"Chile debe pasar de ser un país que vende fuerza a uno que vende inteligencia"
Directivos del Consejo de Defensa de la Patagonia explicaron a los consejeros regionales por qué los proyectos de represas en Aysén serían un muy mal negocio para Chile y la propia región.
SANTIAGO, agosto 25.- "He estado en zonas y escenarios impresionantes, y en ninguna parte siento esa presencia conmovedora, telúrica, majestuosa que siento cuando camino, cuando voy por los ríos, cuando visito las montañas de Aysén reserva de vida". Fueron éstas las palabras con que el presidente de la Corporación Chile Ambiente y dirigente del Consejo de Defensa de la Patagonia (CDP), Hernán Sandoval, concluyó su presentación ante el Consejo Regional de Aysén (Core) dando los argumentos de quienes tienen una visión crítica respecto de los proyectos de represas en la Patagonia, particularmente en la Región de Aysén. El panel, que se realizó en el seno de la Comisión de Fomento Productivo ampliada, formó parte de la serie de reuniones que los consejeros regionales están sosteniendo con el fin de contar con los mayores antecedentes sobre los proyectos hidroeléctricos planteados por Energía Austral e HidroAysén.
El ex embajador de Chile en Francia, quien dio el marco global de los intereses económicos trasnacionales que impulsan estos proyectos y por qué no son esenciales para Chile e incluso perjudiciales para la Región de Aysén, expuso junto a la secretaria técnica del CDP Daniela Castro y la secretaria regional del mismo organismo Miriam Chible.
En su alocución refutó el argumento de que el crecimiento económico va a la par del consumo energético, nombrando la experiencia de los países desarrollados, entre los cuales Chile pretende estar, donde existe un desacople entre índice de producto interno bruto y demanda de energía. Y cuando esto se produce "es que se ha entrado a la inteligencia, al producirse valor agregado, productos que tienen incorporada la inteligencia del pensamiento, no sólo la fuerza. Nosotros hasta hoy somos un país que lo que está vendiendo es fuerza, como en el caso de la minería" señaló. Acto seguido se preguntó: "¿Qué estamos haciendo? Mega represas donde van trabajar 140 personas -durante la operación-, que van a generar 2.700 megawatts para alimentar empresas donde 3 mil millones de dólares van a representar trabajo para 3.500 personas y repatriación de ganancias para los países dueños de esas inversiones que son impresionantes. Ése es el modelo de desarrollo que está ligado a las mega represas. ¿Queremos ese modelo de desarrollo? ¿Qué queda de desarrollo local, de la gente de acá?" se preguntó. Asimismo, recordó el caso de Noruega donde un gran porcentaje de su energía es generada por hidroelectricidad, pero sin grandes represas sino centrales que no superan los 300 megawatts, y también el monopolio de casi un 90 % del Sistema Interconectado Central que significaría sumar la capacidad de generación de Endesa España y Colbún, con la de HidroAysén.
La secretaria regional del CDP y presidenta de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, Miriam Chible, recordó que mucho se ha hablado desde hace años sobre el tipo de desarrollo necesario para la región, "y nosotros como Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida tenemos una mirada en que queremos un desarrollo para Aysén pero no con tecnologías devastadoras, que no es coherente con el tipo de desarrollo que queremos para la región. Tenemos que buscar las tecnologías adecuadas, que respete la biodiversidad y pensando en el desarrollo para la generación que viene, que son nuestros hijos y nuestros nietos". Recordó que todo proyecto que se quiera materializar debiera ser coherente con la planificación que ha hecho la propia región, como la Estrategia de Desarrollo Regional, el Plan Regional de Ordenamiento Territorial, el Proyecto ACCA de la Patagonia, la Zona de Interés Turístico del Lago General Carrera, instrumentos en ninguno de los cuales aparecen proyectos de represas como alternativas de desarrollo. Concluyó señalando que "no es fácil. Muchas veces nos salimos del camino, sobre todo cuando hay vacíos, como una falta de política energética en Chile, que está a expensas del mercado y de lo que digan las empresas. Pero si nosotros como región le exigimos a nuestro país estar en esa mesa, podemos dar los primeros pasos para lograr una política energética".
A su vez, Daniela Castro entregó antecedentes sobre los impactos ambientales y sociales de los proyectos de represas y de línea de transmisión planteados por las diversas empresas eléctricas, contextualizándolo con la rica biodiversidad ecosistémica de la Patagonia. Sobre el tendido eléctrico expresó que "su impacto será en al menos 372 predios afectados, muchos más hacia norte del país. Una cicatriz tremenda, imborrable, con una gran cantidad de áreas silvestres protegidas afectadas". En forma especial se refirió a las conclusiones de la Comisión Mundial de Represas instituida por el Banco Mundial y la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza. "Se produce pérdida de la biodiversidad acuática, de las pesquerías río arriba y abajo, y de los servicios brindados por las planicies de inundación río abajo, por los humedales, y por los ecosistemas de las riberas, y estuarios adyacentes. Además hay pérdida de bosques y de hábitats naturales, de poblaciones de especies, y la degradación de las cuencas río arriba debido a la inundación de la zona de los embalses. También se generan impactos acumulativos en la calidad del agua, en las inundaciones naturales y en la composición de las especies, cuando en el mismo río se construyen varias represas" explicó en torno a los problemas ambientales.
Y en términos sociales se producen en las comunidades "aumento de problemas mentales y físicos, hay inadecuados programas de mitigación, reasentamiento y desarrollo para desplazados, la permanente desconsideración comunidades aguas abajo de represas han conducido al empobrecimiento y sufrimiento de millones, y son los grupos más pobres y vulnerables y las generaciones futuras las que deberán soportar costos sociales y ambientales sin obtener proporcionalmente beneficios económicos". Agregó que la construcción de represas "ha generado el desplazamiento 40 a 80 millones de personas de las áreas de construcción e inundación, y los problemas sociales generados golpean más cruelmente a las mujeres".
Por último, expresó que "hay una serie de problemas que se han identificado con el propio estudio. Por ejemplo éste considera zonas de análisis muy limitadas, sin tomar en cuenta las comunidades cercanas como Tortel, ni la cuenca como un todo ni hacia la Región de Magallanes, falta información sobre caudales, sedimentación y períodos de retorno de los ríos que pueden provocar accidentes con los embalses. Hay diversos elementos que son de suma gravedad que permiten decir que a este estudio le faltan muchas cosas". Daniela Castro concluyó preguntando si como región estamos preparados para evaluar un proyecto como éste.
Al concluir la presentación los consejeros regionales destacaron la exposición. En particular, Pilar Cuevas quien expresó que "siento la necesidad de felicitar la coherencia en lo que se nos ha planteado hoy día. Aquí hay un trabajo serio y coherente, con una presentación impecable".