Icebergs para atender la demanda de agua dulce


Le dicen proyectos de innovación medioambiental a cualquier cosa. Más allá del precario estado propio un tal  Pierre Marchadier, vicepresidente de Comunicación de una consultora  quiere remolcar icebergs para atender demandas de agua dulce. Por ahora la idea es un  software en 3D que aplican soluciones virtuales en diseños sostenibles que ahorran costos, tiempo y vidas. Un poco exagerado.  

Marchadier ha explicado un proyecto para erradicar la escasez de agua en el mundo es utilizando el agua dulce existente en icebergs a la deriva. Casi a la inversa de Argentina donde todo se inunda.
Los puntos principales del proyecto llamado “Ice-Dream”parten de un iceberg de aproximadamente 7 millones de toneladas, un remolque con una fuerza de tracción de 130 toneladas y un trayecto fijo entre Terranova y las Islas Canarias.
A través de simulaciones científicas en 3D se remolcó el iceberg desde aguas de Terranova hasta las Islas Canarias y los primeros resultados alumbraron que el traslado se puede conseguir en unos 141 días de sed previa.
Durante el viaje virtual, y para proteger la masa de hielo de un posible derretimiento, el equipo de ingenieros que trabaja en este proyecto aplicó un sistema de protección contra la fusión que consiguió que sólo se perdiera un promedio del 38 por ciento de su masa.
Por otro lado, la realidad virtual en la industria aeronáutica es indispensable para simular mediante complejos algoritmos “vuelos reales” que prevén el comportamiento de aviones y calculan rutas adaptadas a sus características, dijo Marchadier.
Existen ya aeronaves que utilizan herramientas tecnológicas en 3D y un ejemplo de ello es el “Solar Impulse”, un avión movido sólo por el sol capaz de volar grandes distancias.
El primer prototipo de esta aeronave que surgió en 2003 de la mano de los pilotos Bertrand Piccard y André Borschberg, con el objetivo de demostrar que un avión puede volar sin combustible alguno sólo utilizando energías limpias.
Once años después, el nuevo modelo, “Solar Impulse 2″, mantiene el reto de dar la vuelta al mundo en los primeros meses de 2015.
Para la construcción de este avión solar se utilizó el software de Dassault Systèmes, denominadoCATIA, capaz de crear un modelo digital del avión al completo incluyendo la cabina de los pilotos, especificaciones aerodinámicas e incluso los tornillos más pequeños.
Marchadier ha detallado que CATIA funciona como un “puzzle” que ensambla todas las piezas a la hora de evaluar un proyecto.
Fuente: medioymedio.com.ar

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