Ecuador: La fiebre de oro supera la fiebre de Covid-19

El gobierno de Ecuador prolonga el confinamiento hasta fines de junio, mientras abre camino para la industria minera: una estrategia de sesgo colonial. L@s que se oponen a esta política arriesgan un proceso en su contra. Sin embargo las autoridades locales de la provincia Zamora Chinchipe exigen que la salud esté por encima de la industria extractiva, cuestionando así el comportamiento de la multinacional canadiense Lundin Gold.

Texto: Andrea Sempértegui y Romano Paganini

René Ortiz Durán debió haber sido vendedor de oro en otra vida, por ejemplo en la California del siglo XIX, o banquero en la Suiza del siglo pasado. Infectado por la fiebre de oro, el actual Ministro de Energía del Ecuador, quien pocos días antes del Estado de Excepción asumió su puesto, sigue firmemente la línea del gobierno. Este hombre, de 79 años, considera la minería como un sector estratégico para el Ecuador y “clave para la reactivación de la economía”. Así lo destacó durante un conversatorio en línea a principios de este mes, publicado por el medio digital The Business Year, junto al economista Walter Spurrier y a los directores ejecutivos de las empresas minera australiana Solgold (a cargo del proyecto Cascabel en la provincia de Imbabura) y canadiense Lundin Gold (responsable de Fruta del Norte en Zamora Chinchipe), Nicholas Mather y Ron Honschstein, respectivamente.
Este último destacó que, debido a la pandemia, Zamora Chinchipe pierde 4% de su producto interno bruto al mes y que el cantón Yantzaza, donde Lundin Gold extrae oro, cobre y otros minerales desde el año pasado, tiene 37% menos ingresos. Sobre las pérdidas para los accionarios de su empresa no dijo nada. Sin embargo, Ron Hochstein expresó su descontento: que la paralización de Fruta del Norte, instaurada el 22 de marzo, no puede seguir y que se debe abrir un corredor logístico para reactivar la producción minera en el país.
El gas lacrimógeno abre camino para la exportación del oro 
La respuesta de René Ortiz, quien durante el gobierno de Jamil Mahuad (1998-2000) estuvo a cargo del mismo ministerio y durante los años 80s figuró como Secretario de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, le respondió en un inglés impecable: I am working on it, and I will get it – Estoy trabajando en esto y lo voy a conseguir. 
Esto ocurrió el 6 de mayo del presente año. Solo nueve días después, Ortiz servilmente cumplió su promesa para los “patrones” del Norte Global, y el presidente del Ecuador decretó abrir un corredor logístico para los “sectores estratégicos” que “permiten el transporte y desarrollo normal de las actividades (…) en todas sus fases”. Para garantizar la efectividad de la política extractiva, agregó que “las Fuerzas Armadas participarán activamente en estos procesos a fin de garantizar el funcionamiento de estos corredores”.
En cuanto se secó la tinta del decreto ejecutivo entraron los primeros tráilers a la provincia de Zamora Chinchipe y al Cantón Zamora, dirigiéndose a la mina Fruta del Norte. Según autoridades locales, los choferes ignoraron los protocolos de bioseguridad establecidos por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal. Incluso uno de los choferes bajó del camión, haciendo sus compras en una de las tiendas locales.
Desde la segunda semana de cuarentena, el COE Cantonal estableció que cada vehículo que entra al cantón tiene que ser desinfectado con amonio cuaternario y los choferes tienen que pasar por un túnel de alcohol y cloro. Además, el Alcalde Manuel González Salinas pidió ya en ese entonces que no se permita la circulación de tráilers de proyectos mineros por el peligro de posibles contagios con Covid-19. Los camiones suelen venir desde Guayaquil, ciudad duramente golpeada por la pandemia.
Cuando Manuel González, se enteró de que las medidas de bioseguridad se ignoran, se puso en el punto de control sanitario y desinfección para exigir que se cumplan las reglas del COE Cantonal. Pero los cinco tráilers que salieron el sábado pasado después de las 19h desde Fruta del Norte, cargados con los metales preciosos, fueron flanqueados por la Fuerza Pública: según testigos oculares, unos cien policías y militares. “Usted es ser humano como nosotros”, decía el Alcalde con mascarilla azul al Coronel con mascarilla negra frente a varias cámaras, “estamos protegiendo también a sus familias”. Pero el policía insistió en que bloqueando las calles no se frena el virus y que impedir el paso significa una infracción a la ley. Pocos minutos después, la Fuerza Pública abrió camino a golpes y con gas lacrimógeno, cumpliendo con las directrices de René Ortiz, o mejor dicho, de empresarios como Ron Hochstein de Lundin Gold. Además, detuvieron a las personas que estuvieron a cargo de las desinfecciones: un policía municipal, un bombero y el Director de Desarrollo Sostenible del cantón. Los tres pasaron la noche presos.   
El precio del oro en aumento
Sobre la efectividad y los impactos para la salud de las fumigaciones y desinfecciones relacionadas con el Covid-19 se debe discutir. Sin embargo, esta discusión pendiente no justifica el hecho de que las autoridades locales, que fueron asignadas por el gobierno central para tomar medidas de bioseguridad a nivel cantonal, sean ignoradas por empresas grandes como Lundin Gold. “El no respetar estas reglas ha traído malestares a nuestra comunidad“, decía Manuel González ayer por teléfono. El Alcalde de Zamora también es presidente del COE Cantonal e insiste que se consideren los protocolos establecidos. “No corresponde que Lundin Gold se burle de los Zamoranos”.
Según informó la empresa el domingo pasado, Lundin cumple con “protocolos internacionales” y con estaciones de fumigaciones en diferentes puntos en las vías hacia Guayaquil. Son informaciones de las cuales las autoridades locales dudan. “No conocemos estos protocolos”, dice el Alcalde. “Además, la empresa tiene concesiones de 25 años y no va a morir de hambre si por un par de semanas no puede sacar el material”.

“Estamos protegiendo también a sus familias”: el Alcalde del cantón Zamora, Manuel González Salinas, conversando con el Coronel de la policía cerca del proyecto minero Fruta del Norte. Pocos minutos después la Fuerza Publico abrió camino con palos y gas lacrimógeno, ignorando los protocolos del COE Cantonal. – FOTO: Facebook/Alcaldía Zamora

La razón por el apuro de Lundin Gold&Co se encuentra en las bolsas de valores de Nueva York, Toronto, Londres y Zurich. Ahí se comercializa el oro de Zamora Chinchipe que, según información de la ONG Mining Watch, se exporta a la refinería Harjavalta en Finlandia. A diferencia de la caída estrepitosa de los precios del petróleo, el precio de este metal precioso desde inicios del año aumentó en un 36%.
Así que la fiebre de oro parece mucho más fuerte que la del Covid-19 y no solamente en el sur de Ecuador. En la noche del 17 de marzo, personal minero y camiones ingresaron con maquinaria pesada a la parroquia de Pacto, al norte de Quito, aprovechando la emergencia sanitaria. Y solo tres semanas después las poblaciones de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, denunciaron la contaminación de sus ríos -sus únicas fuentes hídricas- por actividades mineras intensificadas: también por oro. Son sucesos que se dan a pesar de la ampliación de medidas cautelares en agosto de 2018, donde se determinó que toda minería -sea legal o ilegal- está prohibida en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro.
La excusa del Estado de Excepción
Son acontecimientos que no se limitan al Ecuador, como destaca el Observatorio de conflictos mineros en América Latina. “En particular, vemos con mucha preocupación la insistencia en declarar la minería como actividad prioritaria o esencial en tiempos en que la población debe resguardarse en cuarentena”, escribe en su informe de la semana pasada. “Se aprueban e implementan protocolos sanitarios convenientes para las mineras sin incluir pruebas de descarte del virus para los trabajadores”. En relación a la represión, el Observatorio destaca una política parecida a la que se llevó a cabo en Zamora el sábado pasado: represión por parte de la policía y la Fuerzas Armadas “bajo la excusa de que las medidas de excepción o catástrofe imponen”.
Ivonne Ramos, de la ONG Acción Ecológica de Quito, coincide con esta lectura. Para la Licenciada en Derecho, es una irresponsabilidad de parte del Estado que permita la circulación de personas que van y vienen entre Guayaquil y Zamora Chinchipe, y que entran a territorios escondidos, muchos de ellos habitados por comunidades indígenas donde el contagio con Covid-19 puede tener consecuencias fatales. “El Estado tiene que ir cumpliendo con las mismas medidas que aplica al resto de la población”, enfatiza Ramos. En otras partes de América Latina ya hay contagios documentados relacionados con las actividades mineras. “Hay que tener en cuenta que por la contaminación de sus aguas y tierras las personas que viven alrededor de proyectos mineros ya tienen un sistema inmune más débil”.

Avanzar en nombre del progreso y el crecimiento económico: la aspiración de las empresas mineras en tiempo de pandemia sigue. En Peru por ejemplo, país vecino del Ecuador se han contagiado mas que 500 mineros con Covid-19.


El incumplimiento de Lundin Gold con normas establecidas por autoridades locales está relacionado con la complicidad y servilismo de ministros como René Ortiz y presidentes como Lenin Moreno, quienes ven en la industria minera “alternativas económicas” para el entramado de crisis diversas que el Ecuador atraviesa. Sin embargo, la mega-minería solo responde a intereses privados del Norte Global de expandir la frontera extractiva, dejando pocas regalías y muchos costos a nivel socio-ecológico para el Estado Ecuatoriano.
Al mismo tiempo, la historia misma de Lundin Gold nos cuenta que esta empresa tiene una práctica sistematizada en ignorar protocolos locales y respetar la vida de las comunidades donde opera. Ellos forman parte de Lundin Group que alberga varias empresas de la misma familia que hace más de tres décadas ha estado activa en África, participando de alguna u otra manera en conflictos como los del Kongo, del apartheid de Sudáfrica o del Sudan. Por violar derechos humanos en Sudan, el presidente de Lundin Petroleum, que después de la caída de los precios del petróleo en abril cambió su nombre a Lundin Energy, incluso enfrenta un juicio legal. “Lundin tiene naturalizado el atravesar y romper protocolos y normas de entidades estatales”, dice Ivonne Ramos. “Pero Ecuador es un Estado soberano con autoridades locales competentes y Lundin tiene la obligación de someterse a estas normas”.
A pesar de que Zamora, con sus casi 30’000 de habitantes, es el cantón con más contagios en la provincia de Zamora Chinchipe (hasta el día de ayer 58 personas), la provincia tiene pocos contagios a nivel nacional, como destaca Leydi Huertas Palacios. “Eso se debe también a una política firme respecto a la cuarentena”. Por lo tanto, la viceprefecta está indignada por el comportamiento de Lundin Gold y exigió a través de las redes digitales “respeto y justicia” para su provincia. “No estamos impidiendo el transporte, solo queremos salvar vidas”.
Leydi Huertas nombra la falta de instalaciones sanitarias para poder atender personas infectadas con el Covid-19. Según ella, la provincia no cuenta ni con unidades de cuidados intensivos (UCIS) ni tampoco hay tanques de oxígeno. “Y eso en una provincia con los dos proyectos mineros más grandes del país”. Por lo tanto, los pacientes con Covid-19 tienen que ser trasladados a Loja, a dos horas y media de Zamora. Pero ahí, dice Huertas Palacios, todas las UCIS ya están ocupadas. El Vicepresidente Otto Sonnenholzner visitó hace un mes el sur del país, asegurando que entregará nuevos materiales para tener suficientes UCIS. “Hasta ahora no han llegado”.

Moradores de la parroquia Los Encuentros en la provincia Zamora Chinchipe mitades de enero del presente año, exigiendo a la empresa Lundin Gold a que reconstruya el puente, que quedo destrozado por los trailers pesados que llevan el concentrado de oro hacia Guayaquil. – FOTO: Yantzasa Informa




En Zamora Chinchipe se repite un patrón que es común en zonas extractivas: el de las promesas incumplidas. Las empresas del Norte Global -en este caso mineras- entusiasman el pueblo con colaboraciones reemplazando las obligaciones de los estados y prometiendo acceso en educación, salud y trabajo. Pero a medida que avanza la explotación de los recursos se esfuman las promesas y las poblaciones se encuentran en la misma situación que antes, solo que ahora sus aguas están contaminadas, sus montañas destruidas y sus lazos sociales debilitados. “Las confrontaciones con la empresa han sido permanentes”, dice la viceprefecta Leydi Huertas, y menciona como ejemplo el puente destruido por los tráilers pesados en la parroquia Los Encuentros, donde la población local varias veces exigió a que se repare. Según Huertas, Lundin Gold actualmente está construyendo otro puente sin que se sepa si es para uso público o solo para la empresa. “Tenemos que callar y soportar, ¿pero que hay de nuestros derechos constitucionales?”
El apoyo de 46 municipios
Preguntas como esta enviábamos por escrito a info@lundingold.com, pero hasta el cierre de esta edición no nos han respondido. Quien sí respondió a lo que pasó el sábado anterior en Zamora fue el COE Nacional, emitiendo “un enérgico llamado de atención al alcalde del cantón Zamora”, por impedir el transporte de concentrados de oro. “Se pondrá en conocimiento de las autoridades judiciales la posible comisión de un delito por el incumplimiento de orden legítima de autoridad competente”.
El alcalde mismo, Manuel González Solís, está tranquilo. “No temo nada que no queme. Simplemente quiero proteger a la gente de nuestro cantón”. González tiene el respaldo de la viceprefecta de Zamora Chinchipe* y también del Consorcio de Municipios Amazónicos y Galápagos que reúne 46 municipios. Además, desde la capital, Acción Ecológica está preparando una demanda para presentarla a la Defensoría del Pueblo.

*Fe de errata: mutantia.ch quiere aclarar que a pesar de que la viceprefecta de la provincia de Zamora Chinchipe respalda las decisiones de la Alcaldía del cantón Zamora, tal posición no es compartida por la prefectura de la provincia.
Colaboración: Vicky Novillo Rameix
Foto principal: Cerrado por el bien comun – la pandemia demostró que una vida con menos producción y consumo beneficia a la naturaleza y por lo tanto también a los humanos: acción del grupo Extinction Rebellion Ecuador, frente a las oficinas de Lundin Gold en Quito. (Extinction Rebellion Ecuador)
Redes: Victoria Jaramillo y Ricardo Tobar
+ + + Trabajo colaborativo entre La Línea de Fuego, Acapana, Radio Periférik y mutantia.ch + + +
Fuente: Mutantia.cl - Publicado en: Ecoportal.net

 

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