Vínculos estrechos entre las grandes empresas de la agroindustria y la derecha europea

Cómo la agroindustria ha usado excursiones, fiestas y alquileres gratuitos para ganarse el corazón de los conservadores europeos. Esta semana el Parlamento Europeo ha rechazado reducir en un 50% el uso de pesticidas químicos en 2030: Excursiones alpinas, fiestas selectas o prestar despachos sin cargo alguno son solo algunos de los métodos que usan las grandes empresas agrícolas para conquistar a influyentes legisladores de la Unión Europea en relación a las importantes reformas ecológicas que se están llevando a cabo en los últimos años. Estas actividades han contribuido a forjar una poderosa alianza en Bruselas entre políticos selectos del Partido Popular Europeo (PPE) y los que tienen intereses comerciales en frenar el avance hacia una agricultura más respetuosa con la naturaleza: los fabricantes de pesticidas y los sindicatos agrícolas vinculados a la industria.

Claire Carlile
(DeSmog


Una importante investigación publicada a principios de octubre por DeSmog y Politico ha descubierto el elevado volumen de reuniones mantenidas por seis importantes parlamentarios del PPE. También ha revelado que la industria agrícola mantenía desde 2020 un promedio de dos reuniones semanales con estos políticos mientras la UE negociaba reformas emblemáticas para proteger la naturaleza y el clima.
DeSmog ha profundizado aún más y ha elaborado un mapa de los extensos vínculos personales y profesionales que existen entre estos seis eurodiputados conservadores y grupos vinculados a la industria agrícola.
Hemos decidido destacar las conexiones de los parlamentarios con los actores más poderosos de la UE que son hostiles a los planes para reducir el uso de pesticidas, un grupo que incluye a los principales sindicatos agrícolas. También hemos incluido a los grupos agrícolas con los que los eurodiputados tenían vínculos personales.

La naturaleza de los vínculos que aparecen en el mapa abarca desde el contacto directo en reuniones, encuentros sociales y excursiones hasta la pertenencia a organizaciones y comisiones relacionadas con el sector.

La agresiva campaña de los grupos de presión que muestra el mapa parece haber dado resultados. Durante los tres años transcurridos desde que se anunció por primera vez la iniciativa De la granja a la mesa (Farm to Fork), un ambicioso plan para revisar las prácticas agrícolas en el marco del Pacto Verde, los legisladores del conservador PPE se han opuesto sistemáticamente a los planes de transformación de la agricultura.
Las reformas incluyen medidas para reducir a la mitad el uso de pesticidas en todo el bloque, propuestas que han alarmado a una industria que tan solo en Europa mueve 12.000 millones de euros al año. Los científicos afirman que la serie de medidas ecológicas destinadas a atajar la espiral de degradación climática y el colapso de la biodiversidad son esenciales para el futuro suministro alimentario de Europa.
Sin embargo, este miércoles 22 de noviembre, el pleno del Parlamento Europeo rechazó la propuesta de la Comisión Europea de julio de 2022 de reducir en un 50% el uso de todos los pesticidas químicos en 2030. La votación se ha saldado con 299 votos en contra, 207 a favor y 121 absenciones.
«Estas revelaciones se suman a la evidencia creciente de que poderosos intereses de la industria están comprando influencias en nombre de sus márgenes de beneficio, lo que tendrá un coste catastrófico para las personas y el planeta», ha declarado Célia Nyssens-James de la Oficina Europea del Medio Ambiente, la mayor red de grupos ecologistas sin ánimo de lucro de la UE. «Es evidente que demasiados eurodiputados de esta Comisión no tienen en cuenta los intereses de los ciudadanos europeos».
Clara Bourgin, de Amigos de la Tierra, afirma: «Estos vínculos son espantosos, pero lamentablemente tampoco sorprenden a nadie. Cuando ciertos eurodiputados se oponen enérgicamente a la legislación de la UE sobre pesticidas, a objetivos vinculantes de reducción de emisiones y de forma generalizada a los compromisos medioambientales europeos, es evidente que detrás hay una campaña intensiva de los grupos de presión de la industria».
Franc Bogovič, uno de los seis eurodiputados de este análisis, negó que los responsables políticos estuvieran sometidos a la influencia de la industria. «Soy agricultor e ingeniero agrónomo y tengo mi propia opinión —declaró a Politico Europe—. No me hace falta la suya (de la industria). Tengo unas ideas muy claras sobre lo que es posible y lo que no en la agricultura».
Parlamentarios conservadores antiverdes

Entre la densa red de grupos de presión aparecen seis legisladores que han intentado sistemáticamente debilitar las reformas agrícolas verdes de la UE en proceso de convertirse en ley.

Los eurodiputados Alexander Bernhuber, Herbert Dorfmann, Norbert Lins, Christine Schneider, Franc Bogovič y Anne Sander forman parte del Partido Popular Europeo, la mayor formación política del Parlamento Europeo y que ha recibido críticas por tratar repetidamente de diluir estrategias como De la granja a la mesa y la Estrategia de biodiversidad 2030.
Estos eurodiputados ocupan altos cargos que les permiten ejercer una influencia significativa en el ámbito de las políticas verdes. Por ejemplo, Norbert Lins, presidente de la comisión de Agricultura, exigió en diciembre una importante reevaluación del expediente de reducción de pesticidas en nombre de la comisión, una medida polémica que llevó a los activistas a acusarle de intentar retrasar la legislación.
Otro de los seis, Alexander Bernhuber, principal negociador del PPE sobre el SUR (reglamento para la reducción de pesticidas), había solicitado previamente que la iniciativa se retirase por completo.
El PPE ha sido acusado de utilizar el chantaje y la difusión de noticias falsas para oponerse a los planes de restaurar el 20% de los ecosistemas dañados de la UE mediante la Ley de Restauración de la Naturaleza, acusaciones que niega el líder del partido, Manfred Weber.
El partido también fue objeto de críticas en julio, cuando sustituyó a más de un tercio de sus miembros habituales en la Comisión de Medio Ambiente para tratar de impedir una votación crucial sobre la ley. Entre los representantes del PPE incluidos se encontraban Herbert Dorfmann, Anne Sander y Franc Bogovič, los otros tres eurodiputados que aparecen en la muestra de DeSmog.
Se descubrió que los seis eurodiputados analizados por DeSmog se habían reunido colectivamente con grupos vinculados a la industria ocho veces más que con grupos no gubernamentales que representaban intereses públicos.
Vínculos personales con sindicatos agrícolas afines a la industria
Los seis parlamentarios del PPE tienen amplios vínculos con los principales sindicatos agrícolas de la UE, que aparecen en la parte derecha del mapa.
El análisis de DeSmog descubrió que los eurodiputados se habían reunido cuarenta veces con el sindicato Copa-Cogeca —y con sus influyentes miembros francés y alemán, la Fédération Nationale des Syndicats d’Exploitants Agricoles (FNSEA) y el Deutscher Bauernverband— entre enero de 2020 y julio de 2023. También constató que más del 75% de las reuniones sobre la iniciativa De la granja a la mesa, la Ley de Restauración de la Naturaleza y el Reglamento para el Uso Sostenible de Pesticidas se habían celebrado con el Copa-Cogeca, sus miembros nacionales o sus secciones regionales.
El Copa-Cogeca es el mayor sindicato de agricultores y cooperativas agrarias del bloque. Lleva mucho tiempo en el centro de las políticas agrícolas de la UE, y The New York Times lo ha descrito como poseedor de «un acceso especial que ya querrían otros». Sin embargo, se trata de un grupo controvertido entre los agricultores. En una reciente investigación de Lighthouse Reports y Politico, admitió haber hinchado el número de miembros y se le acusó de promover los intereses de la agricultura industrial frente a los de las explotaciones más pequeñas y los jóvenes agricultores.
El sindicato se ha opuesto frontalmente a la iniciativa De la granja a la mesa, que ha tachado de «excesivamente ambiciosa e irresponsables» para la agricultura de la UE y que, en su opinión, provocará importantes caídas de la producción comunitaria y riesgos para la seguridad alimentaria. Científicos y activistas rebaten estas afirmaciones.
Las últimas investigaciones de DeSmog revelan que los miembros nacionales del Copa-Cogeca también mantienen amplios vínculos personales con los seis eurodiputados.
Entre estos se incluyen los lazos familiares. Por ejemplo, la eurodiputada francesa Anne Sander —que fue una de las principales negociadoras de las recientes reformas de las subvenciones agrícolas de la UE y de los planes para restaurar los ecosistemas degradados en el bloque— es hermana de Franck Sander, vicepresidente de la Fédération Nationale des Syndicats d’Exploitants Agricoles (FNSEA). El sindicato de agricultores franceses domina la política agrícola francesa y se opone frontalmente a la iniciativa De la granja a la mesa, que ha calificado de «estrategia de decrecimiento».
Desde el lanzamiento en 2020 de De la granja a la mesa, Anne Sander ha mantenido al menos doce reuniones con la FNSEA o sus ramas regionales, la mitad de las cuales no declaró en la web parlamentaria. Una cuarta parte de todas las reuniones oficiales de Sander sobre las reformas de las subvenciones agrícolas de la PAC se produjeron con el sindicato o sus filiales. En cambio, Sander no celebró ni una sola reunión registrada sobre el tema con organizaciones sin ánimo de lucro.
En Austria, el sindicato agrícola Österreichischer Bauernbund (ÖBB) tiene un vínculo directo con el PPE, ya que forma parte del partido político local de los conservadores europeos, el Österreichische Volkspartei.
Los documentos muestran que el sindicato ÖBB también paga el despacho del parlamentario austriaco del PPE que aparece en el mapa de DeSmog, Alexander Bernhuber, diputado de Österreichische Volkspartei.
Bernhuber es miembro del comité ejecutivo de una de las nueve ramas del ÖBB, Niederösterreichischer Bauernbund, donde también estuvo empleado como consultor remunerado entre 2017 y 2019 (con una remuneración de entre 1.000 y 5.000 euros al mes). El sindicato ÖBB es también la organización dominante del miembro nacional del Copa-Cogeca Landwirtschaftskammer Österreich (LKÖ), que representa tanto a las empresas agrícolas como a los agricultores.
Todos los veranos, el ÖBB, la LKÖ y otras poderosas asociaciones agrícolas se reúnen con el eurodiputado italiano Herbert Dorfmann (que aparece en el mapa) y otros políticos influyentes para ir de excursión a los Alpes. El recorrido ofrece a los grupos la oportunidad de charlar sobre la política de la UE, y el año pasado el representante del Deutscher Bauernverband, el miembro alemán del Copa-Cogeca, aprovechó la oportunidad para decir a los excursionistas: «Tenemos que reconsiderar este plan [de reducción de pesticidas]».
«Es evidente que numerosos eurodiputados conservadores del PPE se encuentran históricamente muy próximos al Copa-Cogeca, el grupo de presión agrícola que defiende, sobre todo, los intereses de las grandes explotaciones y de los propietarios de tierras, y no los del sector agrario en su conjunto», declaró la investigadora del Corporate Europe Observatory Nina Holland, que añadió: «Con sus constantes intentos de retrasar y hacer descarrilar la ley de reducción de pesticidas, este tenaz grupo de eurodiputados finge estar del lado de los agricultores, pero en realidad les están haciendo un flaco favor».
Deutsche Bauernverband —sindicato agrario alemán miembro del Copa Cogeca que aparece en el mapa— declaró a DeSmog que el grupo cuenta con la participación de eurodiputados de todos los partidos democráticos. Añadió que apoyan la iniciativa De la granja a la mesa y «ofrecen críticas constructivas y recomendaciones sobre las estrategias reguladoras para implementar objetivos políticos».
Acceso «exclusivo» para las empresas de pesticidas
El análisis de DeSmog muestra que las empresas de pesticidas también disfrutan de un acceso privilegiado al Partido Popular Europeo.
Esta industria, un lobby con una fuerza formidable en Bruselas, dispone de diversas vías para llegar a los responsables políticos mediante el patrocinio y el apoyo a redes influyentes, foros de debate y grupos de reflexión. Desde que en 2020 se anunciaron por primera vez los planes para reducir a la mitad el uso de pesticidas, los registros muestran que ha invertido treinta y cinco millones de euros en actividades de presión en la UE.
Las cuatro empresas principales de pesticidas —Bayer, Syngenta, BASF y Corteva—, junto con su poderosa asociación comercial CropLife Europe, han celebrado un total de 29 reuniones oficiales con los seis eurodiputados seleccionados desde 2020.
CropLife Europe declaró a DeSmog que «hace suyas las ambiciones del Pacto Verde de la UE y de la estrategia De la granja a la mesa». Anteriormente la organización había tildado los objetivos para reducir el uso de pesticidas como «no basados en datos» y «políticos», además de solicitar su reevaluación.
El mapa de DeSmog muestra que CropLife Europe es también un «socio estratégico» de la EU40, una red de jóvenes políticos de la UE entre cuyos miembros actuales se encuentra Alexander Bernhuber y más de cincuenta políticos de la UE en activo. El grupo también cuenta con más de doscientos antiguos miembros, entre los que figuran los eurodiputados Norbert Lins y Herbert Dorfmann.
Aunque la EU40 —entre cuyos socios también se encuentran la empresa de semillas KWS y diversas empresas farmacéuticas y tecnológicas— se describe como neutral y niega «representar intereses comerciales», sus socios estratégicos tienen acceso especial a los miembros políticos en actos como su «exclusiva» fiesta anual de verano, calificada como la «más emblemática» de la organización.
La EU40 describió la fiesta de 2023, celebrada en septiembre con cócteles, barra libre y baile en la terraza del hotel de cinco estrellas Sofitel de Bruselas, como «una oportunidad para relacionarse con la flor y nata de Bruselas» y «un punto de encuentro» para eurodiputados, sus asistentes parlamentarios acreditados, jóvenes funcionarios de la Comisión Europea y el Consejo Europeo y representantes permanentes ante la UE.
Iniciativas y grupos de reflexión financiados por la industria de los pesticidas
La EU40 no es la única vía de influencia para la industria. El mapa de DeSmog revela una red más amplia de iniciativas y grupos de reflexión, que facilitan que los intereses de los pesticidas tengan acceso a los eurodiputados y otros políticos.
Un ejemplo es el Foro Europeo de la Alimentación, una plataforma «independiente, política y no partidista» centrada en la alimentación y la agricultura, «dirigida y gobernada» por eurodiputados, entre ellos Christine Schneider, que aparece en el mapa de DeSmog y que con frecuencia presenta sus actos.
Entre sus miembros empresariales figuran Croplife, la asociación de la industria química Cefic (que representa a BASF, Bayer y otros gigantes agroquímicos)  y la mayor empresa de fertilizantes de Europa, Yara.  
La organización confirmó que sus miembros aportaron fondos al grupo. En declaraciones a DeSmog: «Somos una plataforma que reúne a partes interesadas de todos los bandos, con opiniones a menudo divergentes», y añade que su objetivo es favorecer un debate no partidista, «transparente e integrador».  
La industria también está vinculada a grupos de reflexión y defensa. Según los registros de la UE, Bayer, la mayor empresa de pesticidas del mundo, «apoya» a Farm Europe, un grupo de reflexión centrado en cuestiones rurales y agrícolas que ha calificado los planes para reducir a la mitad el uso de pesticidas como un «tiro a ciegas a la agricultura de la UE». Desde 2020 el grupo se ha reunido en dos ocasiones con Anne Sander.
El eurodiputado italiano Herbert Dorfmann es miembro de un grupo multipartidista de eurodiputados dirigido por el Consumer Choice Center, un grupo de defensa neoliberal que se ha opuesto a los objetivos de reducir el uso de pesticidas y fertilizantes y ha recibido financiación de la industria química y petrolera.
Bayer declaró a DeSmog que, como «empresa líder en tecnología agrícola, tenemos un interés directo en luchar contra el cambio climático y revertir la pérdida de biodiversidad». Añadió que «acoge con satisfacción los objetivos del Pacto Verde europeo y apoya la ambición de acelerar la transición a un sistema alimentario más sostenible y resistente, y hacia una mayor biodiversidad».
Sobre la cuestión de los grupos de presión, que defendió como «una parte esencial del proceso democrático», dijo: «Bayer participa, por supuesto, en una serie de temas diferentes, en múltiples países, y con una variedad de partes interesadas y organizaciones».
Un portavoz de la empresa de pesticidas Syngenta ha afirmado: «Syngenta estudia las tendencias normativas y ofrece apoyo a los legisladores y  actores políticos para que entiendan mejor el valor de la industria y los productos y servicios que proporciona a los agricultores europeos. Todas las actividades relacionadas con asuntos públicos de Syngenta aparecen en el Registro de Transparencia de acuerdo con la legislación de la UE».
Según Croplife Europe: «Apoyamos las ambiciones del Pacto Verde de la UE y la estrategia De la granja a la mesa, y creemos que los agricultores europeos deben tener acceso a una caja de herramientas completa de soluciones innovadoras para la  protección de cultivos que les permita mantener su producción durante la transición a un sistema agrícola más resistente y sostenible».
En un momento en el que las encuestas muestran la preocupación generalizada de la ciudadanía europea por el impacto del uso de pesticidas en el medio ambiente (hasta el 80%, según una encuesta de agosto), y en que el número de aves y polinizadores cae en picado en Europa, las ONG afirman que las estrechas relaciones expuestas en los mapas de DeSmog son motivo de preocupación.
Célia Nyssens-James, de la Oficina Europea del Medio Ambiente, afirma que «es urgente aumentar la transparencia de los grupos de presión en el Parlamento Europeo» y pide que se aborden los conflictos de intereses de los eurodiputados y «el dominio de la Comisión de Agricultura en la toma de decisiones relacionadas con los expedientes agroalimentarios».

Investigación adicional de Brigitte Wear y Michaela Herrmann.
Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/mapa-vinculos-empresas-de-la-agroindustria-ppe/ Este artículo fue publicado originalmente en inglés en ‘DeSmog’ y ha sido traducido para ‘Climática’ por Magdalena Palmer. Foto: Grist, adaptación de Bruna.

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué