El cambio climático en América Latina quema montes, arrasa litorales y viola los derechos humanos
Los
daños al medio ambiente derivados del cambio climático se extienden a
lo largo y ancho de las Américas. El Niño, La Niña y otros fenómenos
climáticos extremos asociados, como sequías, heladas y nevadas
inusuales, incendios forestales o huracanes, entre otros, se han vuelto
habituales en los últimos años. Esto genera impactos en los derechos de
las personas y pone en riesgo a las generaciones futuras.
Por Jordi Feo Valero
El
25 de octubre de 2023, en la costa pacífica de México, el Huracán Otis
dejó un balance de 50 muertos y 30 desaparecidos. Esta tormenta de
categoría 5 golpeó Acapulco con unos vientos máximos sostenidos de 260
km/h y rachas de hasta 315 km/h. Las cifras lo convierten en el cuarto
ciclón tropical con vientos más rápidos de la historia a nivel mundial
y uno de los huracanes más fuertes que se hayan registrado nunca en el
Pacífico mexicano. Otis no solo dejó decenas de personas muertas y
desaparecidas, sino que causó graves daños a la infraestructura de la
región. Cientos de miles de personas perdieron sus hogares y tienen
acceso limitado a agua potable, saneamiento, alimentación y atención
sanitaria.
En Chile, la región de Valparaíso ha sufrido uno de los
peores incendios de su historia. Hasta principios de febrero de 2024, se
han reportado 11 000 hectáreas arrasadas, 112 muertos y más de 3 000
casas quemadas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones
Unidas, América Latina es una de las regiones donde los efectos e
impactos del cambio climático serán más intensos. Ello se refleja a
través de olas de calor, disminución del rendimiento de los cultivos,
incendios forestales, agotamiento de los arrecifes de coral y los
eventos extremos del nivel del mar.
Eventos extremos en América Latina y el Caribe en 2022. Organización Meteorológica Mundial / El estado del clima en América Latina y el Caribe 2022 / Basado en datos EM-DAT
Efectos del cambio climático sobre los derechos humanos
Sólo
en 2020, más de 30 millones de personas en todo el mundo se vieron
desplazadas por desastres naturales, incidiendo directamente sobre su
derecho a la vivienda y a la educación.
De acuerdo con UNICEF, más de
dos millones de niños y niñas de América Latina y el Caribe se ven
afectados cada año por un evento climático extremo o un desastre
climático.
En el año 2021, Guatemala, Honduras y Nicaragua fueron los
países Latinoamericanos más afectados en relación con el derecho humano
a la alimentación, con más de 964 000 hectáreas de cultivos dañadas.
En
el año 2022, se reportaron en América Latina y Caribe un total de 1 153
fallecidos y 10 millones de personas afectadas como consecuencia
directa de los fenómenos climáticos extremos.
El deshielo de los
glaciares, cada vez más pronunciado, amenaza los ecosistemas y la futura
seguridad hídrica de millones de personas. En el verano de 2022, se
produjo una pérdida casi total del manto de nieve en los glaciares de
los Andes Centrales. Mientras que la sequía en la cuenca del
Paraná-Plata, uno de los principales graneros del mundo, fue la peor
desde 1944.
El cambio climático compromete el disfrute de todos los
derechos humanos, incluyendo el derecho a la vida, a la vivienda, a la
educación, al agua y saneamiento, a la alimentación, a la salud, al
desarrollo, a la seguridad personal y a un nivel adecuado de vida entre
otros.
El papel de las instancias internacionales
¿Pueden hacer
algo las instancias internacionales de protección de los derechos
humanos para paliar la afección sobre los derechos fundamentales de las
personas más vulnerables?
Tanto de la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) como de la Corte Europea
de Derechos Humanos (ECHR) han puesto de manifiesto el vínculo existente
entre el cambio climático, la protección del medio ambiente y el
cumplimiento de los derechos humanos.
La Resolución 3001 de la
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de
junio de 2023 “Hacia un mejor financiamiento climático” reconoce los
riesgos que afrontan los estados más vulnerables, así como la necesidad
de mejorar los esfuerzos para afrontar los daños producidos por el
cambio climático.
A nivel universal, en noviembre de 2023 la Asamblea
General de las Naciones Unidas realizó una solicitud a la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) para que aclarara las obligaciones de
los Estados con respecto al cambio climático. La solicitud insta,
entre otras cuestiones, a que se evalúe cuáles son las obligaciones de
los Estados en virtud del derecho internacional. Esto con el fin de
garantizar la protección del sistema climático frente a las emisiones de
gases de efecto invernadero.
Unos meses antes, en enero de 2023, las
Repúblicas de Colombia y de Chile solicitaron a la Corte IDH una
opinión consultiva con el propósito de aclarar el alcance de las
obligaciones estatales, en su dimensión individual y colectiva, para
responder a la emergencia climática dentro del marco del derecho
internacional de los derechos humanos.
Aunque a las personas no
familiarizadas con el sistema internacional de protección de los
derechos humanos les pueda parecer que el recurso a estos organismos no
sirve para mucho, la realidad es bien diferente. Los documentos que se
emiten por estas instancias pasan a formar parte del acervo normativo
internacional, lo que guiará las actuaciones a seguir por parte de
los Estados que integran la comunidad internacional a este respecto.
¿Qué podemos hacer a título individual o institucional?
Cada
uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, podemos
contribuir a través de nuestras acciones cotidianas a establecer las
bases necesarias para mejorar esta situación.
Desde el grupo de
investigación de la Universidad Internacional de Valencia EG-VIU, hemos
respondido a la invitación a realizar observaciones sobre la opinión
consultiva realizada por la Corte IDH en respuesta a la solicitud de las
Repúblicas de Chile y Colombia. Una postura compartida con
otras instituciones internacionales. Se solicita a la Corte IDH que
establezca estándares de derechos humanos para la adopción de leyes y
políticas de prevención, mitigación y adaptación al cambio climático.
También se pide la inclusión de las obligaciones internacionales de los
Estados recogidas en el Acuerdo de París sobre cambio climático, con un
enfoque desde los derechos humanos y dentro del ámbito interamericano.
Jordi Feo Valero. Profesor de los grados de Relaciones Internacionales y Derecho , Universidad Internacional de Valencia
Fuentes:
The Conversation -
https://theconversation.com/el-cambio-climatico-en-america-latina-quema-montes-arrasa-litorales-y-viola-los-derechos-humanos-222048