Los países industrializados NO quieren frenar el cambio climático





Las negociaciones de Doha han culminado con un documento vacío. A pesar de los titulares oficiales de Naciones Unidas
Amigos de la Tierra condena a los países industrializados por no hacer frente al cambio climático en la cumbre de Doha. Amigos de la Tierra acusa a los gobiernos de los países industrializados de bloquear la acción efectiva para frenar la crisis climática en la Cumbre de la ONU en Qatar. A pesar de la decisión por parte de la organización de alargar un día la decimoctava Conferencia de las Partes, éstas no han logrado ningún avance sustancial.
Las negociaciones de Doha han culminado con un documento vacío. A pesar de los titulares oficiales de Naciones Unidas, la negociación ha vuelto a ser un fracaso global: no se ha conseguido sentar las bases para conseguir un avance real de reducción de emisiones de acuerdo con las recomendaciones de la ciencia, y por si fuera poco, los países industrializados, principales causantes del fenómeno, se han comprometido con una financiación irrisoria para mejorar la capacidad de adaptación al cambio climático de los países más vulnerables.
Las culpas de nuevo recaen sobre los países del Norte, principalmente sobre EE.UU.. La administración de Obama está consiguiendo desmantelar el marco de las negociaciones de cambio climático de Naciones Unidas con el apoyo de otros estados industrializados y de élites del Sur. Este bloque está paralizando por activa y por pasiva cualquier atisbo de acuerdo, forzando a que en el medio y largo plazo todo el mundo pague el precio de su inacción.
Hector de Prado, responsable del área de cambio climático y energía, señaló: “Exigimos justicia para aquellos que ya están viviendo en primera persona los peores impactos de la crisis climática, una crisis que han causado los países industrializados.
En vistas de la incapacidad de nuestros representantes para alcanzar una solución global, la única esperanza reside en la gente. La ciudadanía tiene que exigir que en su marco estatal se implementen medidas reales de reducción y obligar a sus representantes políticos a que cumplan con los compromisos adquiridos. Si seguimos esperando, cuando se cristalice el deseado acuerdo internacional ambicioso, justo y vinculante, puede ser ya demasiado tarde".
A grandes rasgos, la lectura del acuerdo puesto sobre la mesa revela los siguientes puntos:
- No logra reducir las emisiones, ya que ningún país ha aumentado sus objetivos de reducción de emisiones, a pesar de que varios países no industrializados exigen recortes de 40-50% para el año
2020 para tener una oportunidad de limitar el aumento de la temperatura a no más de 1,5C.
- Los países ricos no han realizado el compromiso financiero colectivo necesario para permitir a los países del Sur una mejor adaptación al cambio climático y una transición hacia un futuro de bajas emisiones
- En lugar de fortalecer los reglamentos y normas para reducir las emisiones, los textos promueven los intereses empresariales y las falsas soluciones como los mercados de carbono, a pesar del evidente fracaso de las ya existentes. 
Dipti Bhatnagar, de Amigos de la Tierra Internacional añadió que “trabajando codo con codo, algunas comunidades están consiguiendo rechazar los combustibles fósiles, fundando cooperativas de energías renovables, transformando los sistemas alimentarios y protegiendo el patrimonio natural de los intereses corporativos de las multinacionales. Sólo las soluciones que pongan a la gente y al planeta en el centro de la ecuación servirán para arreglar el desaliño climático actual y conseguir así justicia climática”.
Amigos de la Tierra - ECOticias.com
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Instan a rechazar los resultados de Doha

Después de dos semanas de negociaciones, los textos finales están muy lejos de las políticas y medidas urgentes necesarias para tener siquiera una pequeña posibilidad de evitar un cambio climático fuera de control
Ecologistas en Acción sostiene que los textos negociados en la Cumbre de Doha no son aceptables en la lucha contra el cambio climático en marcha e insta a los países empobrecidos y más afectados por la crisis climática a mantenerse firmes y rechazarlos.
Después de dos semanas de negociaciones, los textos finales están muy lejos de las políticas y medidas urgentes necesarias para tener siquiera una pequeña posibilidad de evitar un cambio climático fuera de control e impedir un aumento de temperatura global de más de 1,5ºC.
Los textos negociados en Doha revelan que: 
 No se logrará frenar el cambio climático en marcha. Ningún país industrializado ha aumentado sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La ciencia exige recortes a estos países del 40% en el año 2020 para tener una oportunidad de limitar el aumento de la temperatura a no más de 1,5ºC y evitar así un cambio climático descontrolado. 
 Los países enriquecidos no han realizado ningún compromiso financiero colectivo y adicional para lograr que los países más afectados y vulnerables puedan tomar medidas de supervivencia al cambio climático. 
 En lugar de fortalecer los reglamentos y normas para reducir las emisiones, los textos promueven los intereses empresariales y las falsas soluciones, como los mercados de carbono y REDD+, a pesar del evidente fracaso de las ya existentes. 
 Tampoco se han dado los avances coherentes necesarios que aseguren un acuerdo global en 2015. 
 Las políticas sobre cambio climático siguen estando secuestradas por los intereses de los poderes políticos y económicos de una minoría de la población mundial, que son los que representan los Estados y las industrias más contaminantes.

Por todo ello, Ecologistas en Acción, con ocasión de la celebración de su Asamblea Confederal aprueba una resolución en la que sostiene que los textos negociados en la Cumbre de Doha no son aceptables e insta a los países empobrecidos y más afectados por la crisis climática a mantenerse firmes y rechazarlos.
Resolución de la Asamblea Confederal de Ecologistas en Acción. Trujillo, 8 de diciembre de 2012.
Ecologistas en Acción rechaza los textos negociados en la Cumbre del Clima de Doha y las falsas soluciones que perpetúan, basadas en mecanismos de mercado. Asimismo, Ecologistas en Acción demanda justicia climática.
Mientras el tifón Bopha está devastando a la gente más vulnerable de Filipinas, termina la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Doha, y con las decenas de activistas que ocuparon simbólicamente la sala de las negociaciones climáticas Ecologistas en Acción se suma a la demanda a los gobiernos de rechazar los inadecuados e irresponsables textos de negociación.
Después de dos semanas de negociaciones, los textos finales "ministeriales" están muy lejos de las políticas y medidas urgentes necesarias para tener siquiera una pequeña posibilidad de evitar un cambio climático fuera de control e impedir un aumento de temperatura global de más de 1,5ºC, condenándonos así a tod@s a un cambio climático devastador e irreversible.
Los textos negociados en Doha revelan que:
 No se logrará frenar el cambio climático en marcha. Ningún país ha aumentado sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y los países menos responsables por el cambio climático se comprometen con más reducciones que los países más industrializados. La ciencia exige recortes de 40-50% para el año 2020 para tener una oportunidad de limitar el aumento de la temperatura a no más de 1,5ºC. Sin esto, nos enfrentaremos a un cambio climático descontrolado.
 Los países enriquecidos no han realizado ningún compromiso financiero colectivo y adicional para lograr que los países más afectados y vulnerables puedan tomar medidas de supervivencia al cambio climático.
 En lugar de fortalecer los reglamentos y normas para reducir las emisiones, los textos promueven los intereses empresariales y las falsas soluciones, como los mercados de carbono y REDD+, a pesar del evidente fracaso de las ya existentes. Como parte de los movimientos sociales del mundo que luchan por la justicia social y ambiental, Ecologistas en Acción sostiene que los textos negociados en la Cumbre de Doha no son aceptables e insta a los países empobrecidos y más afectados por la crisis climática a mantenerse firmes y rechazarlos.
No es aceptable que las políticas sobre cambio climático sigan estando secuestradas por los intereses de los poderes políticos y económicos de una minoría de la población mundial, que son los que representan los Estados y las industrias más contaminantes, y que son responsables tanto de la crisis sistémica (económica, social y ambiental) como de la emergencia climática que están sufriendo millones de personas.
No es aceptable la falta de voluntad política para poner los Derechos Humanos por encima de los intereses económicos y comerciales, así como para dejar 2/3 partes de las reservas de los combustibles fósiles bajo tierra.
No es aceptable malgastar billones de euros en el rescate fraudulento y antidemocrático de bancos y mercados financieros, en vez de transferir dicho dinero público a los países más vulnerables y afectados por la crisis climática en términos de reparación de los daños (pasados y futuros) y para financiar las medidas de supervivencia en dichos países.
No es aceptable tampoco un acuerdo que encerrará a la comunidad internacional en muchos años más de inacción.
Ecologistas en Acción rechaza en particular las propuestas defendidas por la Unión Europea, y en concreto del Gobierno español, para el segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, con insuficientes objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, con su fe en los mecanismos de mercado (como el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE) y el traspaso de emisiones excedentes del primer periodo de compromiso, y con sus insuficientes aportaciones al Fondo de Adaptación y el Fondo Verde para el Clima, incumpliendo así sus propios compromisos adquiridos en el pasado.
Las soluciones a la crisis climática se encuentran en la transformación de nuestros sistemas agro-urbano-industriales, especialmente los modelos energéticos, de agricultura y de transporte, en el compromiso de verdaderas reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero y en la construcción de la justicia climática global. Para ello es asimismo imprescindible un claro y adecuado compromiso climático legalmente vinculante, que amplíe la financiación pública, nueva y adicional, para la lucha contra la crisis climática, incluyendo impuestos sobre las transacciones financieras, la reducción drástica de los gastos militares y la eliminación total de las subvenciones a los combustibles fósiles.
Si los textos de Doha nos ponen en el camino de superar 1,5ºC de aumento de temperatura global, los pueblos del mundo dicen: ¡NO!

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