Somos todos líderes.





Por: Satish Kumar

El verdadero liderazgo se encuentra enfocado en la inspiración, la motivación y la acción correcta.
Cada bellota es un roble en potencia. Si se dan las condiciones apropiadas de suelo, agua y sol, algo tan pequeño como una bellota se convertirá en un poderoso y enorme roble. De manera similar, cada ser humano es un líder potencial- siempre que se reúnan- las condiciones adecuadas, coraje, dedicación y servicio altruista.
De la misma forma que el roble ofrece sombra para el viajero cansado, una rama para el pájaro que anida, o un tirante para el techo de la casa, cada ser humano tiene el potencial para cuidar la tierra, servir al pobre, liberar al oprimido y escalar las alturas de la imaginación y autorealización.
El tipo de líder al que me refiero no es un héroe extraordinario, no un dictador egocéntrico, no una superestrella vanidosa, ni una celebridad. Es un humilde huésped a la humanidad- un sirviente de la tierra y una consciencia vigilante del pueblo. Tal lider "Sirviente" es tan cuidadoso de los procesos y propósitos de la vida como lo es consciente de las metas; acá no hay conflicto entre los fines y los medios. En la labor de este líder existe una armonía completa entre lo que hay que hacer y cómo se hace.
El verdadero y efectivo liderazgo ronda mas la inspiración, facilitación y acción correcta que el resultado, logros o metas inalcanzables.
Un verdadero líder, lo hace con el ejemplo. El que demanda "Hagan como yo digo pero no como yo hago" no es un buen líder. La integridad entre las palabras y los hechos es una cualidad esencial  del liderazgo inspirante. Alguna vez  se le preguntó a Mahatma Gandhi ¿" Cuando Ud. convoca al pueblo, concurren de a millones; cual  es la clave de su liderazgo exitoso?". Se dice que Gandhi contestó "Nunca le he pedido a la gente hacer algo que no haya probado yo antes, deberemos practicar lo que predicamos, en otras palabras nosotros deberemos ser el cambio que  queremos ver en el mundo"
Un ejemplo viviente vale mas que miles de palabras; la congruencia entre la predicación y la práctica es un prerrequisito para el liderazgo.
Somos todos líderes potenciales, pues podemos guiar nuestra propia vida en la dirección apropiada.
Podremos mostrar al mundo que se puede vivir una vida plena sin explotación, subyugación o dominación de otros o de bienes naturales. Podemos mostrar que una vida simple, saludable y equitativa puede ser  buena y gozosa. Podemos mostrar que la felicidad no fluye de los bienes materiales o el tamaño de nuestra cuenta bancaria, La felicidad emana de la calidad de vida que vivimos y el tipo de relación que tenemos con nuestra familia, nuestros vecinos, nuestra comunidad y el mundo natural.
Esto es un liderazgo de abajo hacia arriba. No debemos esperar al mesías. El liderazgo genuino no va a emanar de nuestros parlamentos o del palacio presidencial. El liderazgo no es legislación. El fin del apartheid en Sud África, el establecimiento de los derechos civiles en los EEUU, el desmantelamiento del muro de Berlín, el desmembramiento del Imperio Soviético, y muchos otros grandes eventos de la humanidad ocurrieron porque millones de personas actuaron a nivel del suelo y se negaron a acatar la orden injusta del día. El movimiento feminista y el ambiental son ejemplos de los pueblos asumiendo la responsabilidad personal de participar de los procesos de la gran transformación necesaria hacia un futuro justo sustentable y resiliente para Gaia y su gente.
El verdadero liderazgo no se trata de acciones que roban titulares de diarios: el verdadero liderazgo es vivir y actuar con integridad y sin temor. El liderazgo no tiene nada que ver con el poder, posición o cargo, ni que hablar con nacimiento, clase o status. Los líderes pueden brotar de cualquier parte.
El liderazgo es un llamado interno que nos guía a nosotros y al mundo desde la subyugación a la liberación; de la falsedad a la verdad; del control a la participación y de la avaricia a la gratitud.
Todos podemos ser lideres. Solo debemos despertar, ponernos de pié, vivir y actuar.

Revista: Resurgence
Traducción: Miguel Webb

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué