«Seremos jaguares»: Entrevista a Nemonte Nenquimo, líder waorani de la Amazonía ecuatoriana
El libro de Nemonte Nenquimo busca dar a conocer al mundo las historias de los pueblos indígenas de la Amazonía para evitar el exterminio de su territorio y su cultura: En agosto de 2023 la población ecuatoriana votó en referéndum a favor de prohibir la extracción de petróleo en el parque Yasuní de la selva amazónica. Pero ahora el recientemente elegido presidente, Daniel Noboa, ha dicho que Ecuador está en guerra contra la violencia de los grupos armados y que el país no está “en la misma situación que hace dos años”. Noboa afirma que el petróleo del Yasuní podría ayudar a financiar esa guerra contra los narcos.
Por Amy Goodman
En este contexto, hablamos con Nemonte Nenquimo, galardonada líder waorani de la Amazonía ecuatoriana que cofundó la organización Amazon Frontlines y la Alianza Ceibo. Su reciente artículo para The Guardian se titula: “El presidente del Ecuador no renunciará a la extracción de petróleo en la Amazonía. Planeamos detenerlo… otra vez”. Nemonte acaba de publicar su nuevo libro de memorias: “Seremos jaguares: vida y resistencia en la Amazonía”, escrito junto a su pareja, Mitch Anderson, quien también nos acompaña en nuestro estudio. Anderson es fundador y director ejecutivo de Amazon Frontlines y ha trabajado durante mucho tiempo con las naciones indígenas de la Amazonía para defender sus derechos.
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz, soy Amy Goodman.
En agosto de 2023, la población ecuatoriana votó en referéndum a favor de prohibir la extracción de petróleo en el parque Yasuní de la selva amazónica. Pero ahora el recién elegido presidente, Daniel Noboa, ha dicho que Ecuador está en guerra contra la violencia de los grupos armados y que el país no está “en la misma situación que hace dos años”. Noboa ha dicho que el petróleo del Yasuní podría ayudar a financiar esa guerra contra los cárteles de la droga. Activistas e indígenas dicen que están preocupados por sus comentarios, ya que la victoria en el referéndum había sido aclamada como un ejemplo de cómo usar el proceso democrático para mantener los combustibles fósiles bajo tierra.
Para hablar más del tema nos acompaña alguien que ayudó a liderar la lucha por este referéndum y mucho más. Nemonte Nenquimo es una galardonada líder waorani de la Amazonía ecuatoriana que cofundó la organización Amazon Frontlines y la Alianza Ceibo. Su reciente artículo para The Guardian se titula: “El presidente del Ecuador no renunciará a la extracción de petróleo en la Amazonía. Planeamos detenerlo… otra vez”.
Nemonte acaba de publicar su nuevo libro: “Seremos jaguares: vida y resistencia en la Amazonía”, en el cual escribe: “En lo profundo de mí, comprendí que había dos mundos. Uno en el que estaba encendido el fuego humeante de nuestro oko, donde mi boca convertía la mandioca en miel, donde los loros le hacían eco al ‘Mengatowe’, y mi familia me llamaba Nemonte –mi verdadero nombre–, que significa ‘muchas estrellas’. Y otro mundo, en el que la gente blanca nos miraba desde el cielo, el corazón del diablo era negro, había algo llamado ‘compañía petrolera’, y los evangélicos me llamaban Inés”.
Nemonte Nenquimo nos acompaña en nuestro estudio de Nueva York junto con su pareja y coautor del libro, Mitch Anderson, quien es el fundador y director ejecutivo de Amazon Frontlines y ha trabajado durante mucho tiempo con las naciones indígenas de la Amazonía para defender sus derechos. Bienvenidos a Democracy Now! Es un honor tenerles con nosotros. Nemonte, me gustaría que comenzara diciendo su nombre. Hable sobre el pueblo indígena al que pertenece y el territorio en el que vive, en la Amazonía de Ecuador.
NEMONTE NENQUIMO: Buenos días a todos, a todas. Mi nombre es Nemonte Nenquimo. Soy una mujer waorani, líder, madre, que vengo del territorio waorani de Pastaza, en el Ecuador. Todas las mujeres, en general amazónicas, estamos al frente en línea de defensa, entregando nuestras vidas, porque las mujeres somos más consideradas y nos preocupamos por nuestros hijos e hijas, para que nuestras hijas puedan tener su espacio de vida, el agua, la tierra, el conocimiento, los valores, las plantas, los animales, [para que] podamos vivir bien, libre y digno. Entonces ahora tenemos amenazado nuestro territorio día a día. ¿Por qué nosotras como mujeres debemos estar amenazadas en nuestro territorio? Por eso yo escribí un libro de mi resistencia, de mi niñez, como una mirada de la niña. El mundo venía… yo crecí entre dos mundos. Los misioneros venían hablando sobre salvar las almas y [decían que] nuestra creencia era mala.
Las [compañías] petroleras vinieron a nuestro territorio volando en helicóptero, prometiendo el desarrollo. Hicieron mucho daño. Destruyeron nuestra agua, contaminaron nuestra tierra, contaminaron a nuestra gente también al desconectar nuestro conocimiento y valores, y también los Gobiernos vienen a ofrecer, y también las organizaciones grandes, vienen a decir que van a hacer los parques nacionales y a la vez ellos lo empeoran y nos quitan nuestro territorio.
Entonces nuestra lucha es muy importante que hemos vivido. Entonces a lo largo de eso me gustaría contextualizar, es una historia larga para estar contando, detallando. Entonces para mí es muy importante, como dice mi papá: “Hija, la gente del mundo no conoce la selva bien, más destruye”. Entonces mi historia, nuestra cultura es oral, por eso transformé lo oral con mi esposo, Mitch, en una escritura para que el mundo pueda entender cómo estamos viviendo los pueblos indígenas, conectados con la madre naturaleza, con mucho amor, con mucho respeto.
Entonces esa historia es una resiliencia, es una resistencia para que la gente del mundo pueda conocer la historia verdadera de los pueblos indígenas, de todos los pueblos indígenas que estamos viviendo una amenaza grande, gigante, porque ese sistema de aquí llega a nuestro territorio día y día y día. Entonces ese mensaje es muy importante, el libro lo pueden leer, tocar su corazón y abrirlo y hacer un compromiso de verdad, de acción, de tomar acción. ¿Con eso qué trato de decir? Desde aquí tienen que hacer una comunidad, sociedad civil, tienen que abrir sus corazones y exigir a las empresas que no sigan invirtiendo en lo que hace daño a nuestro territorio, que extermina nuestro territorio, nuestro conocimiento, nuestra cultura. Entonces, desde aquí tienen que empezar a reeducarse en no consumir lo que destruye la salud, y volver a conectar con la madre naturaleza, volver a conectar espiritualmente, volver a amar a la madre naturaleza y sanarnos a nosotros mismos. Esa es la importancia.
AMY GOODMAN: Quiero hablar sobre la lucha a favor de la ley que usted ayudó a aprobar en Ecuador. Pero primero, el título de su libro en Estados Unidos es “Seremos jaguares: vida y resistencia en la Amazonía”, pero en la edición que se acaba de publicar en Europa el título es diferente: “No seremos salvados”. ¿Puede explicar ambos títulos?
NEMONTE NENQUIMO: Pues yo crecí en dos mundos, porque los evangélicos vinieron a salvar el alma y nos trajeron… Nuestros abuelos, mis abuelos, mis tías murieron de enfermedad, polio. Y también los petroleros vinieron a decir que iban a desarrollar la vida de las comunidades, pero las destruyeron totalmente y hasta ahora está contaminando nuestro territorio [y trayendo] las enfermedades. Y los grandes petroleros, y los Gobiernos, vienen con esa misma intención, sin entender.
Por eso trato de decir “no seremos salvados” mientras no escuchen a los pueblos indígenas, las cosmovisiones de los pueblos. A veces vienen con la estructura del hombre blanco, pensando que ellos son mejores, que ellos tienen ideas mejores, trayendo una propuesta de desarrollo, y están destruyendo. Entonces eso trato de decir, porque yo viví desde la mirada de mi niñez, confundida, y mi pueblo, mi gente, conectados espiritualmente con la naturaleza, curando, y los evangélicos hablando de salvar y diciendo que la conexión de ustedes es [algo] malo. Entonces ellos vinieron a hacer esa destrucción. Por eso estoy escribiendo ese título, que no podemos seguir tratando a los pueblos indígenas como que somos ignorantes, que no tenemos conocimiento. Los pueblos indígenas por miles de años tenemos conocimiento, el respeto a la madre naturaleza, el amor para la tierra. Si las mujeres somos tierra, si maltratan, si destruyen, ¿cómo vamos a dar vida para ellos? ¿Cómo vamos a alimentarlos? Entonces eso es lo que yo trato de decir.
“Seremos jaguares”, quiere decir que en nuestra cultura el jaguar es un dios. El jaguar nos ayuda a ver la visión en el sueño de cuidar el territorio. Si nosotros morimos, vamos a seguir viviendo espiritualmente como un jaguar, rodeando nuestro territorio, defendiéndolo. Entonces yo, como mujer waorani, encabecé la pelea contra el Gobierno y contra las petroleras, y dije: “Vamos a ser jaguares, listos, siempre defendiendo, por nuestros hijos, por vuestros hijos y para el planeta. Entonces por eso escribí “todos seremos jaguares”. Y ahora este libro es muy especial, que la gente del mundo puede aprender y respetarlo y podemos juntos trabajar contra el cambio climático. Cuando aquí están hablando de cambio climático, no hay respuestas, solo están haciendo promesas, los mismos políticos, los mismos representantes tomando las decisiones. No hay un espacio para que las mujeres indígenas puedan tomar acción y puedan tener ese espacio juntos.
AMY GOODMAN: Mitch Anderson, usted coescribió este libro y es el compañero de vida de Nemonte, con quien tienen una niña de nueve años y un niño de tres. Nemonte nos acaba de explicar qué significan los títulos “No seremos salvados” y “Seremos jaguares”. Pero ¿puede explicar, como estadounidense nacido en el Área de la Bahía de San Francisco, por qué “No seremos salvados” no fue el título de estas memorias en Estados Unidos?
MITCH ANDERSON: Cuando Nemonte y yo empezamos a escribir su libro contando la historia de su vida, ella me contaba cómo de niña veía los aviones y los misioneros llegando con esta promesa de salvar las almas de su pueblo y hablando de un Dios en el cielo, hablando de que su cultura es mala, es oscura y que tienen que ir cambiando y creyendo en Jesucristo.
Luego en el libro habla también de cómo las compañías petroleras llegaban prometiendo desarrollo y también causaron mucho daño a los ríos, a la cultura, a la selva. Y todo esto viene con una mentalidad de la salvación, una mentalidad arrogante, es decir, mira, los waoranis no saben, los waoranis son ignorantes, los pueblos indígenas viven de gana [sic] en la selva y [esa mentalidad] ha causado muchísimo, muchísimo daño.
Entonces el título “No seremos salvados” es para decir que no necesitamos que vengan de afuera para salvarnos. Lo que necesitamos es que vengan a respetarnos, nosotros mismos nos vamos a salvar. Y luego en Estados Unidos, pues decidieron cambiar el título a “Seremos jaguares”, que también es un título fuerte y poderoso y culturalmente propio, porque los waoranis tienen una conexión muy fuerte con el jaguar, que es su dios.
Y en el libro también cuenta cómo los waoranis se comunican con el jaguar y cómo en esta vida los waoranis protegen su selva como lo hacen los jaguares. Y también habla en el libro de que cuando los waoranis mueren se convierten en jaguares espirituales, protegiendo este mismo territorio. Entonces por eso la diferencia.
AMY GOODMAN: Nemonte, quiero volver a lo que sucedió el año pasado en Ecuador, en la selva tropical. El 20 de agosto de 2023, Ecuador votó a favor de prohibir la futura extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní. Luego, Daniel Noboa ganó la presidencia en octubre, hace casi un año. Usted fue una de las líderes de esta lucha para proteger el Yasuní. ¿Puede describir el Parque Nacional Yasuní, el movimiento que lideró y el cambio de postura de Daniel Noboa?
NEMONTE NENQUIMO: El Yasuní es el territorio ancestral del pueblo Waorani y esa parte es una de las diversidades más grande del mundo. Nos da el oxígeno en el planeta. Para llegar a esto, los pueblos indígenas nos unimos con todos los pueblos y luego con los activistas, cineastas, estudiantes, hicimos para que la gente de las ciudades, de toda la sociedad civil, entienda la importancia y también ver que a lo largo de la explotación petrolera en el territorio en el Ecuador, en todo el país, no ha habido desarrollo, ha habido más corrupción, más problemas, más muerte. Entonces, era muy evidente y las sociedades se dieron cuenta de que era muy importante proteger, conservar el territorio para el futuro. Entonces esto era el trabajo que hicimos en la campaña que encabecé. Y también la organización Amazon Frontlines y otras organizaciones hicimos una película para que la gente pueda ver la selva de Yasuní y su importancia no solamente para los pueblos waorani, sino para todos los pueblos del planeta. Entonces logramos esta victoria en el referendo en Ecuador, en todo el país los convencimos y votaron sí a la vida. Eso era una señal poderosa que yo sentí que la conciencia de la gente de las ciudades abrieron su corazón al ver que la importancia era la vida, entonces ganamos. Pero, el presidente no ha cumplido los estándares según los cuales debería ya empezar a cerrar y desmantelar. Y nosotros los pueblos indígenas nos hemos cansado…
AMY GOODMAN: Permítame interrumpirla por un minuto. Entonces, primero se aprobó la ley, y esto requirió una enorme movilización de personas en todo Ecuador. ¿Qué postura tomó Noboa como candidato después de que se aprobara esta ley? Claramente era algo tan popular que, para poder ganar la presidencia, él tenía que apoyarla, ¿no es así?
NEMONTE NENQUIMO: Sí. En la campaña, el presidente Noboa dijo que sí iba a respetar al Yasuní, pero cuando ya fue elegido, no lo está respetando. Yo diría, los políticos, no solamente Noboa, de mi experiencia, de lo que yo he visto en los presidentes, asumen, hacen promesas, bonitas palabras en las campañas, pero cuando ya son elegidos no ponen valentía y coraje y no piensan en hacer valer el derecho de los pueblos indígenas, el derecho a la naturaleza, jamás. Por eso los pueblos indígenas estamos unidos, listos para poder enfrentarlos. Nuestro territorio es nuestra casa, es un espacio de vida para el futuro y para el mundo del planeta. Y nuestro territorio no está en venta.
AMY GOODMAN: Entonces, lo que Noboa está planteando ahora es que se necesita dinero para combatir a los capos de la droga y el narcotráfico en Ecuador, y que la forma de obtener ese dinero es traer empresas extranjeras y extraer más recursos para salvar al país. ¿Cómo responde a eso, Nemonte?
NEMONTE NENQUIMO: Pues yo pienso que, él dice que la economía, la economía, pero un día el combustible se va a agotar, no va a estar sosteniendo el futuro. El presidente Noboa tiene que velar, tiene que pensar en el futuro, tiene que dar oportunidades, debería ser un líder más importante en el mundo, ya que él puede cambiar y dejar el petróleo bajo tierra y ver la alternativa, no la mentalidad de consumismo, sino otra forma de mentalidad, cambiar y ver qué se puede generar en el futuro, que se respete a los pueblos indígenas, que se respete a la madre naturaleza para parar el cambio climático en el mundo. Pero muchas veces los líderes nunca piensan eso, solo quieren plata en la mano y no ponen una solución. Esa no es la solución para las futuras generaciones, porque Noboa tiene una gran oportunidad, porque es un presidente joven que podría cambiar el mundo.
AMY GOODMAN: ¿Y qué se debe hacer para que eso suceda? Usted es una líder waorani, además de una de las líderes del movimiento que logró la aprobación de esta ley que acabó yendo en otra dirección. ¿Cómo pueden cambiar eso ahora?
NEMONTE NENQUIMO: Yo podría decir a esto que todas las sociedades tienen que entender que no deben dejar a los pueblos indígenas que estemos solos luchando al frente por la vida. Los pueblos indígenas somos las soluciones, somos la primera fila. Entonces la gente desde aquí ya tienen que empezar a no invertir en las empresas que hacen daño en el territorio, en el bosque, en general, en todo Latinoamérica.
Dos, no más promover las propagandas de que la solución es el petróleo, si no ver otra alternativa para la energía. Tercera es, la mentalidad de aquí tiene que cambiar, no consumir más de muchas cosas que hacen daño. Con “cambiar” quiero decir abrir su corazón realmente, volver a conectar con la madre naturaleza, volver a conectar espiritualmente, volver a sanar. Esa es la solución. Si mientras aquí desde las ciudades siguen consumiendo, es igual, va a afectar a la Amazonía, mientras nosotros los pueblos indígenas estamos al frente. Ya basta, no vamos a dejar de luchar, vamos a estar ahí de pie, vamos a estar al frente como guerreras y como jaguares. Pero aquí mientras no cambien, no dejen de consumir, igual va a afectar en la Amazonia, por más que no venga la petrolera, va a afectar. Entonces para mí el trabajo es aquí, presionar a los políticos, presionar a las empresas, no consumir lo que hace daño, es sanar en la ciudad.
AMY GOODMAN: Usted está aquí en el contexto de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, tal vez las más importantes. Hay dos partidos principales, los demócratas contra los republicanos. En el tema de la inmigración, ellos compiten entre sí, pero también se podría decir que coinciden en muchos puntos, como cerrar la frontera a los inmigrantes que vienen de México y del sur del continente, incluido Ecuador. ¿Se puede hacer un vínculo directo entre los miles de ecuatorianos, y habitantes de la Amazonía, que huyen de sus tierras y de sus países debido a la destrucción ambiental, a la pobreza o a la violencia?
NEMONTE NENQUIMO: Yo creo que ahora estos últimos años eso ha pasado bastante porque la crisis del clima en general en el mundo es muy fuerte. Y eso no debemos dejar que pase. Tenemos que despertar la conciencia de la gente de la ciudad. ¿Por qué la gente no está feliz? La gente están huyendo de su país, porque no solamente eso afecta al Ecuador, porque ese sistema de aquí que estamos consumiendo, eso provoca, eso provoca los conflictos armados, eso provoca extracción petrolera, porque el mundo más grande necesita eso, saquear, necesitan dinero, por eso nosotros tenemos que mirar, equilibrar, volver a conectar, volver a sentir la paz que queremos en la sociedad, que asientan. Porque la madre tierra está sufriendo estos fenómenos que están afectándonos y la gente no se está dando cuenta, los políticos con el gran poder que tienen no se están dando cuenta de eso, porque están desconectados, no están conectados con la tierra, no están conectados con lo espiritual, no tienen amor, no tiene para nada amor. Entonces la gente, la sociedad nos tenemos que juntar, promover, socializar, unir, así lo podemos solucionar, no vamos a esperar que el Gobierno tome la decisión en nuestra casa, no vamos a permitir que el Gobierno gobierne nuestra sangre, nuestro territorio.
Entonces, la responsabilidad es de todos, eso trato de decir, la responsabilidad no es para los pueblos indígenas. ¿Por qué tenemos que vivir en nuestro territorio diariamente bajo amenaza, día a día? Porque ese sistema no para, esa mentalidad no cambia, ese corazón no toca profundo. Entonces el trabajo es aquí, desde las ciudades grandes. Yo trato de decir como mujer indígena, yo miro eso, como mujer indígena estoy mirando que el problema no es en el territorio indígena, es problema de aquí, este sistema y este sistema lo tenemos que parar entre todas, entre todos. Ese es el mensaje. Mientras no conozcamos la vida, que es lo más importante, la vamos a destruir. La madre tierra no está esperando que la salvemos, la madre tierra está esperando que la respetemos, que volvamos a amar, que volvamos a sanar. Esa es la sociedad que tenemos que sanar.
AMY GOODMAN: Usted se encuentra aquí en Nueva York para participar en la Semana del Clima y ya ha participado en varias anteriormente, aunque pasa la mayor parte de su vida en la Amazonía. ¿Cómo ha sido estar aquí con miles de personas junto a decenas de líderes mundiales que vienen y hablan ante las Naciones Unidas? ¿Siente que ha habido algún progreso a lo largo de los años sobre cómo abordar la catástrofe climática?
NEMONTE NENQUIMO: Para mí, como mujer indígena, nosotras en las comunidades vivimos colectivamente. Las mujeres estamos al frente siempre porque nos preocupamos por el bienestar de toda la comunidad, somos un colectivo y nos preocupamos de que todo esté bien. Somos protectoras, guardianas, madres. Pero lo que veo sobre el cambio climático al llegar acá como mujer indígena, yo miro y no hay espacio para la indígena en donde los que pueden son los políticos. Yo veo ese espacio y los mismos políticos están representando, hablando, tomando las decisiones para el territorio, tomando los recursos para el territorio y hablan de cómo salvar, pero no hay una manera seria para que a los pueblos indígenas se les pueda permitir estar en esa mesa, escuchar y tomar decisiones, hacer un compromiso de voluntad y de respeto. No hay. Yo lo miro así, los políticos hacen su espacio, su toma de decisiones, y eso no va a parar el cambio climático. Lo que yo estoy mirando muy fuertemente es que las sociedades civiles están levantando su conciencia, están despertando. Eso es buena señal, porque yo trabajo con las comunidades colectivas, entonces el trabajo y el papel es de nosotros. Las sociedades civiles nos tenemos que unir, tenemos que presionar a los políticos para que nos miren, que abran el corazón y que tomen conciencia y que se tomen en serio el tema del cambio climático. Si al igual que estamos en ese espacio, los pueblos indígenas vienen y están presentando su historia, los mismos políticos vienen a tomar decisiones y a firmar actas, acuerdos, eso no es solución para mí, es triste para mí.
AMY GOODMAN: Mitch Anderson, usted ha trabajado en este tema durante años, y a principios de la década de los 2000 era parte de Amazon Watch. Desde entonces ha pasado mucho tiempo en el Amazonas, más de 15 años. Usted, junto con su compañera, Nemonte, ha fundado Amazon Frontlines. ¿Cuando regresa a Estados Unidos, su país de origen, ve algún progreso? Y unido a eso, usted es alguien que puede ver la Amazonía desde aquí, desde donde estaba antes su familia y su comunidad, pero también desde donde vive ahora, con sus hijos y con su nueva comunidad. ¿Cuál cree que es el mayor malentendido que tenemos aquí sobre la Amazonía?
MITCH ANDERSON: Sí, yo por los últimos 15 años he vivido en la Amazonía, pero soy de California. Entonces una de las cosas que no entendemos aquí en Estados Unidos es realmente cuánto petróleo se está extrayendo de la Amazonía, las consecuencias en la vida de la gente, en sus pueblos, los pueblos indígenas, los ríos, su selva. Cuánta destrucción causan los petroleros y lo que no entendemos también es que mucho de ese petróleo se manda para los Estados Unidos, a California, para ser refinado. Y ahí, desde ahí llega a las gasolineras, a los aviones, a los tanques de los carros que todos manejamos todos los días.
Entonces creo que lo que no hemos entendido bien es que nuestro estilo de vida, nuestros patrones de consumismo, están teniendo afectaciones reales sobre los pueblos indígenas, sobre sus territorios, sobre la Amazonía y sobre nuestro clima. Y lo que hemos visto acá en esta semana, donde las Naciones Unidas están en sesión y los líderes mundiales y empresarios están hablando de cambio climático, lo que vemos es que los políticos están hablando mucho, haciendo muchas promesas, pero realmente y profundamente tienen un compromiso de seguir extrayendo petróleo, y por eso los pueblos indígenas se están juntando, luchando, formando batallas, fortísimos. Amazon Frontlines somos un colectivo entre pueblos indígenas y activistas occidentales de acá y estamos formando movimientos en la Amazonía que vamos a parar el extractivismo, vamos a parar a los mineros, vamos a parar a todas las redes de madereros en la selva, vamos a recuperar los territorios de los pueblos indígenas, pero si no se cambia este sistema, si no se cambia los patrones de consumismo, las amenazas van a seguir [existiendo], las amenazas van a seguir y el mundo va a seguir siendo adicto al petróleo y eso es lo que también se tiene que cambiar.
AMY GOODMAN: ¿Y cómo ha sido esta colaboración para ustedes? El libro,”Seremos jaguares: vida y resistencia en la Amazonía”, son las memorias de Nemonte, pero lo han escrito juntos.
MITCH ANDERSON: Por los últimos 15 años Nemonte, yo, con los compas de Amazon Frontiles, la Alianza Ceibo, los pueblos indígenas de Ecuador, hemos estado luchando fuertemente para proteger los territorios indígenas contra el extractivismo y hemos ganado batallas importantes. Los Waorani lideraron un esfuerzo de proteger 500.000 hectáreas de su bosque. Sentaron un precedente para proteger millones de hectáreas más. Hemos estado ahí, en un movimiento para proteger el Yasuní, uno de los lugares más biodiversos, haciendo una alianza con los jóvenes activistas climáticos en todo Ecuador para realmente despertar a la población de Ecuador. También para darse cuenta de que el petróleo es una falsa promesa. Por 60 o 70 años han estado sacando los petroleros petróleo desde la selva, pero solo han generado inequidades, corrupción, más destrucción.
Y nosotros hemos ganado. Hemos logrado que en el Yasuní se tengan que desmantelar todas las operaciones petroleras ahí en la zona y que se tenga que mantener el petróleo bajo tierra. Y a pesar de todas esas victorias, las amenazas siguen. El mundo sigue queriendo más minas, más petróleo, más madera. Entonces el papá de Nemonte le dijo un día que “el mundo destruye lo que no entiende” y que es hora de que Nemonte cuente su historia al mundo.
Entonces Nemonte me dijo que somos como pareja en vida y en activismo y quería también que yo colaborara en escribir su historia con ella. Entonces, era bonito porque pasamos más de tres años, yo escuchando sus historias en las madrugadas, en la canoa, en el bosque, ella contándome desde el tiempo de los ancestros, sus primeros recuerdos de su niñez. Y realmente yo sentí como una responsabilidad grande y mi misión era intentar buscar la forma de tocar la palabra con el espíritu de su tradición oral. Y Nemonte me ha dicho que cree que sí, que los ancestros estarían contentos con lo que hemos hecho.
AMY GOODMAN: Nemonte, guíenos por este transformador viaje por el que nos lleva en su libro, “Seremos jaguares”. Cuéntenos primero dónde nació en el Amazonas ecuatoriano, en uno de los últimos lugares contactados por los misioneros. Usted ha dicho: “Los autores de nuestra destrucción son los mismos que predican nuestra salvación”. Pero comience hablando de las imágenes en su rostro. Para nuestra audiencia de radio, usted tiene una franja roja en sus ojos, de sien a sien. ¿Qué significa eso? Y hable también de su tocado.
NEMONTE NENQUIMO: Pues yo de niña crecí en dos mundos, bien bonita, hermosa. El pensamiento de niña al ver los evangélicos volando trayéndonos la palabra de Jesucristo y viendo a los abuelos alrededor curando con las plantas. Entonces yo era una niña muy curiosa, quería descubrir, quería entender quiénes son ellos, los blancos y los abuelos. ¿Quiénes son? Entonces yo crecí bien bonito, bien hermoso, porque todavía en nuestro territorio vivíamos de forma colectiva, nuestro chakra, nuestro río, nuestra forma de vivir era libre, en un espacio grande.
Nuestra cultura es… El achiote, el frente, es pintar los ojos para proteger de la mala energía. Y también por belleza para la mujer, que puede pintar esa parte única y es la identidad de nuestro origen como mujer waorani. La corona es del ave guacamayo, y para nosotros esta ave es muy sagrada, era muy valiosa para los ancestros. Los guacamayos vuelan, se sientan en un árbol y empiezan a comunicarse entre todas las aves guacamayos, para ver como planificar, volar, ver y buscar comida. Algo así representas cuando tú te pones la corona, representas a una mujer lideresa que puede unir a las demás familias para poder cuidar y proteger su hogar y sus comunidades. El collar significa como ir puesto como una líder, representar un poder, el poder de la mujer. Entonces siempre nuestra cultura es esta.
Esta semilla se llama pantomo, hay muchas de esas plantas en la selva, y para nosotros nos protege de la mala energía y también nos da buena vibra, buena energía, cuando vas a una ceremonia, cuando vas a reuniones. Entonces nuestra cultura solo lleva como 50 o 60 años de contacto con el mundo. Sí, claro, hay una nueva generación y estamos pensando en escribir sobre nuestro conocimiento, nuestra raíz, y tenemos que valorarlo y enseñar nuestra educación propia, porque los abuelos ya están muriendo y los jóvenes, los líderes van a seguir protegiendo su territorio, van a seguir teniendo su idioma.
Entonces es muy importante para nosotros volver a tener esa educación propia y también es importante aprender el estudio de afuera, también es una herramienta para poder gobernar, para poder proteger el territorio. Entonces nuestro espacio es como… todavía hay bosques y mientras el bosque esté virgen y sano, vamos a seguir estando sanos. Si el bosque está enfermo y contaminado, nosotros como humanos y pueblos indígenas vamos a enfermar y nos vamos a desconectar de nuestro conocimiento, nuestro idioma y vamos a perder todo como les ha ocurrido a otros pueblos, que han estado desapareciendo por 500 años y nosotros no queremos que desaparezca nuestro territorio y nuestra vida. Queremos seguir siendo waoranis con un conocimiento de dos mundos, valorando nuestros principios.
AMY GOODMAN: Describa para nosotros el viaje que debe hacer desde Nueva York para volver a su casa en la Amazonía ecuatoriana. ¿Cuánto se tarda? Primero tiene que volar a Quito, la capital de Ecuador.
NEMONTE NENQUIMO: Sí, puedo describir. Para llegar a mi territorio desde aquí desde Nueva York hay que volar a Quito. De Quito necesitas coger un bus o un carro cinco horas más, hasta una ciudad pequeña que es Puyo, Pastaza, y de ahí cuatro horas más hasta donde termina la carretera, donde otros pueblos indígenas vecinos kichwa viven. Y de ahí tienes que agarrar una canoa, un bote, ir río abajo y empieza el territorio waorani y vienen las comunidades de Daipare, Quenahueno, Toñampare, donde yo nací y crecí cuando era niña, y luego me mudé más abajo, mi papá me llevó más a la selva, al fondo, a un lugar que se llama comunidad Nemonpare. Ahora mi papá y mi casa están en Nemonpare. Es más lejano y ahí alrededor es todo árboles grandes, bonito, árbol ceibo, muchas aves volando alrededor, guacamayos, otras aves y lleno de cantos de pequeño a grande y ver los pescados, ver la anaconda, ver el jaguar gruñendo, gritando en la montaña, los monos rojos, es como muy bonito llegar en la noche y mirar las estrellas en la noche y la luna, la luz de la luna. Es bonito.
Y el territorio de nosotros es grande. Es como tres provincias: Pastaza, Napo, Orellana. Es un territorio colectivo, pero en una parte ya está operando la petrolera, en Yasuní, donde viven nuestros hermanos tagaeri y taromenane en aislamiento voluntario. También estamos defendiendo que ellos tienen derecho a su espacio de casa, sin extracción, sin contaminación, para poder vivir alegres y dignos y todo lo que hacemos en mi comunidad, la protección, beneficia no solamente a nuestras tribus. Beneficiamos al oxígeno, el 80% de la diversidad y el pulmón del mundo viene de nuestro territorio.
Entonces ese es mi mensaje, que aunque están aquí en la ciudad de Nueva York nos conectemos y empecemos a actuar, empecemos a hacer colectivos o un trabajo colectivo con las mujeres. Yo trabajo mucho con las mujeres en mi pueblo, porque las mujeres estamos en la línea del frente y nos preocupamos, cuidamos nuestro cuerpo, decimos que la tierra es nuestro cuerpo, da vida, da alimento, entonces considero que mi mensaje es que yo traigo ese espíritu de “mujer selva”, por eso mismo es el libro.
Espero que lean este libro y vuelvan a conectar con la madre naturaleza y se conecten para amarse a uno mismo y se conecten espiritualmente, para sanar entre todas, para poder enfrentar [la amenaza]. Porque la amenaza no va a parar, estoy segura, la amenaza no va a parar. Necesitamos articular a las mujeres indígenas y no indígenas.
AMY GOODMAN: Acaban de ganar un importante premio aquí en Estados Unidos, que pronto recibirán, el premio humanitario Hilton de la Fundación Conrad Hilton. Son dos millones y medio de dólares para su organización, Amazon Frontlines. ¿Puede hablar sobre lo que eso significa para usted y lo que planea hacer con ese dinero?
NEMONTE NENQUIMO: Pues bueno, ese reconocimiento para mi es muy importante para visibilizar a otros actores que pueden también hacer un desafío de dar recursos, porque los pueblos indígenas estamos en la primera línea de las soluciones para el cambio climático, sabemos todo esto, y también para poder hacer crecer nuestra organización y su estructura, para gobernar, porque la amenaza está llegando día a día. Este reconocimiento no es la solución. Este reconocimiento ayuda a visibilizar para que otros actores también puedan ser parte, puedan ayudar y colaborar. Un recurso importante también es en parte sentirse acompañadas, porque la amenaza es muy fuerte. No queremos estar solos los pueblos indígenas al frente, queremos articularnos en todos lados del mundo, para poder presionar y hacer el verdadero cambio para el futuro.
AMY GOODMAN: Mitch, usted es también cofundador de Amazon Frontlines. ¿Qué importancia tiene este premio para su organización?
MITCH ANDERSON: Amazon Frontlines somos un colectivo de pueblos indígenas y de activistas occidentales y para nosotros este premio es una validación de lo que hemos venido haciendo por muchos años. Es una validación del liderazgo de los pueblos indígenas para enfrentar la crisis del cambio climático. Es una validación del impacto que se puede tener cuando hay colaboraciones honestas, fuertes, en la primera línea del frente y desde el territorio.
Y los recursos sí son importantes y los vamos a ir invirtiendo en la resistencia de los pueblos indígenas, vamos a asegurarnos de que estos recursos lleguen a la línea del frente de la Amazonía y también vamos a asegurarnos de que esta visibilidad nos ayude a crecer en nuestro trabajo, en nuestro impacto y apoyar y colaborar con pueblos indígenas en toda la Amazonía, desde las cuencas arriba, de las cuencas altas, y proteger una parte de la Amazonía que es lo más biodiverso, y es un lugar que todavía está intacto y es diverso culturalmente.
AMY GOODMAN: Mientras vamos terminando, ¿puede mirar directamente a la cámara y compartir su mensaje con el mundo?
NEMONTE NENQUIMO: Mi mensaje es que el bosque, la madre tierra es importante. Necesitamos volver a amar. Necesitamos volver a conectar. Necesitamos volver a sanar, porque es nuestro cuerpo, porque estamos dando vida. Entonces el papel, el deber, el mensaje que estoy trayendo es que los pueblos indígenas somos minoría, pero nuestro territorio es más grande, así como la diversidad que estamos dando a la vida del planeta. Entonces la amenaza está llegando día a día de ese sistema, entonces la responsabilidad es del colectivo, no es solamente de los pueblos indígenas y las mujeres lideresas indígenas, sino que hay que articular a las mujeres que no son indígenas, y así podemos unirnos y actuar para parar y pensar bien para nuestros hijos y vuestros hijos en las futuras generaciones.
AMY GOODMAN: Mitch Anderson y Nemonte Nenquimo. Nenquimo es una líder waorani de la Amazonía ecuatoriana, fundadora de la Alianza Ceibo. Mitch y Nenquimo también cofundaron la organización Amazon Frontlines y acaban de publicar un nuevo libro. Se titula: “Seremos jaguares: vida y resistencia en la Amazonía”.
Producido por Democracy Now! y Democracy Now! en español.
Fuente: https://www.democracynow.org/es/2024/10/3/seremos_jaguares_el_nuevo_libro_de