ONU: Estados poderosos usan a países pobres como basureros



Un informe de la ONU revela que centenares de personas de países pobres mueren a causa de los desechos tóxicos provenientes de las grandes potencias. Esta práctica causó diez muertos en Costa de Marfil.
Las potencias ricas utilizan a las naciones en desarrollo como vertederos de sus desechos tóxicos, reveló un informe presentado en julio pasado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En el documento, la ONU destacó que los Estados industrializados siguen vertiendo sus desperdicios en países deprimidos, aprovechándose de que las naciones no tienen los recursos necesarios para procesar este tipo de desechos en sus territorios.
El informe denuncia que las potencias ricas toman ventaja de la falta de recursos técnicos de los países subdesarrollados para vigilar la llegada a sus países de todo tipo de basura nociva y hacer cumplir la ley.
La declaración fue presentada por la ONU durante la reunión anual de la Conferencia de las Partes de la Convención de Basilea sobre Control de Residuos Peligrosos, en Bali, Indonesia, celebrada el pasado mes de junio.
Delegados de unos 170 países analizaron medidas para fortalecer la aplicación de la Convención, que entró en vigor en 1989.
Caso de Costa de Marfil
Un ejemplo de estos casos, es el del buque Probo Koala, de bandera panameña, que descargó hace dos años más de 550 toneladas de desechos tóxicos en el puerto de Abidján, en Costa de Marfil.
Las emisiones derivadas de esos residuos mataron a diez personas y envenenaron a decenas de miles en un derrame registrado en 2007.
La carga había sido embarcada en Amsterdam, donde las autoridades portuarias habían rechazado el barco el 2 de julio a causa de su contenido tóxico.
El Probo Koala había sido fletado por la empresa Trafigure Beheer BV, especializada en el "suministro y compra de crudo, productos derivados del petróleo, gas licuado de petróleo, metales y minerales de metales y concentrados".
Ahora Trafigure Beheer BV admite que el buque no pasó por la limpieza obligatoria antes de llevar una nueva carga. "La razón por la que en última instancia no lo hizo es que la compañía de eliminación de desechos en Amsterdam quería renegociar su contrato original", aseguró la empresa en una declaración.
Los críticos de la Convención de Basilea afirman que este caso refleja las limitaciones del pacto, que obliga a un país a buscar el consentimiento de otro para exportar allí sus residuos, y permite a los gobiernos prohibir la entrada de desechos de fuera; sin embargo, no contempla una prohibición total y a escala mundial de estas actividades.
Desechos continúan aumentando
El traslado de desechos y productos peligrosos de países industrializados a naciones en desarrollo continúa aumentando, se informó en Ginebra.
Un informe del relator especial sobre el traslado y vertimiento ilícito de productos y desechos tóxicos y peligrosos, señala que muchos países en desarrollo aceptan esas sustancias presionados por la pobreza y la necesidad de asegurar el desarrollo.
El relator Okechukwu Ibeau añadió que la mayoría de las veces esas naciones no tienen en cuenta que los beneficios económicos que recibirían no se comparan con el impacto que estas sustancias tendrán a largo plazo sobre el medio ambiente y la vida de sus pobladores.
Ibeau señaló que las naciones ricas podrían disponer de esas sustancias dañinas en sus propios territorios; sin embargo, prefieren enviarlas a países pobres, con frecuencia, a sabiendas de que no cuentan con la tecnología o la experiencia para procesar con seguridad esa basura.
El relator también alertó sobre el crecimiento de los llamados basureros electrónicos en países pobres, donde van a parar las computadoras, refrigeradores, teléfonos celulares, televisores y otros productos desechados en naciones industrializadas.
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Fuente: TeleSUR - Onu

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