Prueban que el espionaje de la NSA no está centrado en el terrorismo
Poder, dinero y aplastar a los disidentes son los motivos reales
The Washington Blog / Matrizur.org
La NSA no sólo espió a los líderes de Alemania, Brasil y México, sino a al menos 35 líderes mundiales. El diario británico The Guardian informó que un funcionario estadounidense no identificado entregó 200 números de teléfono, incluyendo los de 35 líderes mundiales, ninguno de los cuales lleva el nombre. Estos fueron inmediatamente "asignados" para el monitoreo de la NSA.
La NSA también espía a la Unión Europea, el Parlamento Europeo, otros aliados y la cumbre del G-20. La NSA le pidió a agencias gubernamentales compartir sus tarjeteros, por lo que la NSA tendría números de teléfono de los principales líderes políticos y militares extranjeros. Un memorando confidencial del gobierno admite que el espionaje no ayudó a prevenir el terrorismo: El memo reconoce que el espionaje en los números de teléfono había producido "poca inteligencia reportable". Debido a que los líderes de países aliados como Alemania, México, la Unión Europea, Brasil y el G-20 no tienen vínculos con terroristas de Al Qaeda, el espionaje fue obviamente hecho con otros fines. La NSA conduce espionaje industrial generalizado sobre los aliados de Estados Unidos. Eso no tiene nada que ver con el terrorismo. De hecho, no hay evidencia de que el espionaje masivo ha evitado un solo ataque terrorista. Al contrario, expertos antiterroristas dicen que el espionaje en masa en realidad perjudica los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos. Si el espionaje de la NSA estuviese realmente centrado en el terrorismo, los países aliados y las empresas no estarían luchando tan duro contra ello. Y hasta el argumento de que el 11 de septiembre cambió todo, no tiene sustento. El espionaje comenzó antes de esa fecha (...) y varias excusas se han utilizado para espiar a los estadounidenses en los últimos años. Incluso el espionaje industrial de la NSA ha estado sucediendo desde hace muchas décadas. Y la NSA ya estaba espiando a los senadores estadounidenses hace más de 40 años. Los gobiernos que espían a su propia población siempre lo hacen para aplastar la disidencia.
Fuente: http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=28732:diario-the-guardian-prueban-que-el-espionaje-de-la-nsa-no-esta-centrado-en-el-terrorismo-&catid=46:conocimiento-y-tecnologia&Itemid=69
Traducción por Ivana Cardinale
-------------------------------------
Las pesadillas tecnológicas que se avecinan
Escrito por Alberto Piris
Entre los instrumentos de control y vigilancia de las personas que componen la misteriosa panoplia de las agencias que dicen velar por nuestra seguridad, como reveló en su momento Snowden, se encuentra un aparato llamado IMSI catcher.
Su nombre se puede traducir como "captador de imsis", lo que, a su vez, nos llevaría a descubrir que IMSI son las iniciales en inglés de algo que puede entenderse como la "identidad internacional de un suscriptor móvil", es decir, de cualquier teléfono móvil. Se trata de un código que identifica a nivel mundial todos los equipos móviles hoy día existentes.
Conviene hacer ahora un pequeño inciso, no técnico sino lingüístico -dado que estos días se desarrolla el VI Congreso de la Lengua (española, por supuesto) en Panamá-, al hilo de la queja que recientemente expresaba Javier Sampedro sobre la traducción de los términos técnicos ingleses, dado que el mundo hispanohablante va claramente a remolque en todo lo relacionado con las vanguardias de la ciencia y la investigación. Se lamentaba de que las muy correctas versiones al castellano de hardware y software (soporte físico y soporte lógico, respectivamente) elaboradas por la RAE "llegaron tarde para persuadir a los periodistas y a la población de que las adoptaran", en vista de lo cual nuestra lengua incorporó dos nuevos anglicismos. Al parecer, no solo vamos muy retrasados en la investigación (y más vamos a ir los españoles, ahora que se cercenan las ayudas a esta actividad) sino que los doctores de la lengua se toman también su tiempo para realizar el trabajo que les corresponde. Así pues, sigamos hablando del IMSI catcher.
La misión del aparatito es captar todas las señales procedentes de un teléfono móvil situado en las proximidades, de modo que puede identificar y localizar a todos los usuarios de una zona concreta.
El citado aparatito, fabricado por la empresa estadounidense GammaGroup, puede llevarse instalado debajo de la camisa, aunque existen otras versiones que lo montan en un maletín de mano o en un automóvil con antena oculta bajo el techo. Su misión es captar todas las señales procedentes de un teléfono móvil situado en las proximidades, de modo que puede identificar y localizar a todos los usuarios de una zona concreta. Para ello, envía unas señales que activan los móviles dentro de su alcance y les hace devolver una señal con su identificación propia. Midiendo el tiempo utilizado por las respuestas (llamadas pings, ¡otro anglicismo!) de los teléfonos y utilizando más de un aparato a la vez, se puede conocer con exactitud donde se encuentra cada uno, aunque los teléfonos no estén siendo utilizados por los usuarios, pues basta con que estén encendidos.
Unos agentes del FBI, testimoniando ante los tribunales de EE.UU. con motivo de un caso de evasión fiscal, revelaron que en julio de 2008 la compañía Verizon reprogramó sus tarjetas de teléfono móvil para que respondieran a las llamadas del FBI y se conectaran a una antena propia de la agencia para poder ser localizadas. Ciertos dispositivos similares se venían usando ya desde el año 2002, según declararon algunos testigos. El FBI no lo negó y un antiguo agente informó al Wall Street Journal de que la agencia "contrata personal formado como pirata informático (hacker) y adquiere aparatos capaces de realizar esas operaciones". Pero añadió a modo de justificación: "Cuando lo hacemos así es porque no tenemos otra opción".
FinFisher es un programa espía que se apodera de los ordenadores, copia los archivos almacenados, intercepta las llamadas telefónicas tipo skype y archiva todas las pulsaciones del teclado.
Los aparatos a los que se refería el agente son también anunciados por GammaGroup en un catálogo secreto, que probablemente fue descubierto por activistas de los derechos humanos que lo han hecho público tras haber sufrido unos ciberataques producidos por uno de los artilugios de la citada compañía, llamado FinFisher. Es un programa espía que se apodera de los ordenadores, copia los archivos almacenados, intercepta las llamadas telefónicas tipo skype y archiva todas las pulsaciones del teclado. Lo malo era que este programa se disfrazaba dentro del ordenador como si fuera el conocido explorador de internet Firefox, propiedad de la empresa Mozilla, que al descubrir el engaño fue la que levantó la liebre, no sin tener algunos conflictos con el poder, ya que eran agencias gubernamentales las que se aprovechaban de este engaño internáutico.
El mundo del espionaje personal parece que no termina aquí. Su vanguardia se halla ahora en la elaboración de programas que, aprovechando la astronómica cantidad de información que puede acumularse sobre cada individuo, desarrollan procesos lógicos que permiten, por ejemplo, saber la probabilidad con la que el individuo X esté en el gimnasio todos los jueves a las 07.00 horas, a fin de aprovecharla para penetrar en su domicilio, analizar o apoderarse de su ordenador e instalar unos micrófonos en las habitaciones. No es broma. A esto se dedica ahora otro programa llamado RIOT (Rapid Information Overlay Technology) de la conocida Raytheon, una de las principales corporaciones de armamento de EE.UU.
La ciencia y la tecnología, por su propia naturaleza, carecen de límites autoimpuestos, por lo que la evolución que este comentario pretende mostrar no se frenará simplemente renegando del progreso. La perversidad está en las mentes humanas que distorsionando la realidad (en este caso, exagerando la sensación de peligro) pretenden crear nuevas necesidades que solo satisfacen su ansia de más sustanciales beneficios, no solo económicos, sino políticos y sociales
Alberto Piris. General de Artillería en la reserva (España). www.ceipaz.org - Publicado en la Revista Fusión.com
---------------------------------------------------
EE.UU: espionaje y protestas
Editorial de La Jornada
La revelación de prácticas de espionaje sistemático y masivo realizado por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) contra gobiernos y ciudadanos de todo el mundo, a la par de la creciente inconformidad y de los enérgicos reclamos de autoridades nacionales –con algunas excepciones ominosas, como el caso de México–, ha sembrado un clima de inconformidad y descontento entre la población del país vecino, como quedó de manifiesto ayer con la realización de una protesta masiva en las calles de Washington, convocada por decenas de organizaciones civiles, grupos ambientalistas y de defensa de derechos humanos, medios digitales e incluso organizaciones conservadoras contrarias a la intromisión gubernamental en la vida privada.
El precedente ineludible de estas manifestaciones de descontento son las protestas realizadas por el movimiento Occupy Wall Street hace dos años, con una diferencia fundamental: el objeto de los reclamos de las actuales movilizaciones no es el modelo económico depredador vigente en buena parte del mundo ni los intereses económicos y especulativos causantes de la crisis mundial, sino un régimen político –el estadunidense– que ha mostrado una total falta de escrúpulos a la hora de husmear ilegalmente en la información de otros gobiernos, organismos internacionales y ciudadanos, y que ha otorgado con ello nula importancia a su propia legalidad, a las leyes de otras naciones y a los tratados internacionales.
En el contexto de esta jornada de manifestaciones en la capital estadunidense, el ex colaborador de la NSA Edward Snowden difundió un comunicado desde su exilio en Rusia en el que denuncia que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos construyó secretamente un sistema de vigilancia penetrante, indica: es hora de que el gobierno aprenda de nosotros e invita a enviar el mensaje: dejen de vigilarnos.
Resulta inocultable que la divulgación de las filtraciones realizadas por Snowden conlleva una brusca pérdida de credibilidad para el discurso oficial estadunidense, el cual suele tener como referentes la legalidad, la institucionalidad y presenta a ese país como la democracia más consolidada del planeta. Ese deterioro en la imagen de Washington ante sus propios ciudadanos y frente al mundo, constituye un factor de debilidad adicional para la administración de Barack Obama, despojada de la agenda progresista con que arribó al poder en 2008 como consecuencia de las vacilaciones del mandatario y de los obstáculos impuestos por sus opositores políticos y los poderes fácticos, ahora colocada, ante el conjunto de sus interlocutores, como administración poco confiable, inescrupulosa e incluso amenazante.
En contraparte, las protestas de ayer permiten ponderar el impacto político que ha tenido en la sociedad de Estados Unidos y de otros países la revelación de filtraciones como las realizadas por Snowden y difundidas por Wikileaks y por diversos medios de comunicación, las cuales han originado un debate público en torno al secretismo tradicional de los poderes políticos y su tendencia a establecer sistemas ilegales de vigilancia y espionaje sobre la población, y han ensanchado la conciencia colectiva sobre la importancia de la transparencia y el derecho a la información.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/10/27/edito - Imagen: www.ienterate.net
The Washington Blog / Matrizur.org
La NSA no sólo espió a los líderes de Alemania, Brasil y México, sino a al menos 35 líderes mundiales. El diario británico The Guardian informó que un funcionario estadounidense no identificado entregó 200 números de teléfono, incluyendo los de 35 líderes mundiales, ninguno de los cuales lleva el nombre. Estos fueron inmediatamente "asignados" para el monitoreo de la NSA.
La NSA también espía a la Unión Europea, el Parlamento Europeo, otros aliados y la cumbre del G-20. La NSA le pidió a agencias gubernamentales compartir sus tarjeteros, por lo que la NSA tendría números de teléfono de los principales líderes políticos y militares extranjeros. Un memorando confidencial del gobierno admite que el espionaje no ayudó a prevenir el terrorismo: El memo reconoce que el espionaje en los números de teléfono había producido "poca inteligencia reportable". Debido a que los líderes de países aliados como Alemania, México, la Unión Europea, Brasil y el G-20 no tienen vínculos con terroristas de Al Qaeda, el espionaje fue obviamente hecho con otros fines. La NSA conduce espionaje industrial generalizado sobre los aliados de Estados Unidos. Eso no tiene nada que ver con el terrorismo. De hecho, no hay evidencia de que el espionaje masivo ha evitado un solo ataque terrorista. Al contrario, expertos antiterroristas dicen que el espionaje en masa en realidad perjudica los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos. Si el espionaje de la NSA estuviese realmente centrado en el terrorismo, los países aliados y las empresas no estarían luchando tan duro contra ello. Y hasta el argumento de que el 11 de septiembre cambió todo, no tiene sustento. El espionaje comenzó antes de esa fecha (...) y varias excusas se han utilizado para espiar a los estadounidenses en los últimos años. Incluso el espionaje industrial de la NSA ha estado sucediendo desde hace muchas décadas. Y la NSA ya estaba espiando a los senadores estadounidenses hace más de 40 años. Los gobiernos que espían a su propia población siempre lo hacen para aplastar la disidencia.
Fuente: http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=28732:diario-the-guardian-prueban-que-el-espionaje-de-la-nsa-no-esta-centrado-en-el-terrorismo-&catid=46:conocimiento-y-tecnologia&Itemid=69
Traducción por Ivana Cardinale
-------------------------------------
Las pesadillas tecnológicas que se avecinan
Escrito por Alberto Piris
Entre los instrumentos de control y vigilancia de las personas que componen la misteriosa panoplia de las agencias que dicen velar por nuestra seguridad, como reveló en su momento Snowden, se encuentra un aparato llamado IMSI catcher.
Su nombre se puede traducir como "captador de imsis", lo que, a su vez, nos llevaría a descubrir que IMSI son las iniciales en inglés de algo que puede entenderse como la "identidad internacional de un suscriptor móvil", es decir, de cualquier teléfono móvil. Se trata de un código que identifica a nivel mundial todos los equipos móviles hoy día existentes.
Conviene hacer ahora un pequeño inciso, no técnico sino lingüístico -dado que estos días se desarrolla el VI Congreso de la Lengua (española, por supuesto) en Panamá-, al hilo de la queja que recientemente expresaba Javier Sampedro sobre la traducción de los términos técnicos ingleses, dado que el mundo hispanohablante va claramente a remolque en todo lo relacionado con las vanguardias de la ciencia y la investigación. Se lamentaba de que las muy correctas versiones al castellano de hardware y software (soporte físico y soporte lógico, respectivamente) elaboradas por la RAE "llegaron tarde para persuadir a los periodistas y a la población de que las adoptaran", en vista de lo cual nuestra lengua incorporó dos nuevos anglicismos. Al parecer, no solo vamos muy retrasados en la investigación (y más vamos a ir los españoles, ahora que se cercenan las ayudas a esta actividad) sino que los doctores de la lengua se toman también su tiempo para realizar el trabajo que les corresponde. Así pues, sigamos hablando del IMSI catcher.
La misión del aparatito es captar todas las señales procedentes de un teléfono móvil situado en las proximidades, de modo que puede identificar y localizar a todos los usuarios de una zona concreta.
El citado aparatito, fabricado por la empresa estadounidense GammaGroup, puede llevarse instalado debajo de la camisa, aunque existen otras versiones que lo montan en un maletín de mano o en un automóvil con antena oculta bajo el techo. Su misión es captar todas las señales procedentes de un teléfono móvil situado en las proximidades, de modo que puede identificar y localizar a todos los usuarios de una zona concreta. Para ello, envía unas señales que activan los móviles dentro de su alcance y les hace devolver una señal con su identificación propia. Midiendo el tiempo utilizado por las respuestas (llamadas pings, ¡otro anglicismo!) de los teléfonos y utilizando más de un aparato a la vez, se puede conocer con exactitud donde se encuentra cada uno, aunque los teléfonos no estén siendo utilizados por los usuarios, pues basta con que estén encendidos.
Unos agentes del FBI, testimoniando ante los tribunales de EE.UU. con motivo de un caso de evasión fiscal, revelaron que en julio de 2008 la compañía Verizon reprogramó sus tarjetas de teléfono móvil para que respondieran a las llamadas del FBI y se conectaran a una antena propia de la agencia para poder ser localizadas. Ciertos dispositivos similares se venían usando ya desde el año 2002, según declararon algunos testigos. El FBI no lo negó y un antiguo agente informó al Wall Street Journal de que la agencia "contrata personal formado como pirata informático (hacker) y adquiere aparatos capaces de realizar esas operaciones". Pero añadió a modo de justificación: "Cuando lo hacemos así es porque no tenemos otra opción".
FinFisher es un programa espía que se apodera de los ordenadores, copia los archivos almacenados, intercepta las llamadas telefónicas tipo skype y archiva todas las pulsaciones del teclado.
Los aparatos a los que se refería el agente son también anunciados por GammaGroup en un catálogo secreto, que probablemente fue descubierto por activistas de los derechos humanos que lo han hecho público tras haber sufrido unos ciberataques producidos por uno de los artilugios de la citada compañía, llamado FinFisher. Es un programa espía que se apodera de los ordenadores, copia los archivos almacenados, intercepta las llamadas telefónicas tipo skype y archiva todas las pulsaciones del teclado. Lo malo era que este programa se disfrazaba dentro del ordenador como si fuera el conocido explorador de internet Firefox, propiedad de la empresa Mozilla, que al descubrir el engaño fue la que levantó la liebre, no sin tener algunos conflictos con el poder, ya que eran agencias gubernamentales las que se aprovechaban de este engaño internáutico.
El mundo del espionaje personal parece que no termina aquí. Su vanguardia se halla ahora en la elaboración de programas que, aprovechando la astronómica cantidad de información que puede acumularse sobre cada individuo, desarrollan procesos lógicos que permiten, por ejemplo, saber la probabilidad con la que el individuo X esté en el gimnasio todos los jueves a las 07.00 horas, a fin de aprovecharla para penetrar en su domicilio, analizar o apoderarse de su ordenador e instalar unos micrófonos en las habitaciones. No es broma. A esto se dedica ahora otro programa llamado RIOT (Rapid Information Overlay Technology) de la conocida Raytheon, una de las principales corporaciones de armamento de EE.UU.
La ciencia y la tecnología, por su propia naturaleza, carecen de límites autoimpuestos, por lo que la evolución que este comentario pretende mostrar no se frenará simplemente renegando del progreso. La perversidad está en las mentes humanas que distorsionando la realidad (en este caso, exagerando la sensación de peligro) pretenden crear nuevas necesidades que solo satisfacen su ansia de más sustanciales beneficios, no solo económicos, sino políticos y sociales
Alberto Piris. General de Artillería en la reserva (España). www.ceipaz.org - Publicado en la Revista Fusión.com
---------------------------------------------------
EE.UU: espionaje y protestas
Editorial de La Jornada
La revelación de prácticas de espionaje sistemático y masivo realizado por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) contra gobiernos y ciudadanos de todo el mundo, a la par de la creciente inconformidad y de los enérgicos reclamos de autoridades nacionales –con algunas excepciones ominosas, como el caso de México–, ha sembrado un clima de inconformidad y descontento entre la población del país vecino, como quedó de manifiesto ayer con la realización de una protesta masiva en las calles de Washington, convocada por decenas de organizaciones civiles, grupos ambientalistas y de defensa de derechos humanos, medios digitales e incluso organizaciones conservadoras contrarias a la intromisión gubernamental en la vida privada.
El precedente ineludible de estas manifestaciones de descontento son las protestas realizadas por el movimiento Occupy Wall Street hace dos años, con una diferencia fundamental: el objeto de los reclamos de las actuales movilizaciones no es el modelo económico depredador vigente en buena parte del mundo ni los intereses económicos y especulativos causantes de la crisis mundial, sino un régimen político –el estadunidense– que ha mostrado una total falta de escrúpulos a la hora de husmear ilegalmente en la información de otros gobiernos, organismos internacionales y ciudadanos, y que ha otorgado con ello nula importancia a su propia legalidad, a las leyes de otras naciones y a los tratados internacionales.
En el contexto de esta jornada de manifestaciones en la capital estadunidense, el ex colaborador de la NSA Edward Snowden difundió un comunicado desde su exilio en Rusia en el que denuncia que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos construyó secretamente un sistema de vigilancia penetrante, indica: es hora de que el gobierno aprenda de nosotros e invita a enviar el mensaje: dejen de vigilarnos.
Resulta inocultable que la divulgación de las filtraciones realizadas por Snowden conlleva una brusca pérdida de credibilidad para el discurso oficial estadunidense, el cual suele tener como referentes la legalidad, la institucionalidad y presenta a ese país como la democracia más consolidada del planeta. Ese deterioro en la imagen de Washington ante sus propios ciudadanos y frente al mundo, constituye un factor de debilidad adicional para la administración de Barack Obama, despojada de la agenda progresista con que arribó al poder en 2008 como consecuencia de las vacilaciones del mandatario y de los obstáculos impuestos por sus opositores políticos y los poderes fácticos, ahora colocada, ante el conjunto de sus interlocutores, como administración poco confiable, inescrupulosa e incluso amenazante.
En contraparte, las protestas de ayer permiten ponderar el impacto político que ha tenido en la sociedad de Estados Unidos y de otros países la revelación de filtraciones como las realizadas por Snowden y difundidas por Wikileaks y por diversos medios de comunicación, las cuales han originado un debate público en torno al secretismo tradicional de los poderes políticos y su tendencia a establecer sistemas ilegales de vigilancia y espionaje sobre la población, y han ensanchado la conciencia colectiva sobre la importancia de la transparencia y el derecho a la información.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/10/27/edito - Imagen: www.ienterate.net