"Es una desgracia que Estados Unidos no haga nada por el clima"
El biólogo Compton Tucker (Nuevo México, 1946) siente impotencia ante la pasividad del Gobierno de su país, Estados Unidos, frente al cambio climático. Tampoco entiende la falta de coherencia entre el presupuesto científico y la escasa aplicación del conocimiento generado. Para Tucker, miembro del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, "Estados Unidos invierte bastante en investigar, pero le falta actuar". En los últimos 30 años, él ha contribuido a este conocimiento, analizando los cambios en la cubierta vegetal del planeta y la retracción de los glaciares en las regiones tropicales. Además forma parte del Programa Científico de Estados Unidos para el Cambio Climático y está empeñado en cambiar el rumbo de la política de su país. Tucker estuvo la semana pasada en Madrid para dar una charla en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos.
¿Está la humanidad a tiempo de deterner el cambio climático?
Sí, todavía podemos hacerlo, pero debemos actuar ya. Y que el mundo actúe depende de lo que haga Estados Unidos, porque todos los países seguirán su camino. Si cambia su actitud, frenar el calentamiento global es posible; pero si no, no hay nada que hacer, porque el resto de países no sentirá esa obligación de seguir su estela. Es una desgracia que EEUU no haga nada por el clima.
¿Cree que el hombre es consciente de lo que supone el calentamiento de la Tierra?
Creo que estamos sólo un poco concienciados, pero deberíamos estarlo mucho más, porque la situación es alarmante. Si no nos lo tomamos en serio, las consecuencias serán irreversibles. Hasta ahora, los europeos han gozado de una relativa suerte, ya que en este continente la cantidad de hielo es menor y el nivel del mar es más bajo; por eso el calentamiento no se aprecia tanto. Pero Europa tampoco se salvará de sus efectos si se queda de brazos cruzados.
¿Y hacia dónde deben ir encaminadas las actuaciones?
Hay que dejar de quemar carbón. Es estúpido que lo sigamos haciendo. Si no paramos, provocaremos cambios extremos en el clima. Deberíamos estar realmente preocupados, porque el futuro de la civilización está en peligro. El carbón es nuestro asesino y no tiene lógica que continuemos alimentándolo.
España emite cerca de 350 millones de toneladas de CO2 al año. ¿Qué le parece esta cantidad?
Las emisiones per cápita en España no son mayores que las de otros muchos países. Ojalá la cifra de EEUU se acercara a la de este país. En comparación, España es eficiente.
¿Cuál es la mejor alternativa al carbón?
Las energías renovables, como la solar o la eólica, y también la biomasa, siempre que no proceda de alimentos, porque esto puede ser contraproducente. La deforestación de la Amazonia brasileña es, en gran parte, su consecuencia, ya que se sobreexplotan sus tierras para producir alimentos con los que generar biocombustibles.
Precisamente, los grupos indígenas reclaman su papel para conservar la Amazonia y piden que se deje de sobreexplotar sus tierras. ¿Se deberían tener en cuenta sus reivindicaciones?
Sin duda. Los indígenas son imprescindibles para salvar estas zonas del desastre ecológico, porque tienen una función esencial en la conservación del medio ambiente. No sólo en el Amazonas sino, en todas las zonas tropicales, como Bolivia y Perú.
Usted lleva muchos años estudiando los glaciares. ¿Hubo algún indicio clave para confirmar que algo estaba ocurriendo con el clima?
Sí, el deshielo de los glaciares tropicales de Perú y Bolivia. Allí se encuentra más del 90% de los glaciares del mundo, a menudo a más de 5.500 metros de altura. En los últimos años, han sufrido una tremenda reducción de su grosor a causa del aumento de las emisiones de CO2. Hay quienes lo niegan, afirmando que ahora hay más hielo por encima de 2.000 metros de altura. Y es verdad, porque nieva más. Sin embargo, al ser las temperaturas más cálidas, esa nieve se acaba derritiendo y arrastra parte de los glaciares con una especie de efecto lubricante.
Pero, a pesar de estas evidencias, sigue habiendo quien niega el cambio climático.
Algunos sostienen que el calentamiento se debe a que está aumentando la temperatura del Sol y esto está calentando la Tierra, pero tenemos pruebas que lo rebaten. No ha habido ninguna variación de la energía solar ni de la radiación ultravioleta. Así lo demuestran nuestros satélites, que vigilan al Sol todos los días. Es lo bueno de que a la NASA le guste construir satélites y enviarlos muy lejos. Pero nosotros miramos a la Tierra.
Que empiecen ya a actuar para frenar el calentamiento. Sabemos que debemos hacer algo para cambiarlo. ¿Por qué no comenzar ahora?
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