Orwell y Huxley en las redes sociales
Al observar la trayectoria que ha tenido la penetración de internet en la vida cotidiana de las personas, posiblemente el mayor hito podemos hallarlo en el explosivo uso de los smartphones y sus aplicaciones inteligentes. Es a partir de este momento, que los especialistas han llamado la Segunda Revolución Digital, que cientos de millones de personas se convierten en usuarios de internet, en consumidores, y también potenciales creadores, de contenidos e imágenes.
No es posible separar el uso de las tecnologías con estrategias mercantiles y de control económico. Los millones de usuarios de los teléfonos inteligentes son, básicamente, consumidores y clientes de productos y servicios. Un mercado millonario mundial para deleite de centenares de corporaciones, desde los mismos fabricantes de aparatos a los proveedores de internet, desde servicios como Google, Whatsapp o Facebook.
Paul Walder
Una nueva escena cuya base tecnológica está apoyada con creciente peso en una estructura económica cada vez más concentrada y totalitaria. Este fenómeno, presente en prácticamente todos los sectores tradicionales de la industria se ha traspasado a gran velocidad hacia las economías digitales. En muy poco tiempo sobre la economía digital se han creado enormes monopolios, encabezados por el denominado GAFA (Google-Apple-Facebook-Amazon), que han direccionado el sentido de internet y sus posibilidades hacia nuevos negocios en los cuales el usuario-cliente muta en un opaco productor. En Facebook o Twitter nosotros los usuarios somos los productores de contenidos. Una revolución digital, pero también una nueva fase para los grandes negocios. No pocos especialistas se han adelantado en llamar a esta etapa “capitalismo cognitivo”. Un cambio tecnológico que no altera lo más significativo, que es el modo de producción o las relaciones de producción: las viejas estructuras capitalistas de la revolución industrial parecen reproducirse en la era digital.
Hace una o dos décadas hubo un debate que cruzó las organizaciones sociales respecto a las posibilidades de uso de las incipientes herramientas digitales. La idea de la apropiación de internet desde las organizaciones, primero desde la web y los blogs y posteriormente desde la redes sociales, si bien no ha fracasado, sí ha perdido su vigor y entusiasmo. Hoy las redes sociales están manejadas por otros grandes generadores de contenido. El poder de las grandes cadenas y su capacidad de crear interpretaciones y opiniones, hoy, la post verdad, es la otra pieza que completa el fenómeno de concentración del poder en la era digital. Los grandes monopolios de la información, como Fox o CNN, o en nuestras latitudes O Globo en Brasil, Clarín en Argentina o El Mercurio en Chile, mantienen posiciones monopólicas en la creación de contenidos, los que circulan por redes sociales sostenidas por otros monopolios, como Facebook o Twitter. El usuario, cliente ante los servicios de internet como redes sociales, está a su vez plenamente expuesto a contenidos elaborados por pocos y poderosos productores.
En esta escena, que ha reforzado la hegemonía de las grandes corporaciones, la teoría de la Espiral del Silencio, publicada en 1977, vuelve a estar presente con renovado ímpetu en las redes sociales. El usuario busca también aquí la inclusión entre las opiniones mayoritarias, las que recoge desde los grandes medios. Aquella espiral, que originalmente en el trabajo de la politóloga alemana Noelle-Neumann circulaba de boca en boca, hoy la hallamos digitalizada, amplificada y multiplicada. El origen de las opiniones, en qué y cómo pensar, procede de las mismas fuentes, hoy y entonces, bien sesgadas e interesadas.
La masificación de las tecnologías se ha desarrollado bajo estas cotas. El gran cerco de los contenidos, finalmente monopolizados por las grandes cadenas y agencias, crea el escenario para la interpretación de la realidad. El resto es ruido, entretención, accesorios, fragmentos y desechos para una población cada día más confundida y alienada. Orwell y Huxley en la red.
Fuente: elciudadano.cl - Imagen: El foro anarquista
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Google y YouTube apuntan a las “Teorías de conspiración” en la nueva actualización del control de calidad
La masificación de las tecnologías se ha desarrollado bajo estas cotas. El gran cerco de los contenidos, finalmente monopolizados por las grandes cadenas y agencias, crea el escenario para la interpretación de la realidad. El resto es ruido, entretención, accesorios, fragmentos y desechos para una población cada día más confundida y alienada. Orwell y Huxley en la red.
Fuente: elciudadano.cl - Imagen: El foro anarquista
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Google y YouTube apuntan a las “Teorías de conspiración” en la nueva actualización del control de calidad
Google sigue haciendo realidad el libro 1984 de George Orwell al censurar la libertad de expresión y el libre flujo de información. El 27 de julio de 2017 Google actualizó sus guías de calificación de calidad.
La última actualización de sus guías de calificación trae muchos cambios, pero los más grandes se centran en los sitios web de la teoría de la conspiración y los resultados de la consulta en el idioma no inglés y las páginas satíricas que no le hacen saber claramente que son sátira.
Aaron Kesel
Meses antes, Google actualizó sus directrices para evaluadores dos veces – una vez el 11 de mayo de 2017 con algunos cambios más pequeños, y luego otra vez el 14 de marzo con controvertidos cambios mayores que clasifican lo que define “páginas web ofensivas, perturbadoras, imprecisas y odiosas”.
Las nuevas directrices que dan a un gigante de las búsquedas tanto control sobre el libre flujo de información son extremadamente preocupantes. Las directrices instruyen a los evaluadores a confrontar directamente “teorías de conspiración sin fundamento” buscando una fuente que las desacredite, informó The Sem Post.
El Post observó que las reglas no apuntan específicamente a todos los sitios web de “teorías de la conspiración”, sino solo aquellos que presentan una “teoría conspirativa como información factual sin una base”.
Sin embargo, ¿quién decide qué es y qué no es real?
¿Quiénes son las compañías detrás de este valiente esfuerzo para controlar el motor de búsqueda de Google, y quien vigila a los observadores?
Bueno de acuerdo a Search Engine Land, “Google ha contratado a más de 10,000 evaluadores de calidad de búsqueda en todo el mundo para evaluar sus resultados de búsqueda. A los tasadores se les dan búsquedas reales para conducir, sacadas de las búsquedas reales que ocurren en Google”.
Ninguna de las compañías que ha contratado fue nombrada.
Las organizaciones intentando controlar el contenido de YouTube incluyen el Movimiento No Hate Speech, el Instituto para el Diálogo Estratégico y la Liga Anti-Defamación (ADL).
Pero no te preocupes, Google no prohibirá el contenido controversial de la conspiración en conjunto, solo lo hará si no es lo estás buscando. Como se señaló en el documento, “a menos que la consulta indique claramente que el usuario está buscando un punto de vista alternativo”.
La última actualización de sus guías de calificación trae muchos cambios, pero los más grandes se centran en los sitios web de la teoría de la conspiración y los resultados de la consulta en el idioma no inglés y las páginas satíricas que no le hacen saber claramente que son sátira.
Aaron Kesel
Meses antes, Google actualizó sus directrices para evaluadores dos veces – una vez el 11 de mayo de 2017 con algunos cambios más pequeños, y luego otra vez el 14 de marzo con controvertidos cambios mayores que clasifican lo que define “páginas web ofensivas, perturbadoras, imprecisas y odiosas”.
Las nuevas directrices que dan a un gigante de las búsquedas tanto control sobre el libre flujo de información son extremadamente preocupantes. Las directrices instruyen a los evaluadores a confrontar directamente “teorías de conspiración sin fundamento” buscando una fuente que las desacredite, informó The Sem Post.
El Post observó que las reglas no apuntan específicamente a todos los sitios web de “teorías de la conspiración”, sino solo aquellos que presentan una “teoría conspirativa como información factual sin una base”.
Sin embargo, ¿quién decide qué es y qué no es real?
¿Quiénes son las compañías detrás de este valiente esfuerzo para controlar el motor de búsqueda de Google, y quien vigila a los observadores?
Bueno de acuerdo a Search Engine Land, “Google ha contratado a más de 10,000 evaluadores de calidad de búsqueda en todo el mundo para evaluar sus resultados de búsqueda. A los tasadores se les dan búsquedas reales para conducir, sacadas de las búsquedas reales que ocurren en Google”.
Ninguna de las compañías que ha contratado fue nombrada.
Las organizaciones intentando controlar el contenido de YouTube incluyen el Movimiento No Hate Speech, el Instituto para el Diálogo Estratégico y la Liga Anti-Defamación (ADL).
Pero no te preocupes, Google no prohibirá el contenido controversial de la conspiración en conjunto, solo lo hará si no es lo estás buscando. Como se señaló en el documento, “a menos que la consulta indique claramente que el usuario está buscando un punto de vista alternativo”.
Fuente Original: http://www.activistpost.com/2017/08/google-youtube-update-quality-rating-guidelines-include-conspiracy-theories.html
Fuente de traducción: https://cybermedios.org/2017/08/16/google-y-youtube-apuntan-a-las-teorias-de-conspiracion-en-la-nueva-actualizacion-del-control-de-calidad/
Traducido por Jorge Alberto Lizama Mendoza - cybermedios.org - Imagenes: Doblegradistas - José Felipe Otero