El ascenso del nivel del mar ya es un fenómeno observable y medible






Investigación mexicana publicada en Journal of Vegetation Science

Angélica Enciso L.
La Jornada



El planteamiento de científicos de que durante el siglo XXI el nivel medio del mar ascenderá de manera continua como resultado del derretimiento del hielo en los casquetes polares es un fenómeno (que) ya es una realidad observable y medible, y no una pregunta especulativa, revela la investigación.
Los impactos negativos ocasionados por el aumento en el nivel del mar debido al derretimiento de la masa polar ya es una realidad y se observan los efectos en las lagunas costeras de Baja California, donde hay superficie importante de mangle, advierte un estudio realizado por Exequiel Ezcurra y Xavier López-Medellín.
El planteamiento de científicos de que durante el siglo XXI el nivel medio del mar ascenderá de manera continua como resultado del derretimiento del hielo en los casquetes polares es un fenómeno (que) ya es una realidad observable y medible, y no una pregunta especulativa, revela la investigación.
Frente a ello plantea la necesidad de tomar en cuenta el impacto del ascenso del nivel del mar y de los fenómenos meteorológicos extremos en la planeación del desarrollo de las costas, que se verán cada vez más amenazadas por los cambios ambientales globales a lo largo de este siglo.
En el estudio, publicado en la revista Journal of Vegetation Science, los científicos mexicanos demuestran que las consecuencias del ascenso del nivel del mar son ya visibles en lagunas costeras de Baja California.
Con base en imágenes satelitales y otras técnicas, los especialistas, apoyados por investigadores mexicanos, detectaron nuevos manglares donde hace medio siglo había matorral desértico. “El establecimiento de los manglares tierra adentro se produce sobre todo durante los años de El Niño, cuando el agua del Pacífico se encuentra más caliente de lo normal y se expande, inundando las planicies costeras del noroeste mexicano.”
Sin embargo, el ascenso del nivel del mar y las anomalías que provoca El Niño –dos fenómenos asociados al cambio climático global– operan de manera conjunta sobre las costas y ponen en peligro su integridad, señalan.
El estudio demuestra que los manglares son capaces de responder a estos cambios acelerados en los ecosistemas costeros, estableciéndose en las zonas que son inundadas y así protegen las costas contra el riesgo de erosión acelerada y catástrofes.
La investigación señala que es evidente que los manglares cerca de las aguas abiertas, en lugares mar adentro, como barras de arenas o márgenes de la laguna, han disminuido en décadas recientes.
Apunta que la tasa de pérdida de bosques es de interés ambiental, ya que los manglares producen servicios vitales, como la protección de costas, revierten la contaminación y la regulación de la dinámica de agua en los estuarios, y son hábitat de viveros para la pesca comercial.
Acumulativamente, el valor anual de estos servicios para una hectárea de manglar puede ser de decenas de miles de dólares y, en consecuencia, el valor descontado a largo plazo de una hectárea de manglar puede alcanzar valores estimados en cientos de miles de dólares, por lo que cuando se destruye un área de manglar se pierden de forma irreversible recursos que prestan valiosos servicios para la sociedad.
Resalta que organismos gubernamentales mexicanos, como el Instituto Nacional de Ecología (INE), reportaron que la tasa de pérdida anual de manglares es de 2 por ciento; sin embargo, según algunos estudios de teledetección realizados a gran escala en el noreste de México en muchas lagunas, a pesar de la percepción común, no se está perdiendo.
Precisa, por último, que en comparación de imágenes de satélite algunos informes regionales han argumentado que el área cubierta por bosques de manglar ha aumentado en 10 años en algunas lagunas de la costa del Pacífico de México.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/01/24/index.php?section=sociedad&article=040n2soc

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La actividad humana, determinante en el clima europeo de los últimos tres siglos


Se debe a la concentración de gases contaminantes en la atmósfera.
En el estudio se han realizado simulaciones y reconstrucciones climáticas.
Se ha analizado el clima en Europa de los últimos 500 años.

La actividad humana ha sido determinante en el aumento de las temperaturas en Europa en los últimos tres siglos, por los efectos de la concentración de gases contaminantes en la atmósfera, según un estudio pionero con simulaciones y reconstrucciones climáticas de los últimos 500 años. 

Además, de acuerdo a los resultados de esta investigación, publicada en el último número de Nature Geosciences, en la que participa la Universidad Complutense (UCM), el ascenso de las temperaturas en invierno desde el año 1.700 se atribuye en gran medida al aumento de las concentraciones de efecto invernadero originadas por la actividad humana. 

El trabajo ha sido liderado por la Universidad de Edinburgo, con la colaboración de la Universidad Justus-Liebig de Giessen, la Universidad de Berna y la Universidad Complutense; ésta ha participado en el análisis y suministro de los datos de simulaciones realizadas con modelos del clima para el último milenio, según ha explicado uno de sus responsables, Fidel González Rouco, de la UCM.
Simulaciones y reconstrucciones del clima
También se han utilizado reconstrucciones climáticas proporcionadas por las universidades de Giessen y Berna, en las que se incluyen no sólo datos climáticos actuales, sino también otros procedentes de observaciones instrumentales antiguas, obtenidos con aparatos usados en el siglo XVII y XVIII, así como información registrada en documentos históricos y dendroclimática. 

Ello ha sido necesario dado que los científicos sólo disponen de medidas instrumentales que aportan información de fiabilidad razonable del clima de Europa de los últimos 150 años.

Aparte de las reconstrucciones y simulaciones climáticas, el estudio ha tomado en consideración los efectos de los factores externos que previsiblemente han influido preferentemente en la evolución del clima en Europa durante la segunda parte del último milenio. 

Por un lado, las consecuencias de las causas naturales, es decir, los cambios en la energía emitida por el sol y los registros de la actividad volcánica, cuyas variaciones afectan claramente a la temperatura del Planeta.
Por otra parte, se han tenido en cuenta también los cambios en las concentraciones de gases de efecto invernadero y los aerosoles troposféricos, asociados fundamentalmente a las emisiones vinculadas a la actividad humana.
La concentración de gases invernadero, culpable del cambio
Según el científico de la UCM, es la primera vez que se han evaluado los efectos de los factores antes mencionados en el clima de Europa a lo largo de los últimos siglos en función de parámetros estacionales y a escala continental. Hasta ahora, únicamente se habían realizado estudios de forma global, en el contexto de todo el Planeta o a escala hemisférica. 

Los resultados son determinantes en cuanto a la vinculación de la actividad humana con el aumento de las temperaturas en invierno por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, mientras que para el resto de estaciones, los datos no son tan concluyentes y requieren un mayor estudio. 

Con todo esto, según el científico, habiéndose constatado la influencia de los mencionados factores en el clima de Europa en el pasado, especialmente la actividad humana, cabe esperar que el ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero tenga una influencia importante en el futuro.

20minutos.es

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