El poder terapéutico de los Bosques

 

El Instituto de Terapia Forestal (Forest Therapy Institute) nace en el 2018, el mismo año que el inmunólogo Quin Li, director de la Sociedad Japonesa de Medicina Forestal, dio a conocer al mundo sus investigaciones sobre "Los Baños de Bosque" (shinrin-yoku), una práctica milenaria en Japón, demostrando los beneficios de pasear por el bosque con los cinco sentidos. El "F.T.I" nace con la idea de llevar el baño de bosque al paso siguiente, con técnicas muy especificas basadas en la ciencia para formar profesionales que apliquen estas técnicas orientadas a la salud y el bienestar de las personas en Occidente. Álex Gesse Director de este Instituto sostiene que nuestra propia salud depende de la salud del planeta, por lo que hace falta una política que la potencie." Creo en la resiliencia personal. La espiritualidad se teje en el bosque"

 
Entrevista de: Ima Sanchís

El bosque siempre ha sido mi lugar de silencio y restauración.

¿De qué tenía que restaurarse?
Era el responsable en España de una multinacional tecnológica de 40.000 empleados y no encontraba significado a la vida laboral que llevaba.
¿Y se refugió en el bosque?
A los 39 años me fui a Irlanda y me formé en técnicas de conexión con la naturaleza. Pero desde mi punto de vista las prácticas eran demasiado místicas y decidí buscar base científica y crear practicas basadas en ella, así nació Forest Therapy Institute .
El inmunólogo Quin Li ha demostrado que pasear por el bosque eleva nuestras defensas.Nosotros nos basamos en sus estudios y en otros estudios científicos, neurológicos, psicológicos y sociales para desarrollar técnicas de salud mental y física para grupos específicos.
¿Por ejemplo?
Organizamos un proyecto piloto en el País Vasco de 12 semanas, con un baño de bosque semanal, para un grupo de personas diagnosticadas de esquizofrenia, bipolaridad y psicosis, y con unos objetivos concretos.
¿Qué parámetros evaluaron?
Salud física y emocional y relaciones interpersonales. En salud física los resultados estuvieron alineados con los resultados que se han obtenido en Japón y que básicamente pasan por el equilibrio de la tensión arterial y la disminución del ritmo cardíaco.
¿Cuáles son las técnicas que aplicaron?
Dinámicas de grupo, tiempo en soledad de reflexión en el bosque, actividades relacionadas con el mindfulness y lo que nosotros denominamos despertar de los sentidos.
¿Y?
Lo más sorprendente del estudio fue que el beneficio y el incremento de las relaciones personales, que se mantuvieron dos meses después del estudio, se dispararon. También hemos hecho proyectos específicos para niños en riesgo de exclusión social y el resultado más destacable fue el auto crecimiento personal.
¿Por pasear por el bosque?
Según un estudio de la Universidad de Derby, no es lo mismo estar en la naturaleza como si fuera un escenario, a conectar con el entorno.
Es obvio, ¿no?
Normalmente la mayoría de actividades que hacemos en un bosque (deporte, picnic, jugar...), nos enfocan a utilizarlo como escenario, nuestras técnicas nos llevan a conectar. En nuestro equipo hay ingenieros forestales, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, guías medioambientales y guías de alta montaña.
¿Hay que aprender a estar en un bosque?

En los baños de bosque es importante eliminar el factor tiempo y los objetivos. La neurociencia nos dice que nuestro cerebro tiene buenas ideas cuando para, cuando vaga.
¿Se trata de sanar a través de ciertas técnicas o de estadías en el bosque?
El bosque de por sí tiene un impacto beneficioso y curativo para nuestra salud, entre otras cosas. Los árboles segregan unas sustancias para comunicarse y protegerse.
¿Y eso nos afecta?
Tienen grandes beneficios físicos. Pero cómo afecta a nuestro cuerpo respirar los monoterpenos es lo que ha estudiado Quin Li. Nosostros, sobre esa base, nos hemos especializado en salud mental, social y salud espiritual: crear un sentido de propósito. Trabajamos con teorías como la de la restauración de la atención de Rachel y Stephen Kaplan, que defienden que pasar tiempo en la naturaleza restaura nuestra concentración a través de la práctica de la atención sin esfuerzo.
¿Atender sin pretensiones?
Sí, ver como el viento mueve las hojas no nos obliga a fijarnos para captarlo, y eso hace que restauremos nuestro sistema nervioso. Los Kaplan señalan que la restauración de nuestra atención depende también de la afinidad que tengamos por el entorno. Otro estudio muy interesante nos habla de que las experiencias que nos generan admiración son autotrascendentes, nos hacen sentir como parte del entorno y por ahí pasan las actitudes conservacionistas.
Escoja un estudio que le parezca esencial.
Pasear diariamente media hora por un bosque reduce significativamente el estrés y mejora las funciones fisiológicas relevantes como la frecuencia cardíaca y la presión arterial (Ulrich et al. 1991). Y hay otro que me interesa mucho. La revista Psychological Science Journal publicó en el 2008 un estudio sobre creatividad y claridad de pensamiento, y concluyó que cuando pasamos varios días en la naturaleza nuestro pensamiento creativo se amplía.


Fuente: https://www.lavanguardia.com/lacontra/20200912/483410903886/si-quiere-reducir-el-estres-pasee-media-hora-diaria-por-un-parque.html - Álex Gesse, es director ejecutivo del Forest Therapy Institute

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