Estamos viviendo en "tiempo prestado", advierten los científicos
Puede que los humanos puedan prevenir las mayores catástrofes ambientales que actualmente se ciernen si aprendemos a hacer un uso mejor del "tiempo prestado", dirá un eminente biólogo marino de la Academia australiana de Ciencia en Canberra, Australia.
"Cada vez hay más evidencias de que ya hemos sobrepasado, o pronto lo haremos, varios límites críticos que afectan a la vida en la Tierrra así como a nuestro futuro bienestar," decía el Profesor Terry Hughes, director del Centro ARC de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral en la Universidad James Cook.
Los comentarios de Hughes llegan en medio del fracaso de la conferencia climática de Naciones Unidas que se celebra en Doha y que reunió a los líderes de los gobiernos mundiales para tratar de dar un nuevo impulso a los esfuerzos paralizados para impedir el 4-6ºC de calentamiento global.
Hughes es el autor principal de un nuevo informe elaborado por un equipo científico internacional y publicado en la revista Trends in Ecology and Evolution (TREE) que sostiene que aunque cada vez más ecosistemas del planeta se aproximan a grandes cambios de régimen o puntos de no retorno, puede que todavía estemos a tiempo a salvarlos.
La presión de las actividades humanas y la demanda de recursos del planeta están alterando muchos de estos ecosistemas familiares a un estado desconocido, a menudo mucho menos productivo y menos capaz de sustentarnos a nosotros y al resto de especies, explica Hughes. Son los conocidos "puntos de inflexión" o cambios de régimen.
"Por ejemplo, hay indicios de que pronto el Ártico se quedará sin hielo en verano, algo que supone un profundo cambio y que ocurrirá en algún momento de nuestras vidas. En la Cuenca del Amazonas, la tala de la selva podría provocar que toda la región fuera mucho más seca. Ambos cambios afectan a los sustentos humanos así como a la fauna silvestre.
"En los arrecifes coralinos vemos también el efecto del blanqueamiento y otras presiones humanas, provocando un cambio de un ecosistema dominado por los corales a uno dominado por las algas, en el que la rica diversidad del arrecife se pierde. Esto a su vez afecta directamente a cientos de millones de humanos cuyos sustentos dependen de los arrecifes coralinos," dice.
Sin embargo los científicos dicen que la buena noticia es que muchos de estos cambios profundos tienen lugar a lo largo de periodos bastante largos de tiempo, décadas e incluso siglos y que esto da tiempo a la humanidad a pasar a la acción para impedir que tenga lugar un daño irreversible y peligroso.
"En realidad estamos viviendo peligrosamente, en tiempo prestado. Necesitamos saber cómo tomar medidas sin dilación para impedir que los ecosistemas se acerquen a un punto de inflexión," dice.
Los investigadores dicen que cuando la disminución de un ecosistema es brusca y dramática, a menudo incita a la sociedad a emprender medidas.
De mayor preocupación es cuando el ecosistema se degrada sin parar durante años o incluso generaciones antes de pasar a un nuevo estado improductivo. Es propio de la naturaleza humana no lograr advertir este cambio gradual.
Por ejemplo, "es difícil llegar a un consenso social sobre que el cambio climático antropogénico es real, ni que decir convencer a la gente sobre la amenaza a largo plazo (de las actuales emisiones de gas de efecto invernadero) de la acidificación en el mar profundo en 500 - 2000 años a partir de ahora," añade.
Hoy parece que "las actividades humanas ya están presionando lentamente muchos sistemas ecológicos del planeta más cerca de los umbrales regionales y de escala planetaria, añadiendo que es posible que algunos de estos umbrales puede que hayan sido rebasados.
"Sin embargo las respuestas demoradas mostradas por los sistemas lentos podrían proporcionar importantes oportunidades para ir hacia a un estado más seguro," concluye.
"El cambio de régimen lento más importante es el social: convencer a la gente suficiente para que se aleje de la forma de pensar de siempre antes de que nos quedemos sin tiempo," dice Hughes.
"Actualmente los gobiernos, gestores, científicos y la sociedad en todo el mundo tienen un desafío," añade.
Hughes presentará su informe en la Conferencia Second Australian Earth System Outlook celebrada por la Academia australiana de la Ciencia en Shine Dome, Canberra, como parte de su sesión para tratar con los punto de inflexión que afectan a la Gran Barrera de Coral de Australia.