El histórico defensor de las ballenas Paul Watson se enfrenta a 15 años de cárcel en Japón
Las autoridades danesas deben decidir si cumplen la petición de extradición de Japón. Watson, que se encuentra en prisión preventiva en Groenlandia desde el 21 de julio, ha pedido asilo político en Francia: “No estoy sorprendido, Japón se ha salido con la suya. Es una organización criminal y están utilizando el sistema judicial danés para salirse con la suya. Quieren volver a matar ballenas en el Santuario de Ballenas del Océano Antártico“. Con estas palabras reaccionaba Paul Watson ayer ante la decisión del tribunal de distrito de Sermersooq, en Groenlandia, que prolongó hasta el 13 de noviembre la prisión preventiva al activista.
Elisenda Pallarés
El pasado 21 de julio, el histórico defensor de estos animales marinos y fundador de Greenpeace fue detenido por la policía danesa al desembarcar en el municipio de Nuuk. Las autoridades japonesas habían emitido una orden internacional de arresto relacionada con sus actividades contra la caza de ballenas por parte de barcos japoneses en la Antártida. La extradición al país nipón podría suponer una sentencia contra el canadiense de hasta 15 años de cárcel.
Esta es la quinta vez que la justicia groenlandesa, a la espera de que las autoridades danesas decidan sobre la petición de extradición enviada por las autoridades japonesas, amplía la prisión preventiva del ecologista, que se encuentra en la cárcel de Anstalten. Según informa EFE, el tribunal justificó de nuevo la medida ante el riesgo de fuga de Watson, de 73 años. Él considera que hay un juicio político contra él.
El Ministerio de Justicia danés recibió a principios de agosto la solicitud japonesa, y la policía groenlandesa ya envió hace semanas su informe tras investigar el caso, pero se desconoce todavía cuándo se tomará una decisión.
Una vida de activismo
El capitán Watson, nacido en Toronto, en diciembre de 1950, ha dedicado gran parte de su vida a la defensa de las criaturas marinas. Con apenas 20 años se alistó a la guardia costera canadiense como miembro de los equipos de búsqueda y rescate. Su conciencia medioambiental hizo que en 1969 participara en las protestas contra las pruebas nucleares en la Isla Amchitkade, germen de la fundación de la organización Greenpeace.
El canadiense también es fundador de Sea Shepherd Conservation Society, organización ecologista que lucha para acabar con la matanza de la fauna de los océanos y con la destrucción de sus hábitats. Esta entidad ha llevado a cabo acciones directas controvertidas como el lanzamiento de objetos y abordajes a barcos balleneros. Y el activista también es responsable de la Fundación que lleva su nombre, la Fundación Capitán Paul Watson (CPWF).
Caza de ballenas en Japón, Noruega e Islandia
En el momento de su detención, Watson se dirigía a una misión en el Paso del Noroeste como parte de la campaña llamada #OpKangeiMaru, destinada a interceptar a un nuevo barco ballenero japonés en el Pacífico Norte.
En el siglo XX las ballenas estuvieron a punto de desaparecer debido al auge de la industria ballenera. Más de 3 millones de ejemplares han muerto cazadas en el último siglo, según datos de Greenpeace.
Desde 1946, existe un acuerdo internacional conocido como la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas que se firmó con el objetivo de actuar a nivel global para prohibir su caza comercial y trabajar en la conservación de estos cetáceos. Además, en 1986 se prohibió su captura comercial en todos los países miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Sin embargo, la caza ballenera comercial se sigue llevando a cabo en tres países: Japón, Noruega e Islandia.
Varios rostros conocidos del activismo ambiental, como la doctora Jane Goodall, han reclamado al Gobierno danés la liberación de Watson. “El capitán Watson simplemente está tomando medidas para intentar evitar la práctica inhumana de matar ballenas, que la mayoría de los países han prohibido hace décadas. Al hacerlo, está expresando la ira de miles de personas en muchos países que apoyan absolutamente su coraje moral”, señalan en una carta firmada por Goodall y otras personalidades.
Más de setenta políticos de distintos países enviaron también otra carta, a principios de agosto, a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la que pedían la liberación de Watson y señalaban que la extradición a Japón conllevaría una medida desproporcionada contra una persona que tiene como objetivo la conservación de una especie.
La sección francesa de Sea Shepherd anunció la semana pasada que Watson ha pedido asilo político en Francia, país donde reside habitualmente.
Fuente: https://climatica.coop/defensor-ballenas-paul-watson-enfrenta-carcel-japon/ Imagen de portada: Paul Watson permanece encarcelado en Nuuk, Groenlandia, desde el pasado mes de julio. Foto: Captain Paul Watson Foundation