¡CIUDADANIA DESPIERTA!: Defendamos nuestros patrimonios naturales


Cada vez que vemos con impotencia como se explotan desmedidamente nuestros recursos, existen otros que no se conforman con sufrir sentados en el escritorio y se lanzan a la batalla como una acción que los enorgullece y les da sentido a sus vidas.
Escrito por Javier Márquez

Cuando te invitan a escribir a un diario ciudadano, ocurren 2 cosas: la invitación se convierte en un honor y en una responsabilidad. Es un honor para mi escribir abiertamente a la comunidad puertomontina que esta cansada del amarillismo de los diarios locales tradicionales, a esas personas que buscan alternativas viables para los problemas que hoy día nos atañen -en vez de simplemente ser espectadores impávidos de los urgentes sucesos que claman intervención- como un acto pleno de democracia en donde las personas se hacen responsables por mejorar la calidad de vida de cada uno y de quienes lo rodean.

Es una responsabilidad también, el manifestar y dar a conocer abiertamente aquellos cosas que nos importan, que son contingentes, hechos que se viven en los pequeños “grandes” espacios que no son cubiertos por la prensa tradicional y que no por esto menos importante en el diario vivir de muchos que no han alzado aun la voz.

Una invitación como ésta se convierte entonces en un compromiso. Un compromiso que impulsa mi espíritu soñador a hacer un llamado por muchas cosas que están sucediendo hoy en nuestra ciudad, en nuestra región, en fin en nuestro país y tengo que decirlo, en nuestro planeta.

Existe tanto porque alzar la voz, porque pedir ayuda, unión y compromiso por las tareas más arduas, de quienes creemos que puede existir un mejor lugar para vivir, donde prime la paz y la armonía, la justicia y el amor por lo que nos rodea, especialmente amigos por nuestra madre tierra. Son tiempos difíciles para nuestro medio ambiente, en todas partes del globo y por supuesto en nuestra región.

Ante esto no podemos permanecer en la comodidad de la “casa y el sillón” como nos dice Silvio. Hoy nuevamente la “era está pariendo”, somos espectadores vivénciales de este suceso y ¿Qué hacemos? La mayoría: “esperar que se solucione con el pasar del tiempo, que otros intervengan, que el estado se haga cargo, que vengan de otro país con estudios científicos que demuestren que vamos por mal camino” y muchas otras cómodas opciones, que nos han demostrado en terreno no poder detener el ánimo explotador de quienes están cegados por el dinero.

Es una lástima decir que el proyecto Pascua Lama, está ad portas de destruir glaciares que son las reservas de agua más pura con que el país cuenta en el norte del país, con un daño irreparable no sólo por la perdida del agua sino también por la inminente contaminación de los dos ríos que alimentan a la gran mayoría de la población del valle de San Félix, quedando imposibilitados para beber el agua personas e incluso animales que dependen directamente de nuestro patrimonio ecológico, autorizando el gobierno su destrucción, por la libre explotación de oro y plata que únicamente nutrirán las arcas de la transnacional canadiense Barrick Gold Corporation.

Pesar de la lucha que una parte del pueblo chileno ha mantenido hasta nuestros días para impedir este lucrativo proyecto, la obra ya esta autorizada y la transnacional solo espera que los trámites entre los dos países afectados, Chile y Argentina, resuelvan a la brevedad como se repartirán la torta. Y esto es sólo una de las inminentes amenazas que con autorización del gobierno, extranjeros planean lucrar con proyectos nunca antes visto, por la magnitud del daño que ocasionarían al medioambiente en pos del “supuesto” desarrollo del país, a costa de ¿qué? amigos míos, de nuestros recursos invaluables.

Hoy conocemos -gracias a la activa campaña que han mantenido fervorosamente nuestros amigos de “Patagónia sin Represas”- las viles intenciones extranjeras y nacionales de construir megacentrales hidroeléctricas en la región de Aysén, afectando miles de hectáreas de bosque y áreas patagónicas, que por su incomparable belleza y fuente importante de agua, se consideran, patrimonio de la humanidad. Otra vez destrucción desmedida de nuestro patrimonio ecológico en pos del desarrollo y crecimiento. Intenciones fundamentadas por la crisis energética que nuestro país vive en la actualidad, siendo irrisorio todo intento de justificar tal acto ya que la utilización de la tan ansiada energía no llegaría antes del 2015.

Hoy existen miles de personas que se oponen a estos proyectos y que incluso proponen a raíz de investigaciones hechas, alternativas más viables, en pos de un desarrollo sustentable del país que no afecte nuestros hermosos e invaluables patrimonios naturales. ¿Qué nos queda por hacer… tras este oscuro panorama?: Ejercer nuestro derecho de ciudadanos en un estado democrático que nuevamente demuestra no importarle en absoluto lo que miles de personas claman desesperados. ¡Basta de ya de vender nuestro patrimonio y dignidad a extranjeros cegados por el dinero!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué