“LA PATAGONIA EN PELIGRO”


Perspectiva desde la Izquierda


Nunca han estado más cerca las famosas represas de Aysén en ser aprobadas y a corto plazo e iniciar su construcción en perjuicio de una de las zonas más hermosas del mundo. Hasta hoy, los intereses de unos pocos, parecen imponerse a los intereses de los patagones, que son la mayoría.
El señor Intendente Regional Selim Carrasco, recibió el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, para entregarlo a la Conama Aysén (Comisión Nacional de Medio Ambiente), para que sea evaluado, pero al mismo tiempo, deberá asegurar la participación de la Comunidad Organizada, para que ésta se pronuncie por los pro y contra, de la instalación de las Mega Centrales.
Sabemos con certeza, que no habrá mano de obra para los patagones, cuanto más, contratarán alguno para los barridos y que esos cupos, nunca solucionarán los graves problemas de cesantía que aquejan a la XI Región. Mucho menos quedarán algunos kilowat de la energía eléctrica que produzcan, por que será canalizada directamente a la Red Central, sin que la Patagonia sea favorecida. Sabemos que las boletas incrementarán sus valores y la energía será más cara, aunque sea producida a pocos kilómetros de nuestras casas. Es la realidad, mientras sigamos con el sistema neoliberal que tanto gusta al Ministro Velasco, trayendo cada vez más penurias económicas a las casas de los chilenos.
Los intereses en juego son elevadísimos, empresarios y no pocos políticos desean que las represas se instalen lo antes posible, incluso ministros se han pronunciado favorablemente, dando por descontado que cuentan con la aprobación de la Conama, haciendo ver que este organismo está ganado para los proyectos y su ejecución. Esto me hace pensar que ya tienen todo arreglado. Tal como están las cosas en Chile, no sería una novedad que a priori, den por descontado que “el asado” ya esté cocinado. En estas condiciones, soy favorable a las movilizaciones que se inician, en defensa de nuestra naturaleza. Y duele darse cuenta el doble estándar de nuestros parlamentarios, ninguno se pronuncia, ni siquiera tibiamente en defensa de uno de los pocos pulmones vírgenes que van quedando en el mundo. Al sistema se le antojó depredar, destruir, por sobre los graves problemas de alimentación que hay en el mundo. Sigamos construyendo grandes embalses y quitemos espacio a la naturaleza, a un lugar que bien pudiera encontrarse entre los primeros del mundo en producción de carne, prefieren el cemento, que no quitará el hambre a nadie, ni menos dará trabajo, pero que sí, llenarán los bolsillos de unos pocos. A ellos no les interesa para nada la Región, mientras contribuyen a despedazarla en nombre del progreso, para terminar con un ecosistema que es único en el mundo. Es cierto que han gastado millones de dólares o euros en la enorme cantidad de libros que demostrarían la factibilidad del proyecto y no aceptarán con facilidad, perder la ocasión que el sistema les está regalando. Seguirán empujando para doblar la mano a la razón.
Pero la razón es de los chilenos, que empiezan a reclamar por que las aguas vuelvan a pertenecernos, en su totalidad. No se justifica por ningún lado, que las aguas de ríos y lagos estén en manos extranjeras (españolas). Creo que nuestros parlamentarios tienen que iniciar con fuerza, iniciativas que vayan en esta dirección y recuperar las riquezas que nos pertenecen a todos. Pienso que este debe ser el inicio de un gran movimiento nacional que salga en defensa de nuestros recursos naturales, incluida el agua, para detener el intento de vender el país. Casi lo lograron los militares durante su gobierno represivo, donde los chilenos no podíamos alzar nuestras voces. Pero hoy es diferente. Algo de democracia hemos obtenido, después de la salida del dictador y eso nos puede permitir reclamar por lo que creemos justo. Pero el reclamo debiera incluir también, el rechazo definitivo a seguir privatizando los recursos naturales. No se puede tolerar que en nuestro propio país, no podamos tomar un vaso de agua o meter los pies en un arrollo, porque este no nos pertenece.
El chovinismo que expresan muchos parlamentarios es arcaico y vergonzoso. La gritería matonezca es inmensa para pelear por una línea divisora con los peruanos. Mientras demuestran inconsecuencia cuando litigamos por límites con los argentinos, eran más poderosos y se callaron. No tenemos gas boliviano, porque no somos capaces de estudiar una salida al mar para ese país del altiplano, mientras compramos gas en lugares remotos encareciendo los costos que al final, pagamos todos los chilenos. Cerramos las mineras del carbón y hoy se habla de volver a reabrirlas. Es decir, desde la dictadura y pasando por los gobiernos de la concertación, se ha desarrollado una política energética, contraria a los intereses del país, que han favorecido largamente la corrupción y los intereses de unos pocos. Para que hablar de las posibilidades de energía eólica o de energía solar. En ambos casos, el viento y el sol están ahí y aunque pudieran resultar elevados los costos de instalación, nunca dejarán de soplar los vientos en las Regiones de Aysén y Magallanes, mucho menos las nubes cubrirán el sol en el inmenso desierto atacameño.
Por último, agradecer la valiente posición de la Iglesia Católica en Aysén y a su Obispo, Luis Infanti de la Mora. Considero que está sacando la cara por los parlamentarios y poniendo el problema en la mesa del país. La defensa en esas condiciones, nos dice que la Patagonia es también parte del territorio nacional. El problema radica en que los oponentes son poderosos, se trata de empresarios nacionales y extranjeros, con grandes intereses monetarios, con los que existen compromisos ineludibles, por que así de sucia y corrupta está nuestra política. Es la razón de mantener la ley binominal y practicar abiertamente la exclusión.
Armando Coloma Herrera Dirigente Séptima Región Partido Comunista de Chile

http://www.eldivisadero.cl/noticias/?task=show&id=15304

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué