COSTOS DE LA FIESTA CLIMÁTICA



Terminada la Conferencia de la ONU del Cambio Climático en Doha, el dato más interesante son los 1.000 millones de dólares anuales que se gastan a referencia. El cálculo provino del experto en Economía y Medio Ambiente, Richard Tol que contabilizó las reuniones y encuentros de la Conferencia contra el Cambio Climático de la ONU, que congregó a unos 17.000 delegados.
Otro dato interesante es que los Estados Unidos está logrando una reducción de sus emisiones de gases que provocan el efecto invernadero. Sin embargo la política del país es no adherir a Kioto.  
Según la Agencia Internacional de la Energía las emisiones de este tipo de gases en EEUU han caído un 7,7% desde 2006, "la mayor reducción en cualquier país o región". Sólo en 2011, lo hicieron en un 1,7%.
La paradoja es que la clave es la tecnología de producción de energía con combustibles fósiles. Estados Unidos saca más gas no convencional por medio de fracturación hidráulica, y ese combustible va sustituyendo al carbón. Es el gas natural el que está haciendo que en EEUU, por ejemplo, se cierren térmicas de carbón para sustituirlas por centrales de ciclo combinado.
En abril pasado, el gas natural alcanzó por primera vez en la Historia al carbón como combustible principal en las térmicas de EEUU. En los ocho primeros meses del año, el consumo de gas subió un 27%, y el de carbón cayó un 27%. Hay que tener en cuenta, además, que eso se produce en un país, EEUU, que tiene algunas de las minas de carbón más rentables del mundo (sobre todo en Wyoming) y que, además, tiene yacimientos de ese mineral por todas partes.
El desarrollo del gas natural no convencional tiene también consecuencias en la economía. Según la AIE, Estados Unidos, China (que ha reducido en un espectacular 15% su consumo de energía por unidad de PIB, aunque sus cifras totales siguen creciendo mucho) y Australia serán los países que lideren el desarrollo de esta fuente de energía. Eso, a su vez, presenta problemas serios de competitividad para la Unión Europea. En Europa, con algunas excepciones -como Polonia, que no quiere depender del gas ruso—, el fracking (una técnica para aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo) está teniendo poco éxito. Hay razones sólidas para ser cauto con el fracking: puede contaminar los acuíferos, provocar terremotos y, encima, generar metano, que provoca más calentamiento de la atmosfera que el CO2 del gas natural.
Fuente: medioymedio.com.ar - Imágenes: eoi.es - carbex.blogspot.com

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