERA
El Consejo Interuniversitario Nacional aceptó por segunda vez los fondos aportados por la empresa minera que extrae cobre y oro. La Alumbrera está obligada al aporte por ley. Pero diez decanos decidieron rechazarlos porque se originan en una empresa contaminante.
“No a los fondos de La Alumbrera.” La consigna comenzó a circular entre los docentes, estudiantes, graduados y no docentes hasta llegar a los decanos de diez facultades del país. En mayo, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) –conformado por todos los rectores de universidades nacionales– aceptó por segundo año consecutivo los fondos que, por ley, la empresa minera Alumbrera Limited –que explota el yacimiento ubicado en Catamarca– destina a las universidades nacionales. El lema se transformó en movimiento con la conformación de una red de facultades y unidades académicas nacionales (ver aparte) que manifestaron su “rechazo ético” a esos fondos, en una declaración conjunta que además condena la actividad de La Alumbrera por “contaminar el aire, el agua, el suelo y las personas con derrames de ácidos mineros y otros contaminantes procedentes de las actividades de extracción de cobre y oro”. La red solicita al CIN y a todas las universidades públicas que “aprueben códigos de ética para que casos como el de La Alumbrera no se repitan”. El tema figura en la agenda de la reunión del CIN que se celebra entre hoy y mañana en Villa María, Córdoba.
“Los rectores tienen potestad para aceptar los fondos, pero no para distribuirlos entre las facultades. Por eso, comenzamos a advertir la necesidad de llevar la discusión del rechazo a los fondos de La Alumbrera hasta el CIN”, resumió la decana de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) –primera institución en rechazar los fondos este año–, Patricia Altamirano.
Para Federico Schuster, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA –la única en esa universidad que rechazó los fondos y ordenó crear un consejo consultivo–, la actitud se fundamenta en “la aceptación acrítica del dinero antes de su incorporación al presupuesto universitario”.
En ese sentido, Raúl Montenegro, profesor titular de Biología Evolutiva en la UNC y presidente de una organización ambientalista con carácter consultivo en la ONU, apuntó que los fondos “se querían aprobar rápido y en silencio. Que se genere un debate hacia afuera de las autoridades universitarias pone en tela de juicio la imparcialidad y la forma en la que se toman fondos. Se le tiene miedo al control social de la universidad”.
Los fondos provienen de la explotación que tres empresas de origen suizo y canadiense hacen de La Alumbrera, enlazadas por una Unidad Transitoria de Empresas, a Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD). El organismo detenta el derecho de explotación de la mina y está conformado por el gobierno de Catamarca –la explotación es en el departamento de Belén–, la Universidad de Tucumán –por ser la institución que descubrió el yacimiento en 1948– y el Estado Nacional. En esa sociedad, la empresa percibe el 80 por ciento de las utilidades, y el YMAD el 20 por ciento restante, de lo que se destina 60 por ciento a la provincia de Catamarca, el 20 por ciento a la Universidad de Tucumán y otro 20 por ciento a distribuir entre las “universidades del Estado”, según la ley nacional 14.771.
A propósito de estas condiciones establecidas por la ley, el gerente de Relaciones Institucionales de Alumbrera Ltd, Jorge Montaldi, indicó que “con prescindencia del derecho de las universidades a aceptar o no los fondos provenientes de las utilidades de YMAD, La Alumbrera no genera contaminación, cumple con la normativa ambiental argentina y tal como demostró el reciente fallo de la Justicia, no hay ningún ejecutivo procesado por delito ambiental” (ver aparte).
La primera distribución de fondos desde la YMAD llegó en 2008, cuando el Consejo Interuniversitario Nacional aceptó esas utilidades por 50 millones de pesos y diseñó el modo de distribución por el que se repartió “por partes iguales” entre todas las universidades. Para el período 2009, el CIN volvió a aceptar por acuerdo plenario una partida de 36.800 millones de pesos. Pero, esta vez, se encontró con el rechazo de varias facultades, que resolvieron no utilizar los fondos cuando éstos sean girados.
“La Universidad de Tucumán, al estar dentro de la estructura de la empresa, sufre una distorsión como institución educativa. Los fondos la atan para expresarse sobre el impacto ambiental que provoca la actividad. La utilidades deberían ir al Tesoro Nacional, pero con las ventajas impositivas que tienen las empresas se les termina pagando a las mineras para que se lleven todo y dejen la contaminación”, aseguró Lino Pizzolón, director del Observatorio del Agua de la sede Esquel, la única unidad académica de la Universidad Nacional de la Patagonia en rechazar los fondos en 2008.
Según datos oficiales, en 2009, la producción de metales crecerá un 40 por ciento, y en el caso del oro –uno de los metales que se extraen en La Alumbrera– habrá exportaciones por 1300 millones de dólares. Pero el Estado Nacional, según las normas vigentes desde la década de 1990, sólo puede cobrar impuestos fijos y no más del 3 por ciento del valor de “boca de mina”, donde el material tiene el valor más bajo del mercado.
“La facultad atraviesa una situación difícil en su realidad presupuestaria y los fondos de la mina podrían ser la inyección para afrontar el mantenimiento de infraestructura los servicios, la limpieza y los gastos administrativos. Pero sentimos que aceptar los fondos es ser cómplices de que otras comunidades sufran, por la contaminación de agua, aire y tierra”, apuntó Facundo Moulins, representante por los estudiantes de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner), donde el Consejo Superior revisaría la medida. Además, según el acuerdo realizado por los rectores en el CIN, “sería deseable” que los fondos “se aplicasen a la implementación de algún proyecto institucional y no a los gastos corrientes”.
Según la declaración acordada por las facultades, los fondos generan un “clientelismo de universidad” que para Montenegro se traduce en “una falta de credibilidad de los estudios que realiza una universidad que aceptó los fondos”. Por eso, el docente se encargó de presentar un informe ante el Consejo Superior de la UNC –que aún no revisó la aceptación de los fondos– donde recopila, entre otras cosas, los casos de contaminación contra la empresa.
“Tenemos el derecho de plantear que el dinero no se puede incorporar sin considerar los efectos que tiene la minería a cielo abierto sobre el medio ambiente, la vida presente y futura de esos ecosistemas y la de sus habitantes, e indirectamente de todo el país”, advirtió Schuster. La decana de Psicología de la UNC, en sintonía con la declaración firmada por las facultades contrarias a recibir los fondos, adelantó que “la idea es que la red se amplíe con la participación de organizaciones sociales e intelectuales en una próxima reunión”.
Informe: Nahuel Lag.
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Piden que UN de la Patagonia revea la aceptación de fondos mineros
Argentina - Chubut
VIERNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2009 15:36
Una docente de Esquel lo planteó al Consejo Superior de la UNPat que sesiona en esa ciudad. Luego de leerse la nota que transcribimos, la Dra. Silvia González formalizó la solicitud para que el cuerpo reconsidere su postura a favor del dinero contaminado. "Aceptar los fondos de esta empresa minera no sólo implica darle la espalada al pueblo, sino también pone en evidencia que tipo de Universidad sostenemos: una Universidad que no es autónoma, que pierde su capacidad crítica y su compromiso con la sociedad".
Esquel, 24 de Septiembre de 2009.-
A los integrantes del Consejo Superior de la UNPSJB SOBRE REUNIÓN DE LAS FACULTADES Y UNIDADES ACADÉMICAS QUE SE EXPRESARON RECHAZANDO LOS FONDOS DE LA MINERA LA ALUMBRERA DESTINADO A LAS UNIVERSIDADES NACIONALES
El 8 de Septiembre tuvo lugar en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba una reunión de las Facultades y Unidades Académicas que se expresaron rechazando los Fondos de la Minera La Alumbrera destinado a las Universidades Nacionales.
Participaron representantes de las Universidades Nacionales de Buenos Aires, Salta, Entre Ríos, Córdoba y de la Patagonia san Juan Bosco Sede Esquel. También representantes del pueblo de Andalgalá y Belén (comunidades de Catamarca aledañas al yacimiento Bajo la Alumbrera).
La reunión dio como resultado un documento donde se expresa la solidaridad con las comunidades que sufren los efectos sociales, ambientales, sanitarios y económicos de esta actividad, e invita a tomar iniciativas para que toda la comunidad universitaria y sociedad en general tome conciencia de todos los alcances que tiene la decisión de aceptar fondos de una empresa que ha sido judicializada por sus delitos ambientales y que intenta silenciar la crítica y oposición mediante el dinero.
El Consejo Zonal de la Sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia, San Juan Bosco, fue la primera unidad académica que rechazó estos fondos, que se concedieron a las Universidades Nacionales inmediatamente después que se conociera sobre el fallo de procesamiento judicial del vicepresidente de Minera La Alumbrera por delitos ambientales en mayo de 2008. En la reunión quedó claro que además de los efectos ambientales negativos de la actividad de esta empresa existen otros igualmente cuestionables. Fue muy conmovedor escuchar a los miembros de la comunidad de Andalgalá: una enfermera, una maestra y un empleado judicial exponiendo cada uno desde su lugar, los sufrimientos a los que están sometidos por la actividad de La Alumbrera. La enfermera comentaba del aumento de las enfermedades, particularmente el cáncer, y la reaparición de la tuberculosis, una enfermedad que había sido desterrada del lugar, y además de la tensión social dentro de las propias familias, por la dependencia económica de aquellos que trabajan para la empresa y no pueden admitir sus nefastas consecuencias. La maestra nos contó sobre la humillación que significa estar obligados a usar "camisetas"con el logo de la empresa, en actividades recreativas que realizan, los alumnos y aún los docentes, o el extremo de recibir las medallas del día la bandera los alumnos de 4to grado, en el anverso la bandera argentina y en el reverso el logo de la empresa. El vecino empleado judicial nos relató como no es posible estar seguro que sus propias casas y de que aún la ciudad pueda seguir existiendo, ya que fue declarada, en sus propios terrenos una mina que puede ser explotada. Estos pueblos son verdaderos feudos mineros donde el asistencialismo en salud, educación, y otros estamentos, muestran la ausencia del Estado y la omnipotencia de las empresas. El impacto negativo a nivel social es tangible al escuchar los relatos y al percibir la sensación de desamparo de los habitantes del lugar.
La minería a gran escala está catalogada como una de las actividades industriales más contaminantes, de acuerdo a la US EPA (Agencia de Protección Ambiental de los EEUU) genera el doble de desechos que todas la industrias de USA juntas.
Se han documentado en los últimos tiempos los resultados negativos provocados por la actividad de la minera Bajo La Alumbrera, sus delitos ambientales se enumeran en un expediente iniciado en el año 1998, a raíz del cual recientemente se procesa por primera vez en Latinoamérica a un representante de una empresa minera por delito de contaminación. Casualmente, surgen al mismo tiempo fondos de esta empresa destinados a las Universidades Nacionales, unos pocos millones (50 en 2008 y 36 en 2009) de las increíbles ganancias que se llevan al exterior 6000 millones en los últimos 3 años, cuando la inversión total fue de 1660 millones.
Según nuestro Estatuto Universitario, la Universidad Nacional de la Patagonia. San Juan Bosco: • estimula las investigaciones, el conocimiento de las riquezas nacionales y los sistemas para utilizarlas y preservarlas y proyecta su acción y los servicios de extensión universitaria hacia todos los sectores populares. • guarda profundas relaciones de solidaridad con la sociedad de la cual forma parte.
Es evidente que la necesidad de financiamiento privado, por lo insuficiente del aporte estatal, determina que las misiones fundamentales de la Universidad se vean relegadas en favor de priorizar la realización de cualquier tipo de actividad que genere ingresos (servicios a terceros, consultorías), o como es en este caso el de recibir donaciones de cualquier origen, sin hacer demasiadas consideraciones ambientales o de solidaridad con la sociedad.
A la mayoría de los gobiernos de las Universidades no les ha importado en absoluto saber que los fondos provienen de una empresa que ha provocado contaminación del medio ambiente (roturas periódicas del mineraloducto de 316 Km. con derrame de metales pesados y drenajes ácidos), enfermedades, (aumentaron un 67% los casos de enfermedades respiratorias y un 600% los casos de cáncer), sequía de acuíferos, y saqueo nuestros recursos naturales, (consumen el 87% de la energía eléctrica y el 60% del agua de red de la Provincia de Catamarca), aceptando estos fondos caen en la trampa de ser cómplices de esta realidad, haciendo que la Universidad sea cada día más dependiente, menos confiable, más parecida a una empresa, más alejada de su razón de ser.
Aceptar los fondos de esta empresa minera no sólo implica darle la espalada al pueblo, sino también pone en evidencia que tipo de Universidad sostenemos: una Universidad que no es autónoma, que pierde su capacidad crítica y su compromiso con la sociedad.
Dra. Silvia B. González Facultad de Ciencias Naturales Universidad Nacional de la Patagonia SJB Sede Esquel El resumen completo de la reunión puede leerse en la dirección: http://noafondosalum
Fuente: noalamina.org