FUGA DE HIDROGENO EN UNA CENTRAL NUCLEAR ESPAÑOLA
ESTHER CELMA
TARRAGONA
El circuito de hidrógeno que se emplea para refrigerar las turbinas sufrió una fuga y, al entrar en contacto con el oxígeno del ambiente, se produjo una deflagración que ocasionó un incendio. Esta la hipótesis más verosímil para explicar el siniestro que sufrió el domingo la central Vandellòs 2, según aseguran las asociaciones ecologistas y no descarta el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el organismo público encargado de velar por el buen funcionamiento en las plantas españolas. Tanto el CSN como la propia central han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente y también su importancia, aunque provisionalmente ha sido calificado como de nivel O, es decir, sin ninguna significación para la seguridad.
Desde un punto de vista técnico, en cambio, no se discute la gravedad. Aunque el sector nuclear recordó ayer que el incidente podría haber ocurrido en cualquier industria que emplee hidrógeno como refrigerante, lo cierto es que las llamas afectaron a un área esencial de la central y que las piezas afectadas no son simples tuercas que se cambien de un día para otro. Los técnicos de ABB y Siemens, las empresas fabricantes de los equipos dañados, ya se trasladaron ayer a la central, pero es seguro que la reparación o sustitución obligará a mantener parada la central durante un periodo prolongado, quizá varios meses.
LAS ZONAS DAÑADAS
Como informó el CSN, el incendio se localizó exactamente en la caja de conexiones del principal generador eléctrico, situado en el edificio de turbinas. En esta zona se transforma el vapor que genera el reactor en energía eléctrica. El proceso desprende mucho calor, por lo que se usa hidrógeno para refrigerarlo, un sistema complejo que exige sofisticados sellados con aceite. La operadora de la central informó de que había resultado afectado "el interruptor principal, las cajas de bornas y varios equipos" no especificados.
Dando por hecho que el problema era el hidrógeno, Carlos Bravo, responsable de energía nuclear de Greenpeace, reclamó saber "por qué se produjo esa fuga y por qué el CSN y la central tardan tanto en reconocerla". Rafael Cid, subdirector de tecnología nuclear del CSN, avanzó a este diario el domingo que "no se descartaba una fuga de hidrógeno y una posterior deflagración". La clave es determinar si la fuga fue la causa del incendio o una consecuencia. "El sistema de hidrógeno se cortó automáticamente y las medidas de seguridad funcionaron --explicó ayer Eugenio Gil, subdirector de emergencias del CSN--. Es pronto para avanzar las causas, todas las hipótesis están abiertas". En cualquier caso, el organismo regulador reiteró que los mecanismos de seguridad y la comunicación del incidente fueron correctas.
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